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El miedo la consumía...¿Acaso una mujer podría abusar sexualmente de ella? En su caso son cuatro.
— ¡Mmhg! Quita tus estupidas manos de mi ~ — Casi nada entendible por haberte puesto una de sus corbatas en tu boca, tan solo forcejeabas, ya te tenían en la cama con las piernas abiertas, por suerte con tu falda pero por mala suerte Lisa entre ellas.
— ¿Mm? ¿Que dijiste putita? — así fue. Lisa estaba entre tus piernas y de un momento a otro haciendo presión con su rodilla derecha en tu íntima.
La que estaba al mando pidió a una de sus amigas, Jisoo, quien se ocupaba de grabar y qué ahora le diese el celular para mostrar el contacto de su rodilla. Pudo ver desde la pantalla de aquel aparato tus muslos interiores temblando, las piernas abiertas a ella, tus bragas blancas y los movimientos circulases que hacia.
Arqueaste la espalda por su repetitivo movimiento circular que inconscientemente hacia contacto con tu clítoris la cual hizo que te diera un tipo de escalofrío leve de tu estómago a gran parte hasta los brazos, sin poder evitarlo soltaste un gemido.
— ¿Eso te calienta, no es así?— bruscamente te levanta las piernas hasta que tus pies estuvieran en un solo hombro para poder sacarte las bragas hasta solo los muslos, pero desde esta vista se podía ver la cavidad anal.
— Se ve que eres apretada. T/N...creo que te dolerá aun así no tengamos una mierda entre nuestras piernas — Dijo para luego Jennie para quitarte la corbata de tu boca y esta al estar suelta cayera a tu cuello.
Sin previo aviso esta unió sus labios a los tuyos de una manera muy sucia y lujuriante que podías sentir su lengua recorrer por tu cavidad bucal, el ruido que hacia este era el sonido de sus labios mover. Al separarse un hilo de saliva era la única unión para luego romperse.
— Quítate — continuó para que luego Lisa dejara de hacer lo suyo y dejar a manos ahora de Jennie. La de las dos mechas rubias se desabrochó la cremallera de la falda para retirarla rápido junto sus bragas y posicionarse entre ti.
— Bien...es obvio que eres virgen así que solo observa porque luego lo harás con las demás por ti sola. — Ahora dijo Rosé detrás tuyo ya que se encontraba sujetador tus manos a la cama.
Pero Jisoo tampoco no pasaba desapercibida. Se encontraba jugando con su boca con tus pechos como si fuera el mejor postre que había probado, además con sus grandes manos estrujaban tus pechos con fuerza.
— ¡Aah~ no quiero, déjame!— gritaste ya desesperada al tan solo sentir algo caliente tocarte en tu intimidad en un vaivén de adelante y atrás.
— Ah...mierda — se empezó a mover más rápido y ahora se puso encima tuyo sin aplastarte. Jurabas que se sentía como es que se movía, sus labios vaginales se tocaban con los tuyos y a propósito ponía mas dureza para que lo sintiera más. — No sabes cuándo me traes loca Mhg~... se siente muy bien, ¿Te gusta~...?
