Ｖ Ｏ Ｇ Ｕ Ｅ || 𝐻𝓎𝓊𝓃𝓁𝒾𝓍

O4

Hoy era viernes.

Félix había ignorado olímpicamente al idiota dueño de sus sentimientos -los aceptaba cuando quería- porque sabía que apenas lo viera querría que lo empotrara contra la pared más cercana y se enterrará en el.

No Hiba a permitirse volver a ser su puta.

Si, Ya había sucedido incontables veces pero eso ahora no importaba.

Las sesiones no habían tomado un camino más allá de lo profesional y podía sentir la inminente y dura mirada de Hwang.

Sexy.

Era lo único que su mente procesaba, pero -según el- se olvidaba de eso al rato.

Al terminar todo su trabajo, recogió sus cosas sonriendo victorioso por la ley del hielo que le había aplicado al coreano.

Hiba caminando tranquilamente por el pasillo, frente a la puerta de el pequeño armario en el que se almacenaban los utensilios de limpieza cuando la puerta se abrió de golpe y unos brazos lo jalaron hacía adentro empotrandolo a la pared sacándole un jadeo por la fuerza que el contrario impuso en esa acción.

Justo como en su imaginación.

¿Quien te crees que eres para ignorame de esa manera muñequito?.

Oh el reconocería esa voz a kilómetros de distancia.

Lo próximo que sintió durante los sigientes minutos fue una lengua lamiendo su cuello, unos dientes mordiendolo y unos labios chupando este mismo para dejar marcas rojas que pronto se volverían violetas.

Pasaron dos horas en las que no pudo cerrar la boca por lo profundo que el  rubio estaba llegando.

Su ropa estaba toda regada por el estrecho armario, quizás su dignidad también estába por ahí tirada.

Pero ahora tenía la mente en blanco al sentir su lengua siendo chupada y sus glúteos apresados por el mismo chico que estaba dentro de el.

Había extrañado esto.

Aunque él no quisiera aceptarlo, la sensación y la calides de Hyunjin dentro de el, le encantaba en sobremanera.

No supo cuántas veces se corrió, o cuánto tiempo estubo encerrado allí.

Pero se había hecho de noche, más menos las 7 pm.

Cuando su salida era a las 4.

Después de varias rondas de sexo, ambos se encontraban colocandose sus prendas, miraron a todos lados antes de salir y  cuando Félix estubo dispuesto a irse, el coreano tomo su mano y jalo de esta para llevarlo al estacionamiento y adentrarlo a su auto.

El pecoso no sabía a dónde se dirigían y tenía vergüenza de Preguntar asi que se guardo sus dudas y cuando volvió de su viaje astral en sus pensamientos, Hyunjin abrió la puerta del copiloto -donde el estaba sentado- y lo tomo en sus brazos como toda princesa para luego asegurar su auto y caminar al piso que le correspondía en el lujoso edificio en el que se encontraban.

Al llegar a su departamento abrió la puerta con su llave y la cerro de una patada para luego dejar a la criatura en el sofá que anteriormente estaba en sus brazos.

El pequeño australiano estaba cohibido.

No sabía que hacía en ese lugar así que optó por preguntar.

Me gustaría aclararte un par de cosas Lee.

Pero primero me gustaría que le pidas perdón a mi mini yo por todas las erecciones que desperdicio por tu falta de atención.

¡¡Retrocede un poco!! ¿Tenía que pedir disculpas al pene -glorioso pene- de Hyunjin por no dejarlo estar dentrod e si una semana? ¿Eso siguiera es normal?

¿Que? ¿He?

Deberíamos firmar un contrato que  estipule que debes darme tu culo cuando y como yo lo desee.

No tengo problema con eso.

Pensó Félix haciéndose el ofendido.

¡¡Te he dicho que no soy tu puta!!

Grito el australiano levantándose del sofá abruptamente.

Hace un momento tu boca gritaba otras cosas.

Soltó el coreano con naturalidad

Piénsalo Félix, sexo sin compromiso igual a diversión, no seas aburrido, a ambos nos gusta esto.

P-pero.

Shh...

Lo callo Hyunjin colando un dedo en sus labios.

Deja el maldito orgullo de lado y acepta que te gusta cuando te follo sin compasión.

Afirmo Hyunjin deslizando su dedo hacia abajo, acariciando el labio inferior del contrario en el proceso.

Ya hemos follado antes, ¿cuál sería la diferencia?

La diferencia es que antes No sentía sensaciones tan extrañas dentro de mi.

Podría aceptar, solo tengo una petición.

Soltó volviéndose a sentar con más calma en aquel sofá de color rojo.

Que exigente, pero adelante, escucho.

Si vas a tener sexo conmigo, solo quiero que sea conmigo, no puedes meter tu pene en ningún otro hoyo.

Hyunjin parecía desconcertado.

Tsk, descarado, pero si tú puedes poner condiciones yo también puedo.

El australiano dió un largo suspiro y Asintió dándole a entender a Hyunjin que podía hablar.

Cómo dije antes, cada vez que te desee deberás entregarme tu culo, no importa la hora, no importa el lugar, si lo quiero lo tendré.

Félix pareció pensarlo un poco, Esto podría ayudarlo a aclararse y no volver a sentir nada más que lujuria hacía Hyunjin.

Quizás esto podría ser para bien.

Dirigió sus ojos hacia Hyunjin quien lo miraba con detalle.

Termino aceptando.

Valla lío en el que se acababa de meter.

El no lo sabía, pero sus sentimientos no se irían.

Solo se fortalecerían aún más.