15

1.3K 178 38
                                    

Hola~ ¡La escritora volvió!♪ \(^ω^\ )
Antes que nada, quiero advertir que encontrarán contenido +18, están avisadxs. Sin más que decir, disfruten el capítulo, lxs amo♡


××××××××××××××××××××××××××××××××



Hyunjin reaccionó en el momento que estaba encima de Seungmin sobre la cama, ambos con su ropa aún.

Se alejó de los labios del Omega y éste abrió los ojos. Los tenía más brillantes de lo normal y sus pupilas estaban dilatadas. Hyunjin estuvo a punto de volver a besarlo al darse cuenta de lo tan hermoso que se veía, sin embargo, se salió de arriba de él, bajo su atenta mirada. Seungmin no estaba en sus cinco sentidos, por lo que no podía tener sexo con él. Luego lo tendría acusándolo de que nunca quiso hacerlo, de que fue un error y que era su culpa.

No estaba dispuesto a aguantar nuevamente eso.

–Hyunjin... ven, no te vayas –pidió en una suplica, también levantándose de la cama.

Hyunjin retrocedió mientras que Seungmin se acercaba a él. Se notaba perfectamente que el celo había dominado cualquier parte coherente de su mente. Hyunjin sabía que no estaba muy lejos a estar como él, en cualquier momento el aroma y la insistencia de Seungmin también lo abrumarían y terminaría perdiendo la coherencia. Por lo que era mejor que se fuera antes de que ocurriera. Pero tampoco quería dejarlo solo y sufriendo por el jodido celo. Su Alfa se negaba rotundamente a abandonar a su Omega.

Ni siquiera se dió cuenta en qué momento sucedió, pero los labios de Seungmin estaban nuevamente sobre los suyos, y cuando notó que lo estaba dominando, pasó a ser él el que estaba al mando. Lo colocó contra la pared y lo besó con algo de brusquedad, escuchando como gimoteaba.

–Seungmin –susurró cuando pudo separarse. Abrió los ojos y el castaño también lo hizo. Quiso alejarse, irse de ahí porque luego el Omega estaría arrepentido, pero no pudo al sentir el aroma de Seungmin. Lo tanto que hervía su piel debajo de sus toques. No era tan fuerte como para marcharse–. Debo ir a-

–¡No te vayas! –lloriqueó con desesperación–. No te vayas, Hyunjin...

–Seungmin, debo ir a decirle a Irene que tiene que irse. No podemos dejar que se quedé aquí mientras estás en celo.

–¡No te vas! –sentenció el castaño obstinadamente, para luego volver a juntar sus labios con los del Alfa. Hyunjin lo tomó de la remera bruscamente y lo dirigió a hacia la cama para dejarlo acostado allí, él estando encima del Omega.

Escúchame –dijo, separándose y usando su voz de Alfa. Seungmin lo miró atento y gimoteó–. Iré a decirle a Irene que tiene que irse y luego vuelvo. Te quedas aquí, ¿si? Serás un buen Omega y te quedarás aquí lo más tranquilo posible para que luego yo te dé lo que necesitas, ¿verdad?

Seungmin asintió repetidamente de manera obediente, más que nada debiéndose a la voz que utilizó en él. Hyunjin sonrió y se acercó para robarle un último beso brusco. Luego se alejó y salió rápido de la habitación. Se encontró con Irene en el pasillo y le dijo acerca de Seungmin y su celo, y gracias a Dios la mujer Beta enseguida entendió y pidió que cuando acabara, la llamara para que pudiera regresar.

Se tomó un par de minutos antes de volver a entrar. Luego tendría que atenerse a las consecuencias que traería todo esto. Una de ellas, los reclamos de Seungmin. Negó con la cabeza y se dijo que luego pensaría en ello, dejaría que su Alfa se hiciera cargo de la situación, se hiciera del Omega que lo necesitaba y luego... que pase lo que tenga que pasar.

«𝑴𝒐𝒓𝒅𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒒𝒖𝒊𝒗𝒐𝒄𝒂𝒅𝒂» | °𝙃𝙮𝙪𝙣𝙈𝙞𝙣°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora