Estoy dispuesto a poseerte | Xicheng

Tienes que querer ser mío

-Mírate ahora. -El Lan le susurró al oído. -Tus ojos estaban llenos de desprecio hace tan poco, y ahora ni siquiera puedes contener tus gemidos.

Tenía sus manos alzadas, atadas al marco de madera de la cama por su propia zidian púrpura; arrodillado sobre la cama, apenas sosteniendo su cuerpo temblando; los pezones rosados e hinchados de haber sido apretados tanto; sus piernas y estómago llenos con presemen y lubricante. La mano derecha de XiChen masturbaba su erección lentamente, cuya punta parecía no estar más cubierta por el prepucio. Mientras tanto, su mano izquierda se movía en el mismo paso lento de atrás hacia delante, frotando el vibrador contra su próstata. A-Cheng gemía, sintiendo el juguete un nivel más intenso, sus piernas a nada de ceder.

Su dueño suspiró sonriéndole a través del espejo posicionado frente a ellos. -Que bella vista. ¿No estás disfrutándolo un poco mucho? Vamos. Dilo. Pídeme que entre dentro de ti. Estás listo para mí. Puedo sentirlo. Pídele a tu dueño. - Su pulgar presionó la vena que alimentaba de sangre a su segunda cabeza.

Aunque no estaba amordazado, no podía hablar coherentemente, sólo sacudiendo su cabeza para negarse. -Bien, si quieres jugar rudo. -El vibrador fue sacado y apagado. Su otra mano dejó de tocarle. -Sólo tengo sexo con gente que me desea. Si no quieres esto, entonces no continuaré. Pero no te ayudaré con esto tampoco. -Pellizcó el prepucio ligeramente y lo soltó. -No esperaba que creciera tanto. Ya veo porque tienes tanto ego. Toda esa hombría. -XiChen le dejó un beso tras su oído. -Una pena que no me quieras. Vendré a bajarte luego de que no estés duro.

Con ninguna intención de retractarse de su palabra, XiChen se encaminó a la puerta. Jiang Cheng no pudo resistirlo.

-Espera, -le dijo tomando a zidian para levantar su cuerpo un poco. Se sentía necesitado, su interior quemaba por sentir ese placer de nuevo. Si no lo atendía, sería el peor caso de bolas azules que había tenido. Cerró sus piernas pero sólo hizo que su erección resaltara más.

-Estoy escuchando.

-Hu... Huan Zhu... pon... -Su cabeza cayó lánguida. -Por el maldito Dios, termina lo que empezaste, sé un hombre. Haz algo. Si tanto querías violarme, hazlo.

-Ahí es donde te equivocas. -El Lan mayor se dio la vuelta acercándose de nuevo. Usando los mismos dedos fríos, levantó su barbilla. -Si quisiera violarte, ya lo hubiera hecho. Estoy acostumbrando tu cuerpo lentamente para que me tomes dentro. Quiero que me desees. Y es esta misma naturaleza tenaz y forzosa que tienes que me ha llevado a este punto. Nunca he querido tanto domar a un león. Incluso si por ti soy mordido. Serás mío. Pero tienes que quererlo. Tienes que querer ser mío. No te castigaré, pero no te daré tus recompensas. No he hecho una cosa que te lastimara hasta este punto y hasta te he puesto así. - Sus manos volvieron a tocarlo. -Quiero que esa boca sucia tuya gima mi nombre, no que me insulte. Y cuánto tarde, esperaré. Porque la paciencia es mi virtud, aunque no lo parezca.

-¿Cómo puedo creerme esta mierda? Termínalo ya. O sólo mátame. Este tipo de tortura no puedo resistirla.

XiChen suspiró profundamente. -Tu deseo es mi orden entonces. -Se paró y le liberó de las ataduras de zidian. Jiang Cheng cayó hacia adelante, siendo atrapado por un fuerte brazo. Y justo cuando pensaba que sería liberado, su caída fue acolchonada por una suave cama contra su espalda.

Los muslos de XiChen fueron por debajo de sus piernas abiertas en lo que el hombre se desnudaba de la cintura para arriba. Músculos duros y fuertes fueron revelados. Su espalda ancha cerró la distancia entre sus cuerpos, sin permitirle a los ojos de Jiang Cheng atiborrarse con la vista tan espectacular. Cada músculo que sus ojos podían ver estaba bien mantenido, la cara de XiChen flotaba sobre la suya, su trenza cayendo al costado de la cabeza de Jiang Cheng. -Qué pena que no pueda besarte en los labios. -Se inclinó lo suficiente como para que su ligero aliento a menta enviara señales cálidas y heladas sobre los labios del menor.