Capítulo 1

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Capítulo 1: 

 La nostalgia que generan los recuerdos se podría considerar un arma de doble filo para cualquier persona, sobretodo cuando te arrebatan un derecho indispensable como ser humano: la libertad. Cada noche recuerdo lo que alguna vez fue mi vida antes de todo esto, cuando simplemente era un niño sin obligaciones o problemas, cuando mi vida no giraba en torno a la hostilidad y la crueldad del mundo.

Han pasado 14 años desde que pasé de dormir en mi cama a dormir en una celda llena de insectos y roedores, desde que fui alejado de las personas que más amaba para convertirme en un vulgar trofeo de estas personas. Tenía apenas 17 años cuando mi vida dejó de contar y entró en un bucle de aspiraciones delirantes de volver al pasado. Unas aspiraciones que jamás debimos de perder bajo ninguna circunstancia y mucho menos mediante la vía electoral.

Lo que más añoro de aquellos tiempos es a mi familia. Recuerdo a mi madre con su carácter y cuidando de nosotros, nunca nos faltaba absolutamente nada por ella, a mi papá con sus preocupaciones e historias que en aquellos tiempos me parecía una tontería ¡Daría todo por volverlas a escuchar! ¡Ah!, y a mi hermana con su arrogancia y amargura que la caracterizaba, siempre pensando en darle forma a su larga cabellera negra. Tenerlos tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos se volvió en mi agonía diaria, recordando los últimos instantes en que fui libre.

—Carlitos —decía una voz femenina irrumpiendo en mi habitación—. Baja a almorzar. Ya todos estamos en la mesa.

—Sí mamá —le repliqué en un tono de desinterés—. Termino mi reportaje y bajo.

—No te vayas a tardar que ya van a dar las 12 —dijo en un tono autoritario, al mismo tiempo que se alejaba de mi habitación.

Le dediqué una sonrisa sin apartarle la vista a la computadora. Mi mamá tenía un carácter fuerte algo que no era ninguna novedad. Siempre en la casa se había seguido al pie de la letra lo que ella decía.

—Espero que no se me olvide —murmuré mientras guardaba mi reportaje.

Mañana tendría que entregar mi reportaje para el diario de la escuela ¡Sería inadmisible para mí dejar pasar por alto un hecho histórico como este!

Rápidamente tomé mis tenis negros y bajé a la sala, ahí estaban mis padres junto a mi hermana mirando la televisora estatal.

—¡Hola familia! —grité a la par que bajaba las escaleras—. ¿Están listos para lo de hoy?

—Como si fuera la gran cosa —me replicó mi hermana en tono burlón—. Es lo mismo de siempre.

—Claudia —suspiré mientras me sentaba junto a ella—. Son otras ideologías dado que en la campaña prometieron un montón de cosas. Una de ellas es el hecho de un control cambiario en beneficio de la clase media y un salario mínimo que aumentara cada año ¡Ah!, olvidaba mencionar los programas sociales que implementarán en beneficio de...

—Ay ¡Ya cállate! —gritó para silenciarme—. Ya vas a empezar con tus tonterías de siempre.

Mi papá se paró de la mesa y nos miró fijamente a los dos, evitando mi respuesta al comentario de mi hermana.

—No crean en políticos de izquierda. Los que mucho prometen, mucho olvidan —dijo, con su voz gruesa que fácilmente causaba eco en las paredes de la habitación—. Después que llegan al poder se olvidarán de nosotros.

Mi papá acostumbraba a enojarse cada vez que se hablaba de la política izquierdista. Él nació en Panamá y sirvió como militar en el derrocamiento de Manuel Noriega. Desde muy pequeños nos ha contado sus anécdotas en la dictadura y nos lo hace ver como "Lección de vida".

—Izquierda o derecha es la misma mierda —dijo mi hermana mientras tomaba su cereal.

—¡Claudia! —exclamó mi madre—. Una palabrota más y te tendré que poner modales —concluyó en un tono amenazante.

Tiranía ModernaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora