O2

5.2K 410 185
                                    

Esa boca sobre la suya y esos firmes brazos apresando su cintura con posesión era lo único que podía sentir en todo su cuerpo.

No, No, No, ¡NO! ¡¡El no quería esto!! Bueno tal vez si, ¡Pero ese no era el punto! El Orgullo le dolía, ¡Y demasiado!.

Así que, en contra de su voluntad y con todas  las fuerzas de sus brazos logro apartar al Coreano de su anatomía.

¡A...Alejate! No lo hagas, besame todo lo que quieras. Te lo dije ya, No seré la zorra que quieres que sea. Puedo ser todo lo que quieras.

El rubio chasqueo la lengua con notable disgusto.

Odiaba cuando Él ser bajito frente a el , colocaba el orgullo antes del placer.

¡¿Tu puto orgullo es de hierro o algo así?! Escupió -no literal- con molestia, No Hiba a desperdiciar una erección, claro que no lo haría.

Hyunjin...No soy tu puta. Declaro el más bajo tratando de demostrar que sus palabras eran firmes y concretas.

Muy bien ¿Recuerdan el No soy tú puta, de Félix?.

Pues el no parecía recordarlo cuando en ese mismo momento estaba siendo jodido a embestidas contra el mismo escritorio que era parte de la escenografía de la seción fotográfica que hacía horas había sido tomada.

Gritalo mi amor, grita cuánto te gusta. Abogó El rubio con una voz más profunda y áspera de lo normal, a la vez que azotaba una de las apetecibles nalgas del menor.

H-hyunjin. El pequeño australiano no era más que un manojo de gemidos, y cuando él orgasmo este grito con fuerza cuando una oleada de placer le llegó de la nada.

Mientras tanto el contrario ahogó un jadeo al sentir las paredes del menor apretarse en torno a su miembro, provocando que este desbordara grandes cantidades de su esencia dentro de este.

Una de las mejores jodidas que han tenido. Aseguro el mayor para si mismo.

El pecoso soltó un jadeo cuando su acompañante salió de su interior y por todo el cansancio que su cuerpo tenía, no se quejo apenas el rubio lo tomo entre sus brazos para así cargarlo enredando sus piernas en su cintura.

El  chico de labios gruesos se fui así mismo hasta el sofá, sentandose en el con el bello australiano encima suyo.

Después de un rato en el que cada uno recobro las fuerzas necesarias y Félix a las justas se levantó de dónde estaba.

Empezo a tomar su ropa y a vestirse al mismo tiempo que el coreano, miro de reojo por última vez el cuerpo de infarto que su acompañante poseía y lo sexy que se veía soltando su rubio cabello que hacía tiempo estaba recogido.

¿Te gusta lo que ves Felix?.  Soltó Hyunjin ahogando una risa.

El nombrado rodó sus ojos terminando de vestirse, para luego salir de alli dejando al mayor con las palabras en el aire y a si mismo con un dolor en el pecho.

Una vez más...Había Sido la puta de Hyunjin.

El corazón le dolía, las manos le temblaban y sus ojos picaba demostrando sus ganas de llorar, pero claro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El corazón le dolía, las manos le temblaban y sus ojos picaba demostrando sus ganas de llorar, pero claro...a el no le gustaba Hyunjin.

Todo ese mal humor con el que había llegado al trabajo, era porque había pasado un fin de semana entero sin que ese rubio de ojos penetrantes colocará sus manos sobre el.

Lo peor del asunto era que a él le encantaba cuando sentía ese agarre tan fuerte incapaz de quebrantarse, esa lengua larga y húmeda lamiendo su cuello, y su miembro jodiendolo hasta el fondo de sus entrañas.

El -aunque no quisiera admitirlo- adoraba esa sensación, al principio no era más que simple morbo y lujuria en sus encuentros carnales con el coreano.

Pero con el paso del tiempo, las secciones fotografícas, reuniones entrevistas juntos, el sexo...Le fue imposible no caer rendido ante el.

Le fue imposible no enamorarse de ese bello ser con cuerpo creado por los mismos Dioses y esa voz, Santo Cristo, esa voz.

Si bien no era tan gruesa como la de él, era lo suficiente gruesa para querer arrodillarse ante el y no precisamente para rezar.

Se sentía hecho mierda cada vez que recordaba que  ese hombre al cual le tenía tanta adoración, se acostaba con el solo porque era un culo bonito y estrecho.

Y quizás también no sea el único culo que ese rubio poseía.

Probablemente habrá muchos más.

Eso era lo que más le dolía.

Así como le dolía que cada vez que intentaba mantenerse firme y no dejar que jugarán con el como si fuera un estúpido hollo apretado y nada más que eso, todo terminaba igual.

El, y el miembro del mayor follandolo hasta el cansancio.

Y todo esto paso por la marca a la cual le debía su fama.

La cual la había hecho pasar por buenos y malos momentos.

En la cual conoció a su fotógrafo Christopher.

Al staff que está 24/7 a su disposición.

La cual le daba un salario que tenía muchísimos sería detrás de un número elevado.

La que permitió que se diera a conocer en el mundo del modelaje.

Y lo mas importante.

Esa que le permitió conocer al que ahora mismo es 100% dueño de su ser, de su placer, de su alma y cuerpo.

En fin, el era dueño de su todo, aunque no lo supiera.

Ahhh~~ Le agradecería a esa marca de por vida por haberle hecho conocer al huésped de su corazón.

Sencillamente habían dos cosas las cuales eran las más importantes Tantes para el.

Su trabajo en VOGUE

Y Hwang Hyunjin.

V O G U E ||  𝐻𝓎𝓊𝓃𝓁𝒾𝓍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora