JLO©

6. " Mi mujer"

MADISON.

Él estaba aquí, su auto se detiene frente a la casa.

Kevin salta feliz.

No puedo detenerlo cuando corre a recibirlo, desbordando felicidad y entusiasmo se lanza a sus brazos demostrando cuanto lo había extrañado, cuanta falta le hacía y cuanto lo amaba.

Los ojos se le llenan de lágrimas por la emoción.

― ¡Papa!― grita emocionado abrazado a su cuello, estoy respirando por la boca mis pasos son lentos al salir de la casa y el sol me encandila al estar afuera.

No quiero verlo.

No quiero que este aquí.

No quiero que este cerca de mi hijo.

Me mira y sonríe, sonríe con malicia los ojos se le encienden con el brillo de una hoguera azul.

Estoy temblando y tengo pavor de acercarme, las manos me sudan.

―Hola preciosa― mete a Kevin en el auto y toma mi mano atrayéndome hacia él, mi cuerpo reacciona enseguida. Las piernas me tiemblan y un escalofrió recorre mi espalda. Con una mano en mis caderas y otra en mi nuca me acerca tanto que nuestros labios se rozan, besa mi mejilla y se queda ahí muy cerca de mis labios no puedo moverme estoy congelada mis miedos me dominan― ven conmigo, no sabes cuánto te deseo.

Su mano baja un poco más, rozando mis glúteos. Me remuevo inquieta y me sostiene con tanta fuerza que me deja sin aire.

― hijo, te agrada la idea de que mama venga con nosotros― no puedo tocar el piso, lo miro asustada sus ojos se han tornado oscuros y malignos.

― Si, como antes cuando vivíamos juntos― dice feliz sin darse cuenta en verdad de lo que estaba pasando.

Respiro con dificultad, siento que en cualquier momento me voy a desplomar.

─ ¿hay algún problema Trenton?─ escucho la voz femenina tras de mí, el mira sobre sus pestañas y sonríe sin ni una pisca de gracia.

─ ninguno ─ su voz es fría ─ le recomiendo que no se meta en nuestros asuntos, ella sigue siendo mi mujer .

─ suéltala─  su voz, a cambiado es gélida y amenazante, estaba segura que no volvería a repetirlo.

Dominic estaba con nosotras.

Mis pies tocan el suelo y quiero correr a sacar a mi hijo de su auto,  el me lo impide su cuerpo cubre la puerta y me hace retroceder.

No sé en qué momento pasa, pero el  está a mi lado. Nuestros brazos se rozan levemente mi madre tiene una mezcla de odio y pánico en el rostro pero no se deja intimidar, sostiene una pala muy cerca de ella dispuesta a golpearlo si era necesario.

Y luego estaba Dominic, sus ojos se habían oscurecido tanto que el color avellana parecía haber desaparecido. Mostraba una calma extraña y amenazadora.

Casi letal.

─ nos volveremos a ver, pronto...─ ya no me mira a mi, si no al hombre a mi lado era una guerra entre llamas azules y oscuridad letal.

Su mirada llena de rabia me hace temblar, sonríe y se perfectamente lo que trata de decirme, lo había hecho enfurecer y pagaría por ello.

●

La tarde había llegado a su fin y los últimos rayos de sol se podían apreciar en un hermoso atardecer, limpio el sudor que corre por mi frente y admiro el paisaje papa amaba este lugar tanto como yo.