Donde nadie nos vea ( Nash Grier y Cameron Dallas ) CASH · MAGCON

Capítulo 27

Tiro a Cameron encima de la cama y observo cómo se pasa la mano por el pelo.

-          Que quede claro que el que te va a follar aquí soy yo. – Dice.

Se levanta de la cama y me coge de los hombros. Pero me resisto, quiero jugar con él.

-          No me has escuchado?. – Dice pícaro.

-          No.

-          Sí que me has escuchado.

Me sonríe y me acaricia la espalda con las manos, las tiene frías pero me da igual. No quiero que pare de tocarme.

Me acerco a su cuerpo y hago que caiga de espaldas a la cama.

Se ríe mientas me subo encima de él.

-          No he escuchado nada. – Le susurro al oído.

Al instante sus manos reaccionan, me agarra del pelo y me besar el cuello. Caigo frenético ante el placer de lo que me provoca esto. Pero necesito más, más intensidad.

 Le agarro la cabeza y hago que se pegue más a mí.

Entiende lo que intento pedirle entre mis resoplidos y aumenta la presión que ejerce en mi cuello.

No pares.

Noto sus manos en mi cintura y cuando me doy cuenta estoy debajo de él. Me tienen acorralado.

-          Desde aquí esto es más divertido. – Dice pasándose la lengua por los labios.  

Me rio y me muerdo el labio.  

-          Ya sé lo que tendré que hacer siempre para que me obedezcas.

-          El qué?

-          Morderte. – Dice mientras pega su cuerpo al mío y vuelve a besarme el cuello.

Noto su mano acariciarme la pierna, empieza a subir y saber a dónde se dirige hace que me ponga mucho mas cachondo de lo que ya estoy.

Me agarro a su espalda en cuento sus dedos buscan hueco por debajo de mi bóxer.

Para de besarme el cuello y me mira antes de atraparme la polla.

Noto su mano descender y gimo. Me muerdo la lengua al segundo y echo la cabeza hacia atrás.

-          Grita Nash, hazlo. Quiero escucharte. – Me susurra en el oído antes de besarme.

Noto su lengua buscar a la mía mientras sigue masturbándome.

Como siga así me voy a correr.

La mano que tiene libre me baja el bóxer y me siento liberado.

No puedo soltar palabra, en cuanto reacciono e intento decir algo noto los labios de Cameron rodearme el capullo de la polla.

-          Oh dios Cameron… - Digo abriendo las piernas. Le dejo espacio para que se coloque en medio.

Su boca asciende y desciende con la ayuda de mi mano enredada en su pelo.

No puedo más, quiero follarlo, necesito hacerle mío.  

-          Ven aquí. – Le ordeno.

Se pasa la mano por la boca y se acerca.

Tiene los labios hinchados y las mejillas rojas, como siempre.

Está jodidamente bueno.

-          Me encanta como te queda este pantalón. – Digo acariciándole la erección por encima de el.