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Rhett actualidad:



La academia de ingreso normalmente termina tarde, así que termino regresando a casa de noche donde según mamá "los demonios despiertan" esta frase lamentablemente me plasma una sonrisa en la cara ¿Demonios? Donde cree que estamos ¿En la biblia?

Mi madre siempre fue una persona bastante espeluznante en cuestión de apariencia. Siempre llevando una falda alisada, larga y negra, junto a una especie de blusa o intento fallido de esta. Sigo caminando apresurando el paso para llegar más rápido a casa. Termino trotando de camino a mi hogar, comienzo a concentrarme en las tareas que me faltan hacer y los aportes de los días que fui a la iglesia. Baba me pidió hace un tiempo que tomé notas de cada reunión con los elegidos.

Mientras seguía concentrado en los aportes de la iglesia piso en falso y caigo sostenido de mis brazos y rodillas. Agradezco que no haya absolutamente que no haya nadie más, me levantó casi riéndome por mi torpeza. Al levantar mi vista me encuentro con unos de esos ojos color azul , tan preciosos como el mismo cielo.

Es una mujer, sus facciones de la cara son tan preciosas, es el ser humano más hermoso que haya visto nunca. Sus labios son gruesos, nariz pequeña y delgada, pestañas largas y pobladas. Por último su hermosa melena dorada, brillante a pesar de estar oscuro. Termino de analizar al ángel que tengo en frente.

Caigo en cuenta que la estoy mirando mucho y el ángel me sonríe, es una sonrisa que no pude descifrar, pero podría compararlo con como un cazador mira a su presa. Sus ojos me repasaron de pies a cabeza y yo ni siquiera terminaba de levantarme. Comencé a sentirme estúpido de estar simplemente a medio parar, me levanto como idiota.

Ahora es ella quien tiene que mirar hacia arriba, no tenemos tanta diferencia de altura pero es la suficiente como para que ella tenga la obligación de subir la mirada si quiere verme a los ojos. Sigue con la misma sonrisa y su mirada no ha cambiado. Vuelve a repasarme con la mirada y lame sus labios. Ahora me mira con ¿Deseo?

No. Simplemente no, debería disculparme con Dios por mis pensamientos ahora, pero verla ahora me hace sentir más ¿libre? No sé cómo explicarlo pero por primera vez tengo ganas de sentir algo más en esta aburrida y monótona vida mía.

Me fijo en su ropa y mis ojos se oscurecen al tomarle importancia a lo que está usando. Lleva una falda con pliegues corta, muy corta, también está usando una especie de corset negro y lleva algún tipo de collar parecido al de un gato, le agrega al collar unas cadenas con frases sexuales. Tiene zapatos negros despintados, unas medias de rayas hasta encima de la rodilla, no lleva nada de maquillaje, se siente como si se hubiera lavado la cara recién.

-Me miras demasiado niño ¿Tengo algo en la cara?-interrumpe mi inspección haciendo que de un pequeño salto-Admito que también te he mirado bastante, así que estamos a mano ¿Puedes dejarme pasar?

-¿Eh?-no me había dado cuenta de que le estaba bloqueando el paso-Lo siento.

Ella se queda mirándome unos segundos antes de volver a sonreír:

-Claro niño, cuídate-me da una mirada para que me mueva.

-Oh, si claro-me aparto rápidamente del lugar para que ella pase.

Siento ganas de preguntarle algo más, algo me dice que no deje que se vaya, siento algo. Tengo miedo porque no se porque lo siento si acabo de conocerla.

Ella se va y la veo alejarse mientras un sentimiento extraño se aloja en mi pecho ¿Nostalgia?




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Corto pero sirve, nos vemos en el próximo capítulo.

-adiós, Nadia

EDEVANE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora