SITUACION DELICADA Y UNA PAZ INTERIOR

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SITUACION DELICADA Y UNA PAZ INTERIOR

Los meses transcurrieron normalmente, Linka seguía con los trabajos en su despacho, de vez en cuando sus hermanos la llamaban para saber que era lo que pasaba con sus casos. Donde la peliblanca resolvía todo sin problemas y les daba aviso en todo momento.

Tuvo un caso donde tenia que defender a un cliente donde debía recibir parte de la herencia por su difunta madre. Estuvo un poco complicado, pero no hubo muchos problemas para que ganara el caso.

En cuanto a sus asuntos fuera del trabajo, su relación con Ron iba floreciendo de poco a poco en donde el latino y la peliblanca se volvían mucho más unidos. En cuanto a los pequeños León y Lidia, seguían en sus vidas, en el caso de Lidia, estaba contenta porque su madre había conseguido ha alguien a su lado. León también lo estaba y se estaba empezando a llevar mucho mejor con el latino.

En la actualidad nos encontramos con Linka en su hogar descanso en su sofá luego de regresar del trabajo. La comodidad y la tranquilidad hacían presencia para que la peliblanca se durmiera, sin embargo, eso se vio interrumpido por un mensaje recibido en su teléfono.

Era su madre quien había escrito lo siguiente:

Hija, el fin de semana me gustaría que vinieras, porque tengo algo muy importante que decirte... Además de que me gustaría que trajeras a León y Lidia para que pudieran acompañarnos a todos.

Al terminar de leer ese mensaje dejo a la peliblanca con un poco de dudas sobre lo que su madre le acaba de escribir. Bueno... ya lo sabrá en su momento cuando este ahí, por ahora debía relajarse un poco antes de que llegaran los pequeños de sus salidas.

"(Nunca pensé que todo terminara así, pero alegra que por fin haya terminado y poder vivir tranquila... Aún recuerdo todo como si fuera ayer... Fueron tiempos un poco difíciles y sombríos, desde trabajar, cuidar a los niños, ocultarme de las autoridades, enfrentarme a casos complicado... Sin duda que mi vida es un desastre de proporciones épicas.

Aun así, no me arrepiento de nada si al final tengo todo lo que necesito y que me hace feliz... pero... porque siento que algo va a pasar.)" Pensó la peliblanca.

Ese presentimiento llego de golpe en la mente de Linka, quien se preguntaba porque llego de esa manera tan repentino.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos con la llegada de los pequeños.

"Ya regresamos." Dijo León.

"Que bien chicos, ¿Qué tal les fue?" Pregunto la peliblanca.

"Estuvo un poco aburrida la reunión, lo único interesante de todo fue que tuvimos que empezar con las rondas finales." Dijo León.

"Y ese juego lo pintaban como la octava maravilla del mundo, pero termino siendo un cliché de lo que habían hecho anteriormente." Dijo Lidia.

"Me han tocado ver casos así. Bueno, vayan a lavarse la manos en lo que yo preparo el almuerzo." Dijo Linka y los pequeños obedecieron.

El timbre de la casa sonó. "Me pregunto quién será."

Abrió la puerta y como de costumbre era Ron Santiago, quien venia a visitarla muy seguido.

"Hey Linka, ¿Cómo va todo?" Pregunto el latino.

"Hola Ronnie, todo va bien y estaba por hacer el almuerzo, ¿Quieres pasar?" Invito la peliblanca.

"Claro, gracias." Entro el latino.

Ambos fueron a la cocina donde comenzaron a cocinar, pero como si un rayo le cayera a la peliblanca, ese mismo presentimiento le estaba haciendo estragos nuevamente. El latino noto eso por la reacción un tanto inesperada.

La Vida de Linka Loud. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora