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El camino de regreso a casa es completamente silencioso. Cada célula de su cuerpo se siente adormecida. Agarra el volante con fuerza como resultado de estar tensa. Es difícil precisar lo que siente.
Ella sabe que debería dejarlo ir, tal vez tomar una ruta diferente a casa, pero no quiere.
Todo en lo que ella puede pensar es en Shuhua.
Su amor fue peligroso desde el principio. Construido a partir de una base de mentiras no sólo de su parte, sino también de Shuhua. Como un fuego furioso que seguramente se convertiría en una explosión.
Soojin se regaña por enamorarse de ella en primer lugar. Debería haber apagado el fuego incluso antes de que comenzara, ahora ella es la que se quema al final.
Cada beso sólo se agrega a las llamas. Cada toque persistía como una quemadura contra su piel.
Cada vez que Shuhua la sostenía en sus brazos era el equivalente a enredarse con alambre de púas.
Está claro que Soojin nunca aprendió. Estar con Shuhua era el dolor más placentero que había experimentado en su vida.
Si una cosa estaba clara, era que a Seo Soojin le gustaba jugar con fuego.
Es un sentimiento extraño realmente. No ha sentido pena por nadie desde que tenía cinco años. Es porque se ha estado entrenando para no sentirlo por tanto tiempo.
Se sentó sola en una mesa para dos en un restaurante conocido como La Vie en Rose. Un vaso de vino blanco en la mano. Un vestido negro que abrazaba su cuerpo de la manera correcta. Su cabello negro en perfectas ondas por su espalda. ¿Y para quién?
Limpiando la solitaria lágrima, ella hace todo lo posible para no pensar en ello. Tal vez es porque ella la amaba.
Siente una presencia detrás de ella, seguida de una mano cálida y familiar, toman su copa de vino y le vierten un poco más. Cerrando los ojos, la comisura de sus labios se alzó en una pequeña sonrisa.
Por supuesto.
Ella la subestimó.
—Disculpe por interrumpir éste momento. Pensé que simplemente iría. — Shuhua sonríe mientras se presenta. —Tengo un último problema que enfrentar.
Tragando sus sentimientos, Soojin le devuelve la sonrisa. —¿Cual es?"
—Quiero el divorcio.
—Me gusta. Me lo propusiste aquí, así que tiene un significado de simetría.
—Pensé que lo haría. — Shuhua asiente caminando hacia la silla frente a Soojin. —¿Me puedo sentar?
