Mi vida con Phineas! Alt Phinbella (Terminada)

Capítulo 12 - Confesiones nocturnas

------------ * Narra Isabella ---------------------

Luego de agradecerle a Phineas y que luego él se fuera, me quede un tiempo más en la cocina. Pensando. Volví a inundarme en el recuerdo de la noche anterior y reviví cada instante. Sentía que podía ver la escena desde fuera.

Está bien, me rindo. Lo quiero. Y es posible que lo haya querido todo este tiempo, pero la Teniente Isabella García- Shapiro siempre tuvo miedo de querer. Querer es una debilidad y tener una debilidad era algo que no podía permitirme. Tal vez por eso disfrace de odio, para hacerme a mí misma la tarea de rechazarlo más fácil.

¿Y ahora qué? Phineas buscaba acercarse a mí y no es que yo no quiera pero ¿Cómo acercarme sin parecer estúpida? Es algo a lo que nunca me enfrenté. Debía hablar con él, seguro, ¿pero cómo?

Pensé y pensé pero no se me ocurría nada, así que decidí ir a dormir. Subí y fui a la habitación de Candace para buscar mi cepillo de dientes. Llegando escuché a Phineas hablarle a Ferb.

-No, Ferb, no ha pasado nada. Después de todo, tengo que dejarla disfrutar la alegría que tiene ahora por Vivian. Ya encontraré un momento para hablar con ella.

Pensaba igual que yo, debíamos hablar. Demonios, ¿de qué mierda voy a hablarle? No se cómo expresar mis sentimientos aun, todo esto es muy nuevo. Y además, ¿Cuándo? Ésta es la última noche aquí, y es casi seguro que durante el día esté en el hospital, ¿será muy tarde luego? Supongo que algo se nos ira a ocurrir.

Entré en mi habitación y busque mi cepillo. Candace ya estaba dormida. Fui al baño, me cepille y volví. Tome mi pijama y me cambie. Me metí a la cama y me acomode para dormir, cerré mis ojos y… nada. Absolutamente nada. Ni una gota de sueño. ¿Ahora por qué no podía dormir?

No sé el tiempo que estuve dando vueltas en la cama. Es posible que haya dormido de a ratos, pero me volvía a despertar enseguida, así que no estoy muy segura de haber llegado a dormirme. Pasado ya un tiempo bastante largo, quizá una hora o dos, escuché ruidos. Alguien se había levantado. Mantuve mi mirada en la puerta y vi pasar a Phineas, restregándose los ojos, en dirección al baño.

Mi corazón empezó a tener un latir extraño, como cuando uno tiene miedo, pero no. Espere un rato mas y escuché el ruido del agua del inodoro, seguido del lavamanos y finalmente la puerta. Oí sus pasos volver y me hice la dormida esperando que volviera a su habitación. Los pasos pararon un momento frente a la puerta de Candace y me puse nerviosa, pero pronto emprendió camino nuevamente y pude oírlo volver a su cama.

¿Por qué habrá parado en nuestra habitación? ¿Podría haber Sido casualidad o lo había hecho por algún motivo en específico? ¿Estaría teniendo dificultades para dormir como yo o estaba durmiendo plácidamente?

No pude oír mucho más y los nervios me habían quitado el poco cansancio que me quedaba, así que decidí bajar a la sala de estar, tal vez podría ver algo en la televisión hasta que me diera sueño nuevamente.

Me levanté de la cama tratando de no hacer mucho ruido y salí al pasillo, pero al ver la puerta de la habitación de los chicos abierta me dio curiosidad, ¿Sería tan malo espiar unos segundos para ver si Phineas ya dormía?

Me dirigí hacia la habitación en puntas de pie, no quería quedar en evidencia con nadie que pudiera escuchar mis pasos. Al llegar a la puerta, escondida, aún decidiendo si mirar dentro o no, mi corazón empezó a latir fuertemente. Me dispuse a mirar sólo unos segundos, me asomé un poco y Phineas cambió de posición en su cama. Me asusté y volví a esconderme. Finalmente decidí que espiando en su habitación no lograba nada, no obtenía respuestas y no solucionaba los conflictos que tenía conmigo misma ni los que tenía con él, sin contar que corría el riesgo de que me descubriera, así que volví al plan original: a la sala de estar.