[Cap.2]

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Me preocupó tanto no oír ni ver nada, hasta el punto al que comencé a apretar los botones y golpear la pantalla de la computadora.
Hasta que...

"¡Ay!, Gracias al cielo!"

Pude verla agarrando el celular.

"Sana, te bendigo por haber dejado tú bolso ahí."

Dí un suspiro grande y me volví a sentar.

—Wow, de verdad querías ver.—Escuché la voz aguda y volteé rápidamente.

—¡¿MinAh?! ¿Que haces acá?—Me paré rápido.

—¿Tanto miedo?—Dejó una bandeja con comida en el escritorio y se sentó en la silla.

—No te dí permiso de...—No me dejó terminar.

—Sentarme, ajá. ¿Quien es esta? ¿Por qué tanta papada?—Dijo mirando a la chica.

—¿Cómo que papada? Imbécil.—La empuje de la silla y me senté—Solo hago mi trabajo, y ella, ni idea quien es, es lo que tengo que saber.

—¿Para que?—Hizo una sonrisa "pícara".

—Trabajo, lo que vos deberías hacer.—Hablé seria.

—¡Deja de pensar en trabajo un rato!

—¡Cállate!—Volví a mirar la pantalla—¿Que hace?

—Está corriendo.—Dijo también mirando—¿Pero por qué?

—¡Capaz lo sabría si me hubieses dejado escuchar!—Grité enojada.

"¡Llegué! Llegué..."

Escuché y las dos nos concentramos en ver.

"Amor, perdón, me olvidé."

"No te preocupes."

—¿Que?—Dije sin pensar.

—¡Awww! Que tiernos.—MinAh los miraba emocionada.

Volví a tomar un trago de agua mientras los observaba, aunque solo se podía ver un techo blanco.

Y así pasaron dos horas, de ellos tratándose de forma estúpidamente "tierna" y gracias al cielo MinAh se había ido hacia unos minutos.
Me importó demasiado que ella tuviera pareja, hasta a mi me sorprende mi sorpresa.

"Adiós, te amo."

Escuché decir a la chica y pegué un golpe de felicidad en el escritorio.

   u n a    s e m a n a    d e s p ú e s .

Simplemente, llevaba siete días observando a esta chica, y habla mucho, es molesto pero pude conseguir muchos datos.
Tiene 25 años, se llama Jennie, es muy alegre, trabaja y tiene amigas.
Muy irritante para mí, no tolero a las personas así.

Eran las 12 AM y estaba tomando energizantes mientras la veía, jamás duerme, no me deja descansar.

Noté que prendió la luz, supuse que iría al baño, eso hizo.

¿Quien se baña a esta hora?

Porfavor, pon el celular en donde no te vea, te lo ruego, no quiero eso.
Estuvo tres minutos eligiendo una canción, dejó el dispositivo en sepa Dios dónde, y se alejó. Luego de unos minutos escuché la ducha, y no tardó en empezar a cantar.

—Ay, que horror.—Dije solo queriendo dormir.

Estuvo 30 minutos, no 10, no 15, 30 malditos minutos para lavarse el cabello y el cuerpo, odio esto.
La pude ver llegar, con una bata y una toalla envuelta en su cabello.
No tardó en quitársela y empezar a arreglarse el cabello.

Wait for you. ||JenLisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora