Lisa.
-¡¿Cómo que nunca diste tú primer beso?!-Me gritó MinAh cómo si fuese lo peor del mundo.
-¡¿Quieres callarte?!-Respondí con un susurro fuerte.-No tuve tiempo, ahora déjame que esto es importante.
-¿Por eso el traje?-Sonrió de lado-¿Una cita?-Habló la de cabello corto levantando una ceja.
-Tengo que hablar con el jefe, MinAh.-La miré mal, por Dios, que se vaya de una vez.
-¿Mi papá?-Me miró algo sorprendida.
-El día en el que tú papá me llame para una charla, es porque voy a ser ejecutada.-Dije sin hacer ninguna expresión.
-Ah, cierto.-Sonrió de forma inocente.-Bueno, nos vemos, ¡A la hora del almuerzo te busco!-Me gritó mientras se alejaba.
Yo solamente dejé mi bolso en la silla y salí por el pasillo izquierdo, dirigiéndome hacia la oficina del jefe "menor".
Podría darme un trabajo importante, estaba emocionada, pero claramente no se lo demostraría; Es una parte muy importante para trabajar aquí.Llegando a esa puerta con el cartel blanco que decía "Kapur", el apellido de este hombre, frené y dí un pequeño suspiro para relajar la mente.
Ya lista, acerqué mi mano lentamente hasta que chocara con la madera, golpeé dos veces y me fuí un paso hacia atrás, pensando cuidadosamente todo lo que haría antes de actuar.-Adelante.-Dijo fríamente desde adentro, a lo que yo me volví a acercar tomando el picaporte para luego abrir.
-Buenas tardes.-Hice una reverencia y después entré.
-Cierra la puerta.-Habló el mayor mirando unos papeles.
-Si, claro.-Cerré y esperé a que me diera la siguiente orden.
-Toma asiento, Manoban.-Levantó la mirada para verme.
Asentí y me senté.
-¿Para que solicitó hablar conmigo?-Lo miré con la mayor seriedad posible.
-Número 2,789,234.-Volvió a mirar sus papeles.
-¿Perdón?-Pregunté algo confundida, a lo que el dió un suspiro y volvió a hablar, de mala forma
-Te digo, que el dispositivo 2,789,234 se activó hoy.-Me miró mal.
-¿Y que hago yo con eso?-Hablé aún más confundida.
-Felicitar al dueño por su nuevo i phone 11.-Dijo sarcásticamente.-¡Vigilarlo, Manoban! Ejecutamos a un empleado, te quedas con su puesto.
-¡¿Yo?! ¡¿Me das un puesto común?! ¡Después de cinco años siendo completamente fiel al trabajo, y siendo una de las mejores!-Grité demasiado enojada, ¿Ya no era hora de darme un trabajo más importante?
-Me vuelves a levantar la voz así y...Ya sabes lo que pasa después.-Me miró con una expresión que asustaría a cualquiera.
Yo solo suspiré para calmarme y volví a hablar.
-¿Me das el código de audio y cámara?-Acepté volver a vigilar a otra estúpida persona.
-Están aquí.-Me entregó una carta.
Seguí con una expresión seria en mi rostro, agarré la carta y me levanté.
-Cierra bien cuando te vas.-Siguió con sus papeles de mierda.
Abrí, salí y cerré la puerta evitando azotarla; No quería ser ejecutada hoy.
Caminé chocando con los hombros a todos los imbéciles que se me cruzaban, mientras mis botas hacían eco por los pasillos.
Hasta llegar a dicha "oficina" del estúpido al que habían matado por seguramente enamorarse y casarse, siempre comenten el mismo error.
Abrí la puerta gris y pesada, observando el desastre que había ahí, de tanto que me trasladan a distintas oficinas de trabajadores y trabajadoras difuntas, aprendí que todos tienen su sitio de trabajo como quieren, y este lo tenía demasiado sucio.
Entré y pateé la puerta logrando que se cierre, tiré la carta en el escritorio, tomé asiento, abrí la carta y copié el código en la computadora, esta cargó por unos treinta segundos y se prendió.Ví a una chica rubia mirando el celular mientras sonreía, no tardó mucho en hablar.
"Conociéndote seguro se te rompa en un rato."Eso espero, así no tengo que seguir vigilandola, odio esto.
Agarré una botella de agua y tomé un trago mientras la miraba."¡Dame eso!"
Escuché y una chica de cabello castaño y largo agarró el dispositivo, mi reacción solo fué abrir los ojos lo máximo que pude, me quedé sorprendida, de todas las modelos y actrices que había vigilado, nunca ví a una tan...Hermosa.
"No lo voy a romper, juro que me va a durar mucho".
Eso espero.
"Bueno, dale vamos a comer."
Se escuchó otra voz, a lo que pude ver qué ella asintió y guardó el celular supongo que en un bolso.
Que bonita...
De la nada mi celular sonó, a lo que atendí rápido sin ver quién era.
-¡Te estoy esperando en el comedor!-Habló MinAh.
-Ah, al final el jefe me dió un puesto para vigilar a otra persona, no puedo dejar de verlo, así que no voy.-Dije seria.
-¡Que pena! ¿Querés que te lleve algo para comer!-Pude visualizar su sonrisa desde acá.
-¡No! Digo...No. No tengo hambre, nos vemos.-Colgué rápido y puse mi celular en silencio, y volví a mirar atentamente la pantalla de la computadora esperando a que la de cabello oscuro volviera a aparecer, pero todavía se veía todo negro.
Seguí tomando agua mientras escuchaba sus gritos y risas, la voz de aquella chica que había visto me hacía sonreír, sonaba bastante tierna.
"¡Selfie!"
Escuché y dí un pequeño salto para después acomodarme y prestar atención a la pantalla.
La chica bonita sacó el celular el bolso, y aunque no estaba del mejor ángulo cuando trataba de entender los botones del celular, aún se veía bonita.
De la nada sonrió, eligió un ángulo más lindo y posó haciendo un corazón con sus manos, con otras tres chicas atrás también posando.Ahora sí estoy agradecida con el jefe...
La chica puso el dispositivo en no sé que lugar, pero se notaba bastante alto.
"¡De ahí se va a caer!"
Habló la rubia.
"Si se te cae tenés que trabajar todo un año para terminar de pagarlo, y no te va a alcanzar para otro."
Dijo una chica alta con ondas en el cabello y un saco marrón.
"Ay papá y mamá, perdón, ya lo saco, es solo para la foto."
Dijo la bonita riendo y burlándose de ellas, hasta que escuché gritar a una, y después a todas juntas, la pantalla se puso en negro y dejé de escuchar.
Por favor, no, si se le rompe no la voy a volver a ver nunca.
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;;Si no me tienen fé, les recuerdo que el primer capítulo siempre es aburrido JAJA.
Nos vemos mañana, a.
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Wait for you. ||JenLisa.
FanfictionUna miembro de la policía más seria y oculta en todo el mundo, LaLisa Manoban con sólo 23 años era una de las mejores entre todos los oficiales. Estaba ahí porque su bisabuelo materno había llegado a ser el líder de estos, por lo cual todos sentían...