October & April

¿Encadenada al destino? 1/2

El viento aullaba, golpeado con fervor la Cordillera de montañas. Estaba demasiado frío que apenas podías percibir que tu cuerpo estaba estampado de pequeñas heridas.

-(¿Porqué me duele tanto la cabeza?)-Apenas y podías mantener los ojos abiertos, el dolor insoportable en tu cabeza punzaba, al intentar tocar con una de tus manos, las sentiste entumecidas.

-Será mejor que te detengas o te arrancaré las manos-Rabiaba Casandra a causa del frío.

-Casandra, no alteres a nuestra llave a la felicidad, querida-Enunciaba una voz masculina que de inmediato calló los berrinches de la pelirroja.

Al intentar hablar, te diste cuenta de que no te encontrabas en un sitio familiar; de inmediato recordaste como fue que terminaste ahí en primer lugar.

...

El escenario se encontraba listo, el público comenzaba a escucharse, la función preliminar solo sería vista por algunas personas, entre ellos cazatalentos y becarios de Julliard, cosa bastante rara ya que en ningún momento madame Cecil mencionó algo de todo eso.

Algunas de las cisnes se encontraban nerviosas debido a la noticia de que estarían frente a personas tan importantes, por alguna razón parecías disociable. Sabías que eso implicaba tu futuro, de igual forma no te parecía importante.

-¿Frisk?, te veo distraía,¿estás bien?-Miley te preguntó preocupada.

-Si-Contestaste sin voltearla a ver, ella tomó esa acción con angustia y de nuevo se aventuró a hablar.

-Frisk, se que esto es algo que esperabas por mucho tiempo; pero no tienes que forzarte hacer algo que claramente no estás disfrutando.

-Te diré Miley. Más que disfrutarlo, más que un capricho, lo hago por todos aquellos que han estado conmigo apoyándome. Ágatha, las hermanas del St Rose...y tú.

-¿Y que hay de Sans y el resto?-Miley parecía herida, porque habías omitido aquellas personas que te acogieron luego de como tu pequeño mundo comenzó a desmoronarse.

Y parecía raro, el mundo te tachaba de compasiva y no tenían idea de lo mezquina y egoísta que podías resultar a ser, no te sorprendías con facilidad de esa faceta tuya, ya que con todo lo acontecido hasta ahora no esperabas más hayá de tus berrinches de mujer saliendo de la adolescencia.

-Frisk, no tienes porqué hacer esto, Ágatha estaría más que feliz sabiendo que sigues respirando es este mundo y ni se diga de las hermanas.

-...

Al ver que no responderías y mantendrías la determinación de sacar esto adelante, Miley se retiró con el resto de las cisnes. La obra comenzaría en breve.

Al otro extremo del escenario, Sans observaba la conversación, ignorando que Papyrus había terminado de vestirse y que pronto entraría a escena.