Pesadilla

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Narra ______

Corría sin rumbo por un callejón, podía ver mi al redor como si estuviera iluminado por el sol siendo una noche cerrada aquel momento, vi como unas sombras se acercaban cada vez más a mí y el cuerpo de un chico se ponía delante cortando mi camino, no tenía rostro solo podía ver una nube negra ocupando su lugar, sentí como las manos de dos hombres me agarraban de los brazos y piernas inmovilizandome, estaba aterrada pero no me salía la voz para gritar, lloraba pensando que en cualquier momento mis padres aparecerían en mi rescate, pero no fue así. Volví a estar atada en una furgoneta negra, no sabía dónde estaba yendo, no sabía si llegaría viva a la mañana siguiente, no podía pensar con claridad, el miedo me abrumaba junto con la ansiedad; de repente el escenario cambió estaba en un cuarto sin luz, escuché pasos y vi...

-¡Ya llegamos mi niña hermosa!

Me levanté asustada por el grito de mi padre y aquella pesadilla que me resultaba extremadamente familiar, eran las 4 am, me conecté desorientada a unos cuantos altavoces de la casa ya que con suerte estaría al lado de alguno.

__: Papá... ¿¡No puedes decírmelo cuando no sean las 4 de la mañana!?

P: No, sino la magia de despertarte y asustarte se rompería -dijo entrando a mi cuarto- y no sabes lo que me río cuando eso pasa.

M: Parece que seas tú el niño de esta familia.

P: Nunca pierdas a tu niño interior como dicen.

__: ¿Me dejan dormir? -dije con un tono enfadado.

P: Bueno... -salió de mi cuarto para volver a entrar rápidamente, abrazarme y darme un beso en la frente- te echamos de menos, descansa.

__: Y yo a ustedes -le abracé de vuelta.

Tras él salir no pude dormir, simplemente estaba mirando al techo pensando en aquel chico que me había reconocido en la USJ y yo a él. Fue entonces cuando recordé de que me sonaba aquel mal sueño, no había sido influencia de ninguna serie o película como quise pensar al principio, me había ocurrido de verdad, tenía 10 años, el peliblanco que cubría su cara con una mano tendría sobre unos 13 o 14 por su aspecto y lo único que recuerdo es estar en un cuarto a oscuras durante un día o dos, sin comer y prácticamente sin beber, hasta que unos héroes me rescataron junto con mis padres; un escalofrío recorrió mi cuerpo poniéndome la piel de gallina con ese recuerdo que había borrado de alguna manera años atrás.

Unos días después

Me levanté de la cama con una cara horrible, ya que hacía unos días no había dormido ni un solo minuto, mis progenitores pudieron notar que algo estaba mal, preocupándose e intentando convencerme para quedarme en casa ese día, pero como de costumbre no les hice caso y fui a la UA. Al llegar vi a Mic entrando por la gran puerta, no le di mucha importancia porque realmente solo quería llegar a mi aula e intentar dormir antes de clases, pero no fue así; al entrar al aula ya había gente hablando y solo pude rodar los ojos deseando que acabara la jordana lectiva.

A la hora del almuerzo me quedé en el salón, con la cabeza apoyada en la mesa mirando hacia la puerta y los brazos colgando, vi como se abría lentamente y entraba mi tutor.

-Deberías estar en el comedor.

-Déjeme quedarme aquí por favor, solo por hoy.

-Oye, ¿te encuentras bien Fujioka? -dijo mientras se acercaba a mí- sueles tener ojeras pero desde hace unos días tienes muy mala pinta -levantó unos mechones de pelo- ¿tienes problemas en casa? Sé que te quedas sola largos periodos de tiempo, ¿te está afectando eso o es algún tema a parte?

My favorite listener!! Present Mic x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora