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Contando los días para verte, ver de nuevo la sonrisa que calma cualquier dolor que siento.
Ver esos ojos que me dicen que todo está bien, ver tu rostro y ver la razón que me mantiene de pie.
Escuchar tu voz cálida que siempre causa cientos de sensaciones y sobre todo poder tocarte y sentirte.
Saber que estarás aquí, conmigo.
Un suspiro salió y su vista solo se bajó. El estar separado de Jisoo no era lo mejor pero era lo necesario.
El tener que vivir en países distintos por trabajos, familia y demás no siempre era la mejor opción.
Ahora, solo faltaban días para verla después de meses.
Tenía una sorpresa para ella, la estaba planeando desde hace tiempo y no podía estar más que emocionado.
Una sonrisa se formó en su rostro y una risa tímida igual. Tomó sus llaves y salió en busca de los últimos detalles.
Todo tenía que salir perfecto, realmente tenía que estarlo.
— ¿Era necesario traerme? Yo también tengo cosas que hacer — bufó.
— No te preocupes, te llevaré con Jennie pronto. Necesito tu opinión para la sorpresa de Jisoo — sonrió.
— De acuerdo, rápido que extraño ya a Jen. —arrastró los pies creando que Hoseok solo negara.
— Deja de ser tan infantil, Kai — y apresuró su paso.
El resto de la tarde compraron todo tipo de cosas que pensaban que les gustaría a las chicas, perfumes, bolsos y joyas. Y claro, pollo para su chica.
Tenía que recogerla temprano así que decidió preparar todo de una vez a lo que al final quedó exhausto.
Todo parecía ir bien, solo que en realidad no.
Mientras que Hoseok preparaba cada detalle, Jisoo la estaba pasando mal en su trabajo. Su jefe la estaba presionando y estaba dudando si vería a Hoseok después de tanto.
Al final, no se daría por vencida. Lo extrañaba demasiado y necesitaba verlo.
— Necesito estos documentos lo más pronto posible señorita Kim. — dijo si jefe sin verla lo que hizo que Jisoo se enojara aún más.
— Seulgi se los entregará mañana a primera hora. — dió media vuelta pero su voz la detuvo.
— ¿Porqué Seulgi me lo entregaría señorita Kim? Usted es mi secretaria. — su voz tenía distinto tono, sonaba enojado.
— Ella me cubrirá esta semana, recuerde que me dió permiso de ausentarme. — Sentía que en cualquier momento estallaría, sentía como si jefe estaba jugando con ella.
— Lo lamento pero la necesito aquí, ya que tendré un negocio importante la próxima semana. — una sonrisa se formó en su rostro.
- Sabe qué, renuncio. Estoy cansada, pero de usted - dijo tirando al suelo los documentos y el grito de su jefe llamando su nombre lo podía escuchar a sus espaldas.
— ¿Ocurrió algo? — se encontraba sorprendida
— No te preocupes Seulgi, nos vemos. — tomó sus cosas y salió del edificio.
Tenía una sorpresa para Hoseok, pero la de él era aún mejor.
Decidió adelantar su vuelo una hora, estaba agradecida de que logró encontrar un boleto.
Al bajar, su emoción no podía ser más. Tomó sus maletas y tomó el primer taxi que encontró.
Al llegar abrió el apartamento de él, claro que Jisoo tenía llaves del apartamento.
Pero, al abrirlo encontró cientos de cajas, regalos, decoración y demás.
Y ahí estaba el, tenían una pelea con el papel regalo que no quería ser envuelto. Y el papel iba ganando.
— Te amo. — fue lo primero que dijo Jisoo a lo que Hoseok se sorprendió al instante.
— Te amo más. — dijo sonriendo para caer en cuenta que Jisoo estaba ahí, frente a él.
Y cuando lo hizo, corrió a abrazarla. Fue un momento dulce para ambos y en especial al separarse.
El brillo de ambos en sus miradas decía cuánto se querían y extrañaban.
— Tengo una sorpresa. —dijo Jisoo a lo que Hoseok solo sonrió — estoy aquí.
— Es la mejor sorpresa de todas. —dijo volviendo a abrazarla.
— No, me quedaré aquí, contigo. — la besó al escuchar eso, le faltaban las palabras para decir lo que sentía en ese momento
—Tú sorpresa es mejor que la mía... — dijo fingiendo tristeza a lo que Jisoo río. — pero está bien, te la daré ya mismo para tener otra razón de celebrar
— ¿Ah sí? ¿Qué es? — su confusión era evidente a lo que Hoseok suspiró.
— Kim Jisoo, agradezco el conocerte. Eres la mujer más increíble y contigo quiero pasar el resto de mis días, tenía preparado decir algo más especial pero no sé cómo decirlo, ya que tú sola presencia me hace sentir más que feliz y las palabras se me olvidan. Así que, ¿Puedo hacerte la mujer más feliz del mundo? — se arrodilló junto a una pequeña cajita la cual contenía un anillo.
Jisoo solo pudo llorar ante eso y asentir, para que Hoseok colocara el anillo y darse un pequeño beso lo cual marcaría un inicio.
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