Capítulo 1

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-¡A levantarse! Llegarás tarde a clases Will, y si llegamos tarde, te prometo que te voy a quitar ese bendito juego que no dejaste en todo el fin de semana. Además, tenemos que pasar por Nico, su padre no puede llevarlo.-Will se talló los ojos, espantando el sueño que aún sentía. Su madre tenía razón, no había sido buena idea comprarle el Nintendo.

-¿No puede, o no quiere?-murmura. Nico siempre se ha quejado de su padre, y Will sabe perfectamente que no el señor no es un buen padre, no le sorprendería que lo sacara de la primaria solamente para no tener que llevarlo.

-No hables de esa manera Will, y por favor cambiate. Prepararé el desayuno.-el ánimo de Will decayó un poco ante aquel comentario. Aún no podía creer que un comentario tan simple lo pusiera tan triste. Enola lo notó y su sonrisa desapareció. Will había tomado la muerte de su abuela muy duramente.-Prepararé los omelettes que hacía tu abuela, ¿te parece?-el niño sonrió un poco y asintió. Enola salió del cuarto para dejarlo cambiarse y el niño se sentó en su cama por unos minutos, pensando en su abuela.

Beatrix Hamilton había sido una mujer extraordinaria. Inteligente, capaz, independiente, y una madre y abuela amorosa. Sin lugar a dudas una de las mejores personas en el planeta, o al menos eso pensaba Will. Su muerte había sido tan extraña y prematura. No tenía sentido. Su conocimiento en medicina le decía que su abuela era una mujer saludable, y que aún incluso con su avanzada edad, no debía haber muerto de un ataque al corazón.

Will se levantó de su cama y sacó su uniforme de la cajonera. Con pesar y sueño se cambió, apurándose para poder desayunar.

William Peter Hamilton tenía una vida tranquila. Sólo eran él y su madre, y hasta hace un año, su abuela. Sabía de su magia, porque aunque su madre disfrutara de vivir como muggle, trabajaba en el Mundo Mágico y usaba magia para hacer tareas que no quería hacer. Eso era mejor que usar los elfos domésticos. Le gustaba ir a la primaria muggle. Era divertida. Los temas eran fáciles, nada interesante, y podía ir con sus amigos, Nico y Drew.

Will no era alguien con muchos amigos, sabía que no le agradaba a las personas en su escuela porque no estaba dispuesto a dejar que se metieran con otros, pero le bastaba con Nico y Drew, sus mejores amigos desde los 7 años.

Salió de su habitación, peinando su cabello con sus dedos, y se sentó en la barra de la cocina, observando a su madre detalladamente mientras esta terminaba de cocinar los omelettes. Adoraba a su madre. Enola Hamilton era una mujer fuerte e independiente, que, al igual que él, creció sin un padre, porque, como decía su abuela, los hombres son basura e innecesarios para cualquier cosa que no sea la procreación humana. Excepto él, de acuerdo a su abuela, pero no estaba seguro de eso. Había escuchado a ambas hablar una vez, y decidió que los hombres nacen y pueden llegar a crecer siendo idiotas, pero pueden cambiar. Lo bueno es que está siendo criado por una mujer fe-mi-nis-ta. Eso era lo que habían dicho. Enola siempre lo ha apoyado en lo que quiere. Lo llevaba a sus clases de saxofón, lo ayudó a entrar en el club de debate, le compró todos los libros de medimagia que le pidió para estudiar y volverse el medimago más joven del mundo.

-¿Tengo monos en la cara cariño?-Will saltó un poco en su asiento. Había estado tan ensimismado que no se había dado cuenta que su mamá ya había puesto su plato frente a él.

-Lo siento mami.-tomó un bocado bajo la mirada sonriente de Enola, que disfrutaba del café en su taza. Amaba a su hijo, con todo su corazón. Y aunque había sido dolorosa, la muerte de su madre los había unido aún más.-Está delicioso.

-Apresúrate Will, se nos hará tarde y aún hay que pasar por Nico.-dejó su taza vacía en el fregadero y sacó su varita. Con un movimiento suave, la taza se estaba lavando sola. Tomó el periodico El Profeta, y continuó leyendo los temas del día. El Mundo Mágico había estado aburrido desde que Harry Potter se volvió el jefe de aurores y Hermione Granger la Ministra de Magia. No era malo, sólo aburrido.

Las Crónicas de HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora