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Todo pareció ir bien luego. Pero como ignorar un evento así?

Dos.

Cada vez que escucho su risa, escucho sus sollozos, y solo me pregunto, no sería mejor dejarlo todo?
Pedirle que deje de llamar, olvidar que alguna vez existió, que me hizo sentir.

Intente ver a otras personas.
Las chicas aún me parecían atractivas.
Hablé con algunas, coqueteé con otras.

Alex fue la única que recibió de buena manera mis cumplidos.
Atlética, su cabello iba constantemente amarrado en la parte posterior de su cabeza, el sudor pegaba pequeños mechones a su frente, un poco más alta que yo, era una chica, muy alta.
Se despidió con una sonrisa de disculpa cuando el entrenador se la llevó.
Pero no sentí nada.
Faltaba aquel tirón en el estómago que me quería hacer vomitar.
"Mariposas en el estómago"
Creo que parecen avispas buscando perforarme.

Vi a los chicos.
A Jonh, un compañero que se sentaba a mi lado en los proyectos en grupo porque no tenía amigos, y Anne se había alejado, así que yo tampoco los tenía

A otros deportistas como Lexandre, el hermano de Alex. Era alto, musculoso y narcisista. Solo me hizo querer apartar la vista.

Vi hasta a Dimitri y su hermano, chicos que parecen y tienen la vida resuelta, inalcanzables para chicas, y en mi caso, chico.
Los dos llevaban en sus rostros aquella sonrisa peculiar que enganchaba a las personas, invitándolos a ver un poco más, el hoyuelos que solo se marcaba en el menor, Dimitri, sus ojos igual de penetrantes, su piel igual de tostada, sus dientes igual de blancos..

¿Qué?

Sacudía la cabeza desconcertado, aquel sentimiento de incomodidad volvió a apoderarse de mí.
Recordé al chico misterioso de cada llamada.
Como pude querer olvidarlo?

Paré de ver a los chicos, y chicas.

Esperé su llamada como en cada noche. No llegó.
Pensé en llamarlo yo mismo, pero el temor de encontrarlo como ayer me hizo desistir.

Y ocurrió de nuevo, y ya había pasado cerca de una semana,  lo llamé al tercer día, al cuarto día ya estaba en pánico.

Vi su número, y vi el papel, buscando algún error.
Y vi su letra.
"Llámame"
La última vez que ocurrió esto el me buscó.

Y fui viendo cada detalle en aquel colegio, comparé las letras en los proyectos ajenos  para encontrar alguna similitud, saqué hojas de exámenes de los basureros, le pregunté a algunos profesores.
Solo una reconoció aquella letra.

– Profesora Lizza!– ella volteo con una sonrisa larga. Le ofrecí la pequeña nota.
–Sabe de quién podría ser esta letra?

Ella era profesora de idiomas.

Un pequeño "oh" salió de sus labios luego de analizar la nota, casi creí que me iría sin nada.
–Sí, es imposible no reconocerla, es una letra difícil de olvidar, un alumno.. que estudia francés, siempre se queda dormido, pero es el mejor de la clase, lo puedes creer?– una risita acompañó la última frase.

Mis hombros se tensaron, contuve el aire hasta que mi cuerpo ya lo reclamaba, no pude evitar arrancarle el papel de sus manos, no pareció ofenderse por aquello.

– Su nombre es..– Fuimos interrumpidos Por un Dimitri caminando muy agitado hacia nosotros, su cabello estaba más desordenado que de costumbre y sus ojos se posaron en mí por un rato.

– Disculpe la interrupción profesora, Je n'ai pas pu m'empêcher d'écouter leur conversation, je m'excuse, mais ce serait mieux si je gardais le nom du propriétaire des paroles silencieux.– se despidió con un asentimiento de cabeza y salió corriendo de allí.

Drown in tearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora