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1 Mes después

Marzo por fin hizo su aparición, con miles de días soleados, dejando atrás los malos días de lluvia, Itona no se despejaba de sus adicciones, Nagisa ya iba a salir del hospital, el día siguiente era el día de su partida, al ser evaluado por varios psicólogos, dictaron que su tratamiento ya estaba completado, ya solo faltaba que se llevara sus cosas y podría seguir viviendo su vida fuera de las paredes del hospital, con la condición de seguir viendo un terapeuta.

Itona se sintió a desfallecer, tenido vómitos constantes, dolor de estómago terribles, y una especie de gripe que lo mantuvo en cama por una semana, sin contacto con el exterior de su pequeño cuarto, no tuvo más opción que quedarse en su cuarto y recibir los atentos cuidados de enfermero, con el cual seguía peleado.

La toalla mojada tocaba su frente, la sensación era fría, con el fin de bajar su fiebre tuvo que aguantar así unos cuantos días, la gripe era tan grave que no solo bastaba con pequeños medicamentos, su mala alimentación, el consumo de tabaco, que afectó sus pulmones, ingerir el alcohol, todo eso tenía consecuencias, y se podían ver en la enfermedad que ahora presentaba.

Como la gripe era grave se tuvo que trasladarse de su cuarto, al pequeño tópico, recibiendo suero y otras medicinas que había que casi todo el día durmiera, los medicamentos eran tan fuertes que pudo dormir profundamente, sin ningún tipo de pesadillas sobre su pasado.

Llegó el día de la partida de Nagisa, Itona seguía en el tópico, y se podría decir que no iba a salir en un buen tiempo, por ello no pudo asistir a la pequeña reunión que le hicieron sus amigos, y Karma quien pidió un pequeño permiso, para que los amigos de Nagisa pudieran estar en el hospital después del turno de visitas.

El director aceptó, y se llevó a cabo la pequeña reunión, donde por obvias razones Itona no participaba, se decoró el pequeño cuarto con algunos globos de colores, y una que otra serpentina se encontraba ahí, Sugino trajo las bebidas, Rio la comida y los demás acompañaron con música y otros adornos. Todo estaba listo y la felicidad se podía sentir en el aire de la habitación.

Todo el mundo bailaba al compás de la canciones, todos se movían y demostraron su felicidad abrazando a Nagisa.

—Oye Nagisa, no es por aguarte la fiesta, pero no falta acá un chico peliblanco, pequeño delgado, con vendas en sus muñecas, nos lo presentaste como un amigo tuyo, ¿Dónde está?—preguntó Sugino

—Está enfermo, por eso no pudo venir, pero luego lo iré a ver a su habitación, no te preocupes.

—Bueno perdón, sigamos disfrutando, que Rio casi nos amenaza con que si no comemos todo lo que trajo, nos mata, dice que le costó un dineral.

Y no era para menos, todo la mesa tenía un montón de comida, desde pizza, hasta algunos dulces pequeños pero igual de apetecibles, era una delicia, que ninguno de los presentes iban a desaprovechar. Entre risas y bocas hambrientas y una que otra mirada amenazadora, el día se acabó y ya era hora de que los invitados se despidieron y regresaran a sus casa, todos se despidieron con un abrazo y un beso en la mejilla.

—Mañana ya quiero verte de nuevo en el clase, Koro sensei, estaba muy preocupado por ti, peor cuando él contamos la noticia de que regresabas, créeme se sorprendió y quiere verte rápido, casi viene con nosotros—dijo Kayano

—Okey, no te preocupes estaré ahí a primera hora, Kayano.

Su maestro era una persona muy confiable, y lo ayudó innumerable veces con todos los problemas que traía, no se le hizo sorpresa que lo quisiera en su clase a primera hora el día de mañana. Cuando todos se fueron, Nagisa con sumo sigilo fue a la habitación del tópico, encontrando a Itona todavía despierto comiendo la cena, acompañado de su enfermero que solo miraba que se coma todo y luego se tomara las pastillas.

A mi me gusta la lluvia y a ti?  (Gakuito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora