—Kate, ¿qué es exactamente lo que te preocupa?— pregunta ella mirando la fotografía y el texto.Aunque teme a la respuesta, quiere escucharla sólo para saber si no está siendo paranoica. Quiere saber si su compañera está tan sumergida en las posibilidades como ella.
—Kate, por favor, maldita sea, ¿qué es lo que más te preocupa?— repite al no obtener respuesta.
—Que no sea solo un error... Es obvio que él mintió, pero ¿por qué? ¿De qué carajos le iba a servir mentir? Entiendes a lo que me refiero, ¿no?
Ella sólo asiente en respuesta, Kate la conoce bien, y sabe que está nerviosa y ansiosa, preocupada, sin embargo ignora todo lo que refleja.
—Sé y estoy conciente de que no solo puede ser una mentira y hay todo un show detrás del telón, pero por ahora necesito que me ayudes en la investigación, lo más pronto posible.
—Claro, cuenta conmigo.
Ambas se miran a los ojos, mantienen la mirada unos segundos hasta que la líder hace un movimiento de cabeza indicando salir.
Cuando estan afuera la gente las mira con sonrisas y saludos alegres, Kate no es fanática de las demostraciones de afecto por parte de terceros y tampoco de ser ella quien dé. Aún así Monserrat siempre esta disponible para un abrazo, ella no es la típica mujer más amorosa del planeta, pero tampoco le es indiferente al cariño.
—Mi señora— un hombre de edad media se acerca, asiente con la cabeza a modo de saludo— quería informarle que ya el joven Libai tiene un espacio para él. ¿Requiere usted que le lleve los informes de su estadía?
—Por favor— le pide Kate, ella mira a su alrededor y se detiene en uno de los edificios. —Espero le hayas dado lugar en uno de los edificios.
—Así fue.
—Bien, ahora dime, ¿en dónde está Gilbert?
—Esta acomodando a los niños en sus respectivos grupos para la nueva escuela.
—Muy bien, ya puedes irte, deja los informes con Antonio.
Una vez se aleja lo suficiente le dirige la palabra a la mujer de cabellos negros que hace rato se quedo en completo silencio.
—Ve a hacer tus tareas o tomate el tiempo libre, yo iré a checar la escuela.
Finalmente se separan y una vez ella esta frente a la escuela que acaban de contruir sonríe, es uno más de los logros que ha conseguido.
Hasta hace poco no tenían ninguna escuela, pero intentó que los niños no fueran unos ignorantes por medio de algunas platicas en una vieja casa, una en donde se dividían los tiempos para intentar darle las clases a todos los niños que habitaban de doce años en adelante, los que eran menores se iban con el viejo Antonio.Ahora por fin tenían una escuela, la mayoría de la gente que asignaron como maestros tenían el conocimiento suficiente, aún si no lo tuvieran, la líder de este pueblo tenía libros de sobra y de cualquier tema, mismos que los maestros podían leer para luego enseñarle a los alumnos.
El lugar era grande, de tres pisos, en cada piso se llevaba a cabo el nivel de estudio de los alumnos, prefería no manejarlos por edad si no por el alcance de ellos. Cada piso contaba con cuarenta salones, era un número exagerado para un pueblo tan pequeño, pero había que pensar en el futuro y eso fue lo que ella hizo.
Por fuera esta pintada de azul, pero tenía algunos toques pintados de color crema, como si fuera un grabado.—El esfuerzo valió la pena, ¿verdad?
Y a Kate se le borro la sonrisa. Mostrándose seria ante un arrogante Gilbert, mismo que no lleva una camisa mostrando su torso duro y definido, sus pantalones son viejos y están demasiado aguados como para parecer una pijama de abuelita, y en ellos hay pintura seca de cuando ayudaba a pintar el edificio.
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Desencuentro (Lúubul #1)
Mystery / ThrillerEl mundo ya se ha derrumbado. Y el mundo una vez más se ha levantado cuando todo se creía perdido. Así como ella nació para caer. Para levantarse. Para luchar. Y probablemente para volver a caer. Siempre presa de su pasado.