Te estaré esperando, amor (Hersus)

Capítulo V

Narra Herny

Todos tenemos una persona que revoluciona nuestra vida, aquella persona que no importa cuantas veces nos enojemos sabemos que siempre podremos contar con ella, y aunque nos haga enojar siempre la perdonaremos, aquella persona que si alguna vez se va de tú vida nunca vuelves a ser el mismo, siempre ha estado en las buenas y en las malas, y te quiere como eres, tu confidente y mejor amigo, independientemente de la relación que conlleven. Pues esa persona para mí, aquí estaba.

Me tomé la pastilla lo más rápido que pude y bajé corriendo las escaleras importando muy poco si me caía, pero necesitaba verlo.

Al llegar abajo lo ví y me quedé en shock, estaba parado fuera del marco de la puerta, traía puesta una chamarra turquesa con un pantalón negro y unos tennis bancos con azul, sus hermosos ojos azul cielo se movían de un lado a otro mostrando su nerviosismo, y su cabello... su cabello era rubio y largo, pero qué le había pasado a mi niño?

   - Uhm... Ho-Hola Herny - me saludó Jesús nervioso y avergonzado de que lo estuviéramos viendo sin decir ninguna palabra, y así se hizo un momento incómodo entre los tres

   - Disculpa, quién eres? - preguntó un Adolfo confundido, o al menos eso parecía hasta que Jesú' se dio la vuelta - JESÚS!? Pero qué te ha pasa'o!? Qué haces aquí!? Te acordaste al fin que tenías amigos? Y que debías haber llegado ayer? Por qué no viniste? Qué...

   - Adolfo, espera, no puede responder todas las preguntas a la vez - le calmé - Maryan, deja que pase, entremos todos y resolvamos esto adentro, que aquí sólo estamos causado una escena.

Y así todos entramos en la casa, un rubio en shock, un calvo avergonzado, un tomate alterado y confundido y yo intentando mantener la calma.

   - Gracias Herny - me dijo cuando pasó a mi lado, ambos nos quedamos viendo el uno al otro sin despegar las miradas, y por primera vez en muchos años sentí mucho miedo, porque sus hermosos ojos habían perdido su chispa y se sentía como si estuviera viendo los ojos de un muerto.

   - De... nada mi niño - me sonrió, pero su sonrisa era débil, yo también le sonreí intentando que no se notara mi preocupación por él.

   - Qué te ha pasado Jesús? Ya no subes videos, contestas llamadas, pareciera como si te tragara la tierra o te volvieras invisible por momentos, ya no pasas tiempo con nosotros y ayer te olvidaste del cumpleaños de Arsi - dijo ahora un más calmado Adolfo - si tienes un problema con nosotros sólo dilo.

   - No, chicos, de verdad lo siento, iba a venir ayer, se los prometo, pero...

   - Pero qué Serón!? Se te olvidó mi cumpleaños!? Se te olvidaron tus amigos!? Aquellas personas que siempre estuvimos aquí para tí!? - le gritó Maryan con su voz rota y lágrimas en los ojos - Tienes cosas más importantes que hacer, no!? - dijo señalando su cabello - Este no eres tú Jesús, no sé qué te pasó, pero no eres tú - terminó antes de salir de casa seguido de Lex.

   - ... - Él se quedó viendo el piso en silencio, nos quedamos los dos callados, no se escuchaba nada en la casa y no rompí el silencio hasta que escuché una gota impactar en el suelo.