Donde nadie nos vea ( Nash Grier y Cameron Dallas ) CASH · MAGCON

Capítulo 1

Me levanté después de posponer la alarma del móvil por enésima vez.

 Me miré en el espejo y las ojeras habían vuelto a aparecer, necesitaba dormir, descansar y relajarme. Pero eso era imposible, la película que estábamos rodando Cameron y yo se estaba llevando todo mi tiempo, hasta había olvidado comer en muchas ocasiones.

Me quito la camisa y los bóxers negros y me contemplo de nuevo en el espejo, se me estaba empezando a notar la falta de ejercicio en el abdomen, necesitaba urgentemente que el agua caliente dejara mi mente en blanco, aunque solo fuera un rato.

-           Voy a desmayarme, te lo juro. – Grita Cameron golpeando la puerta del baño.

A él le costaba mucho más que a mi despertarse por las mañanas.

-          Ahora salgo. – Digo enrollándome la toalla en la cintura.

-          No entiendo porque cierras, me voy a mear encima de tu cama.

Yo tampoco sabía muy bien porque había vuelto a la costumbre de cerrar la puerta del baño, Cameron,  los Jacks y yo llevábamos viviendo juntos desde verano y he de admitir que al principio cerraba la puerta siempre detrás de mí, pero poco a poco mear con Cameron o Jack al lado no me molestaba en absoluto, pero hace unos meses todo cambió…

-          Por fin. - Dice Cameron levantando la tapa del retrete de un golpe.

-          Buenos días a ti también eh. – Le digo mientras me dirijo a mi habitación.

Después  de vestirme y peinarme un poco desbloqueo mi móvil y me paso mi media hora habitual en leer y releer todos los tweets, se me hace muchas veces pesado pero he de admitir que muchos de los mensajes me sacan  sonrisas e incluso alguna carcajada.

Lleno mi bol con leche y le echo un puñado de mis cereales preferidos fruity pebbles, no podría vivir si esta mierda.

-          Buenos días cielo. – Cameron me besa en la mejilla.

-          Que haces estúpido, deja de hacer eso.-  Le digo mientras se ríe y se prepara una taza de café.            

Me paso la mano por la mejilla secándome cualquier resto que haya podido dejar.

Algo demasiado raro noto en el estomago  cuando hace eso, o cuando dice eso… La vedad es que no se por cuál de las dos cosas mi estomago reacciona así, pero no me gusta esa sensación, lo que sea que mi tripa intenta decirme, no me importaba una mierda.

-          No puedo más, y estamos a miércoles…  Necesito dormir. – Dice Cameron sin separar la vista de su iphone.

-          Losé, pero ya queda menos, espero que nos dejes este fin de semana libre.

-          Eso sería genial, ojala.

Cameron deja la taza en el mármol torpemente sin levantar la vista del móvil.

Me termino los cereales observando cómo sube las escaleras, lleva puestas las bambas vans que le regale y al darme cuenta me es imposible no sonreír, le queda genial cualquier cosa, pero yo sabía que esas bambas le iban a encantar. Lo conozco demasiado, mas de los que él se cree.