EROS 1/3

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Un sudor frio recorría todo el cuerpo de aquel joven que no paraba de correr por los pasillos de lujoso del hotel que hospedaban desde la mañana.

Su cabeza era un lio total, aun no podía creer de aquella oportunidad que le estaba dando el mundo, su mundo llamado kanawut.

Ya estaba en el piso numero 20, frente a la puerta que tenia por numero 349. Aun no se atrevía a golpear la puerta, su cerebro no podía crear un discurso de disculpa, no tenia claro que decir, solo corrió hasta llegar a su destino.

Inhalo lo que mas pudo de oxigeno y toco aquella puerta. Al primer golpe nadie respondió, al segundo el mismo resultado, al tercero entro en pánico y proporciono un golpe duro a la puerta, la cual cedió de inmediato dejando ver que nunca estuvo cerrada. ¿acaso seria plan del menor?

El joven mas alto no dudo en entrar a aquella habitación sin antes cerrar aquella puerta.

Al entrar pudo notar la poca iluminación, solo tenía una lampara prendida, aquella adornaba el pequeño buro que tenia al lado de la cama matrimonial.

En ingresar mas al interior de la habitación se puede percatar de una silueta muy familiar, sostenía un vaso, que por aquel olor sospechaba que era whisky. Esa acción del menor lo sorprendió ya que el nunca fue un buen bebedor.

Pero de inmediato se dio cuenta que esa no sería su única sorpresa, al acercarse mas a la silueta que estaba al frente del ostentoso ventanal que abarcaba toda la zona norte de la habitación que daba directamente a todos los invitados, los cuales no se percataban de aquel sujeto desnudo en la habitación V.I.P por la gran altura y poca iluminación.

Estaba el, su amado Gulf sin ninguna prende de vestir, estaba totalmente desnudo. Su ropa estaba esparcida en el suelo. Justo al lado de él.

Sorprendido por el actual del menor, suppasit se acerca tocando el brazo derecho el cual sostenía aquel vaso con trago.

kanawut por el susto dejo caer aquel vaso con líquido. No había escuchado al mayor entrar,

¿Tan sumergido en sus pensamientos estaba? –Pensó el menor de los dos—

Pero eso estaba dentro de su plan.

Que él entrara sin necesidad de ir a abrir la puerta. Esperaría de esa manera a su ex brillante esposo en la habitación, desnudo, si denudo, y un poco bebido. ¿La razón? Fácil, le daba mas coraje llevar una conversación así después de tanto tiempo. Su actuar era infantil e inmadura, lo tenía muy presente pero era la única manera de no querer salir corriendo o tirarse a los brazos del mayor como damisela en aprietos.

— haz lle...llegado –susurra el moreno un poco sorprendido, mientras miraba aquel vaso con liquido derramado, con la suerte de que este no se rompió –

– Pues eso decía tu mensaje Gulf, me querías ver aquí, ¿no es así? – mira aquel cuerpo que tiene en frente de pies a cabeza sin poder dejar de despegar su mirada —

– Podrías fijar tus ojos a mi cara – sonríe el menor de los dos —

– T.... tienes razón, es que ha pasado tanto tiempo y aun sigues siendo tan hermoso –susurra el mayor con culpa—

– siempre fuiste tan, pero tan seductor sobre todo con esa mirada suppasit – susurra sobre los labios del más altos mientras se afirmaba de aquella corbata que llevaba puesta junto con el traje de fiesta—pero se acabó, ¿no es así Mew? 

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