¿Una chica en el club?

~XIV~

—Tranquilo — digo separándome de él lentamente —¿Vamos a hablar a la terraza?— le propongo

—Si, vamos — asiente un poco más calmado

Subimos las escaleras en dirección a la terraza que por fortuna está vacía cuando llegamos.

—¿Desde cuando supiste que era yo la chica con la que hablabas? — digo yendo directo al grano

—Una semana antes de que llegaras a la academia — dice y lo miro esperando a que siga hablando — Unos profesores hablaban de eso y vi una foto tuya en unos documentos que llevaban

—Entiendo— digo mirando mis zapatos — Parece que no fue un engaño entonces, fue simplemente una coincidencia — lo miro sonriendo— Pero hay algo que no entiendo...¿por que no me enviaste nunca una foto o por que no usaste tu nombre real?

—Las redes sociales pueden ser peligrosas— dice frunciendo el ceño, como siempre hace— ¿que tal fueras una anciana de 60 años en busca de un riñón joven y saludable?

Ambos reímos por su ocurrencia y yo le pego un golpe en el brazo. Este definitivamente es el Haruka con el que tanto me gusta hablar, no sé porwue no puede ser así siempre. A continuación se forma un silencio un tanto incómodo y por primera vez en mi vida no sé que decir.

—Te parece si...— digo comenzando a caminar hacia las escaleras, pero no puedo terminar la frase, ya que él me toma de la cintura un poco rudo y me pega a él —¿Quepasa?— digo rápido un poco asustada, mi corazón late a mil kilómetros por hora

—Te dije que no te quería perder — susurra a solo unos cuantos centímetros de mis labios— Quiero que seas mía — dice rompiendo la distancia entre nosotros

Mis ojos abiertos por el asombro comienzan a cerrarse y mis labios comienzan a responder su beso, el peliazul tiene unos labios suaves y cálidos, algo totalmente opuesto a su personalidad. El beso comienza a subir de nivel y Tamura me pega contra la pared que está al lado de las escaleras, sus labios abandonan los mios y comienza a bajar por mi mentón hasta mi cuello, mientras mis manos viajan a la parte baja de su cabello. Siento como un calor se apodera de mi a cada segundo que pasa.

—Te deseo — susurra sobre mi cuello y mi piel se eriza

La cordura regresa a mi y los recuerdos de mi pasado me invaden. Lo alejo de mi suavemente y lo miro a los ojos, puedo ver que está desconcertado.

—No, no quiero seguir de esta forma —digo mientras siento como mis mejillas se empapan con mis lágrimas— Creo que... quiero conocer que es el amor — digo con una leve sonrisa — Por el momento estoy muy confundida, así que espero que me entiendas — digo mirando mis zapatos

Tamura me mira con el ceño fruncido, mete sus manos en sus bolsillos y se va, dejándome sola. Veo que sigue siendo un poco imbécil. Me deslizo por la pared, seco mis lágrimas y me abrazo las piernas. Respiro profundamente por unos minutos para calmarme y para que mis ideas se aclaren.

—No sé que pasa conmigo, normalmente no soy así— digo en voz alta y bufo

—Guau?— dice alguien y levanto mi rostro para ver de quien se trata, aunque no es necesario, porque sé exactamente quien es

—Hola Yuri — digo sin ánimos

—Nu, nu, nu— dice tomando mi mano y levantándome de un tirón, yo suelto un quejido — Smile — dice sonriendo mientras me toma de las mejillas y me obliga a sonreír

—Ya, ya— digo sonriendo rendida — Siempre con tus ocurrencias — río negando con la cabeza — Bueno, creo que me voy a clase

—¿Kiss?— dice acercándose a mi

—Mmmm...si — digo insegura y le doy un beso rápido en la mejilla — Adiós — digo ya iniciando a bajar la escalera dispuesta a ir a clase

°°°°°

—Murakami-san, no sé vaya aún, tengo que hablar con usted— dice el maestro de historia

¿Qué?Pero si no he hecho nada... que yo recuerde.

—Byeee— dice Akemi sonriente como siempre saliendo del salón seguido de su novio

Una vez todos se han ido me acerco al profesor para ver que quiere.

—Escuché que estás en el club de fotografía — dice con una sonrisa de lado

Oh, no. Ya sé para donde va esto.

—Me gustaría...— dice pero lo interrumpo

—No estoy interesada — digo agarrando mi mochila — Adiós— digo y salgo corriendo de ese lugar

Corro por los pasillos hasta que veo una escena un tanto inusual. Son Touno y Kashima están bueno... besándose de una forma muy sensual. Trago saliva y me quedo allí parada viéndolos, no han notado mi presencia. Veo como Kashima empuja la puerta de la habitación frente a ellos y ambos entran sin separar sus labios, luego cierran la puerta tras de si. Hay dos voces en mi interior, una que dice que huya de ahí y otra que me pide a gritos que me asome, por desgracia escucho más a la que grita y termino haciéndole caso.

Giro la perilla y asomo mi cabeza por la puerta. Vaya, estos chicos no pierden el tiempo, ambos ya están en ropa interior. Mi cuerpo se calienta aún más de lo que ya estaba y mis acciones se vuelven torpes, termino de entrar a la habitación, cierro la puerta y me quedo viendo el espectáculo embelesada. Son muy lindos y sensuales, también creo que se complementan muy bien, hacen una excelente pareja.

Mis manos se mueven solas y sin darme cuenta comienzan a acariciar esa zona por encima del uniforme. Cierro mis ojos dejándome llevar por mis sentidos y mi imaginación. Cuando abro los ojos para mi sorpresa, los dos chicos están mirándome muy sonrojados y despeinados. Detengo mis movimientos rápidamente y trato de decir algo, pero mis palabras salen sin sentido.

—Vaya, creo que esta no es la biblioteca — digo rascandome la nuca y soltando una sonrisa nerviosa

Kashima se levanta de la cama y se dirige hacia mi, su tonificado abdomen me hace quedar congelada, no puedo mover ni un dedo.

—Es la oportunidad perfecta — susurra en mi oído y mi corazón comienza a latir a mil por hora

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