Te estaré esperando, amor (Hersus)

Capítulo I

Adolfo, Maryan y Hernando estaban sentados en la sala del primero, y a pesar de que se escuchaban muchas risas por parte de los tres mencionados estaban bastante nerviosos y ansiosos. ¿Por qué? Fácil, faltaba uno del grupo, Jesús.

Hacía unos meses él se empezó a alejar de todos sus amigos, rara vez contestaba mensajes o llamadas, incluso dejó de hacer directos y subir videos y los pocos que hacía nunca usaba cámara, siempre poniendo la misma excusa de que no servía, pero parecía más una mentira que él deseaba creer puesto que sus propios fans sabían que algo más pasaba, aunque él evadía el tema.

   - Oigan... ¿Creen que venga? - preguntó un Ucraniano cabizbajo.

   - Vas a ver que sí viene - le respondió el Mayor de los tres - es tú cumpleaños, no se lo perdería - dijo para intentar animar el ambiente.

   - Joer macho, qué le pasa? Ni siquiera nos ha dicho si ya viene de camino - se preocupó su mejor amigo.

Y es que los impresentables habían quedado en juntarse después de casi 1 año para festejar el cumpleaños del menor de ellos y Jesú' les había prometido estar ahí para las 3 de la tarde, así podían incluso grabar algo juntos, el problema era que el reloj marcaba las 9 de la noche y no había señales de vida de su calvo.

   - No va a venir verdad? - volvió a preguntar Arsilex con su voz rota y apunto de llorar.

   - ... No, no creo Arsi, lo siento - le respondió Herny abrazándolo tratando de ocultar su propia decepción ante su mejor amigo

   - Que se joda! - dijo Adolfo espantandolos a ambos por el cambio repentino de su voz- si él no quiere estar con nosotros pues que no esté, hoy es el cumpleaños de mi alcalde y lo vamos a festejar como se merece, de seguro que Jesús está haciendo berrinches por algo ya sé le pasará y cuando lo haga nos vendrá a buscar, pero hoy no permitiré que todos estemos mal - terminó decidido mientras tomaba sus cosas para irse de fiesta como le habían prometido al compañero.

Los otros dos le siguieron y como idea decidieron dejar sus celulares en la casa del tomate para pasarla bien. Lo que no sabían era que aquella persona que estaban esperando les había marcado esa misma noche.