Rencarne Y Ahora Soy Un ¿Grimorio?

XI: Vida en la capital Parte 1.

Aviso: Desde este capítulo comenzaré a cambiar la narrativa de la historia a como podrán ver a continuación.
" " : Personaje hablando.
Sin signo: Narración normal o pensando dependiendo del P.O.V. del personaje protagónico del capítulo...

Y creo que eso es todo por la explicación, esperen más capítulos que intentaré actualizar muchísimo más seguido si es que dios quiere xd.

                                                                                                          ...

"Necesitas salir de aquí !Ahora!"

Eran los gritos de la joven frente a mi, no entiendo a que se refiere.

Volteando a mi alrededor puedo observar que estamos en un lugar con muchas estructuras y muy poca visión a mi alrededor.

"¡¿Qué estás esperando?! !Vete ahora!"

Fue lo último que dijo antes de sacar una espada de su cintura y comenzar a correr en dirección de la oscuridad.

"!Espera, ¿Qué está pasado?!"

Le grite a la oscuridad creciente pero la única respuesta que obtuve fue el silenció del lugar.

Leves sonidos de espada y luces tenues podía observar a lo lejos por dónde había corrido, el no entender nada no ayudaba en nada y lo único que podía hacer era observar.

'¿Eh?'

¿Qué sucede? Porque de un momento a otro estoy en el suelo...

Espera... Ese es mi... cuerpo?

"¡Ah!"

Fue el grito que escapó de mi garganta después de despertar de aquel sueño.

"Joven Maestro William se encuentra bien?"

Eran las suaves palabras de John el mayordomo de la familia por más de 20 años que se encontraba parado aún lado de mi cama.

"Si, solamente tuve un mal sueño..."

"¿Y puedo saber que soñó?"

"No te preocupes por eso, no son cosas tribales por las cuales preocuparse"

"De acuerdo... El desayuno está listo así que llamaré a los sirvientes para que lo ayuden a cambiarse, su padre quiere hablar con usted hoy."

Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación y dejarme completamente solo.

"Ah, creo que tomaré un baño"

Dije mientras suspiraba, me levanté de la cama y camine atravesando toda la habitación hasta llegar a mi baño propio.

Abriendo la puerta pude observar una gran tina vacía y justo encima de ella dos rocas de color azul brillando, como si estuvieran esperando a ser tocadas.

Sin perder tiempo me metí y toque una de las dos para así comenzar a caerme agua fría encima.

Aún pensando en aquella chica de hermoso cabello rojizo y en como podía verse desesperada para que yo saliera de ese lugar me inquietaba mucho, por el diseño de la zona, los grandes pilares acompañados por ventanales para alumbrar el lugar, puedo jugar que el lugar en donde estábamos es en la gran iglesia de la Luna.

El echo que estuviéramos envueltos con un lugar de aquella religión me daba leves escalofríos, el estar relacionado con esos tipos comúnmente llevaba a las personas relacionada a la tumba.

Cómo sea dejando de lado aquel sueño, me da mucha curiosidad el porque mi ocupado padre estaría dispuesto a hablar con migo y mal gastar su valioso tiempo...

Bueno no tengo ni la menor idea, tal vez tiene que ver con mis insoportables hermanos volviendo a molestar con ellos ser los líderes de la familia y que yo soy demasiado débil para poder tener el cargo.

Por favor ellos no son más fuertes que yo sí es que soy demasiado débil.

Cómo sea, creo que lo mejor será apurarme y no hacer molestar a padre con la tardanza.

Corté el agua que salía de la piedra mágica y después de secarme salí con una toalla alrededor de mi cintura, al abrir la puerta pude observar a varios sirvientes con varias prendas ya listas para mí.

"Traigan me algo de calidad para con el cual ver a mi padre"

Todos sin esperar ningún segundo se movieron y trajeron frente a mi un traje color azul acompañado por toques rojos y amarillos los cuales ayudaban a qué se viera aún mejor.

Me ayudaron a cambiarme, a peinar mi larga cabellera castaña en una cola de caballo bien peinada y me colocaron varias joyas en sima, lo de siempre como en cualquier día.

Salí de mi habitación y caminé a paso lento pero seguro pasando y disfrutando de la hermosa vista que la mansión podía dar.

Las hermosas pinturas, esculturas y varios muebles era lo que podías observar, pero el trasfondo de estos está bañado en más de 300 años de historia de esta familia, los antepasados siempre fueron distinguidos por ser una gran familia noble que se alzó por el dinero generado del arduo trabajo. Ahora todos mis familiares son conocidos por la arrogancia de pertenecer a esta familia, es una pena.

El camino fue tranquilo, los sirvientes saludándome como de costumbre, bajando por las largas escaleras hasta que por fin lleguen a la sala principal y de hay al comedor.

Al entrar a la habitación pude ver a mi padre sentado junto con su concubina actual y mis 3 medio hermanos, bueno de echo 2 son medio hermanos. Solo una de ellos es mi hermana de sangre.

"Siéntate"

Sin perder tiempo hice caso a sus palabras así sentándome del otro lado de la mesa quedando frente a el.

"¿Querías hablar con migo padre?"

Su siempre rostro estoico no cambio ningún segundo, no debería ser algo de importancia si es que se mantiene de esa forma.

"Supongo que no has escuchado las actuales noticias del reino"

"¿A qué te refieres con Noticias?"

"Parece que no has escuchado nada..."

Mientras dejaba salir esas palabras un sentimiento de tristeza lleno toda la sala.

Por su tono algo serio sucedió, estos segundos de silencio en su largo intento por decir aquella palabras parecían eternas y largas horas.

"El día de ayer encontraron muerta a la sacerdotisa de la Luna"

Aquellas palabras cayeron en mi como un balde de agua fría.

Aparte de ser una las más importante personas y una sabía de aquella gran religión, la actual sacerdotisa era una amiga mía muy cercana.

El echo de que ella este muerte no solo es una noticia triste, si no que no puede llevar a una guerra entre la Iglesia y el reino. Ahora sí ellos no encuentran una nueva sacerdotisa para antes de la llegada de la luna todos estaremos en un gran problema.

"Nuestra familia ha estado siempre en buenos términos con la iglesia y para no perder este estatus vamos a entablar una relación aún más cercana."

"¿A que te refieres?"

"Tu hermana..."

"Esperas, estas diciendo que ella va a..."

"En efecto querido hijo, ella va a ser la nueva sacerdotisa de la iglesia de la Luna"

"Eso significa que va a morir".

"Es un precio que ella está dispuesta a aceptar."

"¿¡Si quería sabes que es lo que ella quiere!?"

"..."

Un silencio sepulcral termino con todo el sonido del comedor y sin esperar a su respuesta salí de la habitación.

Fin del capítulo.