Su nombre es Johnny [ Dracnathan]

01: Le bal des chats

Limpiando los rastros de su llanto con agua fría, la mujer pálida se miró de frente en el espejo de baño con un mal sabor de boca, no sabiendo si sentirse feliz, enojada, triste o aterrada ante la situación. Un revoltijo de emociones.

Una sonrisa penosa se formó en sus labios recordando que no tenía reflejo, solo viendo la pared rocosa de la habitación.

Aunque lo único que tenía en claro era una solo cosa por el momento. No dejar que descubran qué el pelirrojo era un humano, en esos momentos era un peligro que se supiera eso.

Trago saliva mirando el pedazo de espejo que tenía frente, pensando. ¿Cómo le había hecho para hacer pasar a Jonathan por un vampiro? Ni siquiera recuerda exactamente como se le ocurrió pegarle colmillos en sus pobres dientes humanos.

A decir verdad debían darle un premio por ser tan buena actriz.

Sonrió con suficiencia pensando en todas las mentiras que tendría que recordar para que la mentira fuera eficiente y mantenerlo vivo por unos días en lo que planeaba más a fondo su divorcio.

Porque estaba claro que tendría que divorciarse del conde que por muchos años, aún es su esposo. Una mueca se formó en su rostro inundándose en una cálida nostalgia. Tal vez se divorciaría, pero no significaba que le dejaría las cosas fáciles al humano, claro que no. Daria guerra de ser necesario.

Sabiendo que tal vez tendría las de perder, haría su esfuerzo.

Un jadeo escapó de los labios pintados de negro cuando aquella llamarada de cabellos pelirrojos se distinguió de los demás. Su corazón casi muerto se detuvo y la respiración innecesaria paro, con las manos hechas puño, no hizo más que correr en dirección al peligro cubierto de pecas.

Girando de una manera completamente descomunal, dentro de aquella puerta giratoria le atrapó.

Sus ojos se agrandaron ante la vista aquel joven. Peligroso, definitivamente peligroso.

— ¿Quién eres y cómo llegaste aquí?— cuestiono de manera firme y severa la mujer . Un extraño escalofrío le recorrió el cuerpo no sabiendo el por qué.

Tenía un mal presentimiento. 

—me llamo Jonathan— le escuchó decir su nombre de forma respetuosa a la mujer, señalando a sí mismo para aclarar innecesariamente —estaba haciendo alpinismo con unos chicos, cuando uno de ellos habló sobre un bosque embrujado— comenzó a relatar recordando con exactitud la razón por la cual su presencia, una sonrisa surco sus labios recordando con emoción — Y, pues, ¿Quién no quiere ir a un bosque embrujado?— cuestiono escéptico —pero mientras caminaba me distraje  y caí, me encontré con unos hombres en llamas super cool y los seguí, eso me trajo hasta aquí— señaló el piso, sin notar realmente la gravedad del asunto.

La mujer de cabellos bruno sintió su cuerpo temblar y cosquillear, no sabía si realmente decía a verdad o aquel chico de tez manchada le mentía.