Capítulo 37

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Pego un salto por encima de la cama y corro hacia la puerta.

-          No, Cameron! – Le grito mientras intento abrir la puerta.

-          No te vas a escapar. – Me dice mientras me agarra de la espalda.

Consigo abrir la puerta y salgo corriendo dejándole  atrás.

-          Ven aquí sabandija! – Me persigue mientras se ríe a carcajadas.

Noto el champan mojarme el pelo de vez en cuando.

-          Cameron deja de tirarme esa mierda, que manía tienes eh.

Me doy cuenta de que el pasillo no tiene salida y me detengo en la esquina.

En cuanto me apoyo en la pared los glúteos me rozan con el cristal de la ventana.

Esta jodidamente fría y me ponen los pelos de punta.

Cameron se acerca con la botella de champan en la mano sonriéndome pícaro.

-          Mírate, no te da vergüenza ir con estas pintas por un lugar público? – Dice pasándose exageradamente  la lengua por los labios.

Me miro de arriba abajo.

Tiene razón, como me alguien me vea en bóxers  me moriré de la vergüenza.  Aunque...

-          Y a ti que, no te da vergüenza ir como vas? – Le sonrío mirando su torso desnudo y sus tejanos negros apretados.

Se acerca totalmente a mí y me sonríe mirando a su alrededor.

-          No, a mi no me da vergüenza.

Roza sus labios contra los míos y me hace inevitablemente  cerrar los ojos.

-          Dios me encanta... - Me dice con la voz ronca.

Vuelvo a abrirlos y la forma en la que me esta mirando me la pone dura.

-          El que te encanta?

Se chupa el dedo índice mirándome y me lo pasa lentamente por el labio inferior.

-          Que desees tanto mis labios...

No puedo más.

Le agarro de la mano y me meto su dedo en la boca.

Cierra los ojos al instante.

Me acerco a él, le agarro de la cintura y le pego a mi cuerpo.

-          Cameron sabes que deseo mucho más que tus labios.

-          Si? Dime Nash que quieres, dímelo.

Miro a mi alrededor y el pasillo está a oscuras a causa de la tormenta que ha dejado todo el edificio sin electricidad.

-          Tu cuerpo. – Le paso la mano lentamente por el pecho mientras él la sigue con la mirada.

Pega su frente a la mía y se muerde la lengua.

-          Que parte de mi cuerpo?

Se acerca mí y noto su erección. 

-          Tus manos. – Le contesto excitado.

Le rozo con las llamas, hacía arriba, desde la punta de sus dedos hasta los bíceps.

-          Y que mas? – Me pregunta agarrándome de la cintura.

Donde nadie nos vea ( Nash Grier y Cameron Dallas ) CASH · MAGCONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora