Andras Mercury, Andy para los amigos (ósea casi nadie), una niña sangre pura, no popular, pero muy buena y tierna, algo contradictorio para el significado de su nombre, se enamoró de "él niño que vivió"... pero este ni sabe de su existencia, pasarán...
Holaaa niño hermoso—le dije a mi mejor amigo saltando sobre él, para luego sentarme en el asiento de enfrente
Hola Occamy, ¿como estas?—me dijo mi pelicastaño amigo
Bastante bien Salamandrita, pero tengo muuucha hambre—dije un tanto molesta, por que, siendo sinceros ¿Quién no se enoja cuando tiene hambre y no come?
Ay Andy—ríe—¡¡tu siempre tienes hambre!! Por eso...—metió su mano a la bolsa de su pantalón y saco una pequeña bolsita—te traje unas galletas que me dio mama para que comiera en el camino—sonrió
Aaaay te amo, te amo, eres el mejor amigo de este planeta—me pare de mi asiento y le di un beso en la mejilla, el solo se sonrojo y bajo la mirada, gesto que me encantaba
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No te preocupes, pero déjame algunas galletas, no te las acabesss—empezamos a jugar en el vagón, el tratando de quitarme las galletas y yo evitándolo
Después de unos 30 minutos llegamos a Hogwarts, valla que cada que pasaba por aquí admiraba más el castillo, ¿Quién diría que ese bello paisaje iba a cambiar tan radicalmente?
El tren se detuvo, y todos los estudiantes bajaron, como siempre, los de primer año se iban en botes con Hagrid, al cual salude a lo lejos para después irme a los carruajes con Newt.
Mira Occamy, aquí hay un carruaje—dijo para tomar mi mano y llevarme hasta el antes nombrado y sentarnos
¿Tú crees que nos valla bien este año?—dije tratando de no aburrirme en el trayecto hacia el castillo, aunque no fue difícil, ya que el paisaje nunca pasaba desapercibido
Andy—me vio a los ojos—siempre nos va bien, sobre todo a ti siendo la favorita de Snape—dijo con una sonrisa juguetona pero a la vez tímida
Eso no es cierto, me va bien en pociones, sí, pero eso no quiere decir que sea su favorita—dije dándole un golpe suave a mi tímido amigo
La realidad es que si me había dado cuenta de que le caía "bien" al maestro de pociones, pero era por me mataba estudiando esa materia, además de que siempre mis pociones eran "simplemente perfectas" como diría mi profesor.
Al llegar al castillo, Newt y yo nos despedimos para ir cada uno a su respectiva sala común. Al llegar a la mía, vi a la persona que varias noches fue el responsable de que no pudiera dormir, Harry. A pesar de que nunca habíamos hablado, siempre que nos veíamos, él me sonreía y yo le devolvía el gesto un poco sonrojada. Siempre se me había hecho un chico muy interesante, pero no por ser el que derroto a Voldemort, sino porque era amable con todos y siempre quería ayudar.
Después de pensar en Harry un poco-bastante-fui a mi habitacióna a ordenar un poco las cosas para mi primer día de clases de mi tercer año, despuésme bañe, me cambie, me acosté y cerré las cortinas de mi cama para poder pensaren todo lo que había pasado a lo largo de mi vida, yo no le llamaría meditar porque lo cierto es que me distraía con cualquier cosa. Al final, caí en un profundo sueño
