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—Está bien, déjame comenzar. — dice Shuhua, moviéndose en el asiento de cuero. —Sólo diré que realmente no necesitamos estar aquí. Mira, hemos estado casadas por cinco años.
—Seis. — Soojin corrige desde el asiento de cuero junto a ella.
—Cinco o seis años. — asiente Shuhua. —Y esto es como un chequeo para nosotras, una oportunidad de hurgar alrededor del motor. ¿Quizás cambiar el aceite? Reemplazar uno o dos sellos. — Ella propone.
—Muy bien entonces. Vamos a abrir el capó. — Su consejero dice. —En una escala del uno al diez, ¿Qué tan felices están como pareja?
—8. — Soojin responde con confianza. Sin una gota de vacilación.
—Espera, ¿10 siendo totalmente feliz, y 1 siendo completamente miserable o...? — Shuhua pregunta.
—Sólo responde instintivamente.
—Está bien. — Shuhua chasquea la lengua entendiendo, mirando a su esposa. —¿Lista?
—Lista.
—8. — Ellas responden simultáneamente.
Observan mientras él escribe algunas cosas en su bloc de notas antes de volver a mirarlas.
—¿Con qué frecuencia tienen relaciones sexuales?
—No entiendo la pregunta. — Soojin dice.
—Sí, estoy perdida, ¿Es esto una cosa de 1 a 10?— Shuhua pregunta.
—¿Es 1 muy poco o no es nada? Porque técnicamente hablando, nada sería 0. — La coreana dice.
—Y si no sabemos cuál es 1, ¿Cuál es 10?— Shuhua agrega con una risa nerviosa.
—Sí, porque es 10 como ... constante?
—¿Implacable?
—No parando por...
—¿Nueve horas?— Shuhua levanta una ceja interrogante.
—No es un escenario de 1 a 10. Es una pregunta básica. ¿Con qué frecuencia tienen relaciones sexuales?— El hombre pregunta con impaciencia.
Las dos lo miran en silencio, inseguras de cómo abordar la cuestión. El hombre levanta una ceja a cambio.
