Capítulo final

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Narra Herny

La muerte es algo difícil de comprender y mucho más difícil de aceptar si se lleva a alguien que amabas, pero la muerte por cáncer es más complicada, porque no puedes hacer nada más que intentar engañarte a tí mismo y a aquella persona que la sufre y eso te hace sentir impotente. Pero la enfermedad va terminando con la vida de esa persona muy lentamente, y ahora a quienes les toca sufrir son a aquellos cercanos al portador.

Y aquí estaba yo, otra vez, llorando a lado de una cama en el hospital, viendo a mi Jesús inmóvil, ya no me tranquiliza verlo dormido, necesito que despierte, y fue en ese momento que me dí cuenta que esto ya lo había vivido, hace 2 meses en la casa de Lexosi, el día que llegó con una peluca para ocultar que no tenía cabello, el día que intentó disculparse antes de sumergirse en un sueño tan profundo que no despertaba "despierta, por favor, despierta" esas simples palabras en mi sueño funcionaban, pero esto no era un sueño. "Íbamos a estar juntos, Hersus iba a ser real" le contaba mientras lloraba "Todo iba a estar bien, teníamos en apoyo de todos, íbamos a vivir juntos con el paso del tiempo, jo'er si hasta te iba a pedir matrimonio" no podía dejar de llorar, y entonces escuché el peor sonido de toda mi vida, aquel pitido que marcaba el fin de su tiempo a mi lado. Lo que pasó después está borroso en mi cabeza, sólo recuerdo a Adolfo y Maryan abrazándome mientras todos llorábamos, se había ido, nos había dejado.

Han pasado 5 años y apenas lo recuerdo, sigo llorando cada noche esperando que regrese pero mi mente bloqueó cada recuerdo que tenía sobre él, su voz, su cuerpo, su risa y sonrisa, su hermoso cabello, lo único que jamás pude borrar y tampoco quiero son sus ojos, esos bellos ojos que se iluminaban cada día, aquellos ojos que te derretían, los seguía viendo en todos lados. De vez en cuando un corto recuerdo de él se infiltraba en mis sueños y era complicado cuando despertaba porque sabía que no volvería, pero siempre me repetía una frase "Te estaré esperando" y yo siempre le repetía lo mismo "Iré pronto amor", él me había pedido ser fuerte así que lo sería, pero no podía seguir sintiendo tanto dolor, no sabía cuánto más podría aguantar, pero lo haría por él.

Todos los días voy a su tumba e intento hablar con él como si siguiera a mi lado, aunque a veces sólo me quedo callado mientras lloro junto a él.

Desde ese día en el hospital Adolfo, Maryan y yo nos volvimos más cercanos y a la vez dejamos de ser tan activos en las redes sociales, nos costaba mucho seguir con nuestra vida sin él pero lo intentábamos, y una vez al año nos juntábamos durante 1 semana, para festejar el cumpleaños del más chico y a la vez estar de luto por su partida.

Pero este año iba a ser diferente, este año todos lo veríamos, iba de camino a la casa de Lexosi y en el trayecto me quedé dormido, y como ya era costumbre él estuvo en mi sueño, pero a diferencia de otros días cuando me desperté lo hice con una sonrisa y antes de entrar a la casa de Adolfo cerré los ojos y le dije "No te preocupes mi niño, ya vamos para allá" y sin más, abrí la puerta encontrándome con los demás con una sonrisa cómplice.

Te estaré esperando, amor (Hersus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora