Haikyuu Alternative World: Tormenta.

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-Pongámosle orden a este lugar.-

La convicción en su voz promovió a que incluso el jefe del lugar comenzara a correr por todas partes buscando cualquier utensilio de limpieza. Acompañando a Hinata en sus labores de limpieza en su turno.

Kageyama finalmente se vio motivado a usar el uniforme por voluntad propia, colocándose la gorra, uniéndose al grupo de los profesionales. Daichi, quien era el jefe de Catering, ya había partido pulcro y derecho hacia la cocina.

Los dos visitantes, Oikawa y Iwazumi, esperaban en recepción  a que su habitación estuviese completamente preparada. Parecía que su situación y mala preparación por parte de la hostal, habían logrado que Suga les promoviera una habitación con vista VIP y con lujo de servicio a la habitación gratis, como forma de disculpas.

Ya que la habitación de los antiguos inquilinos se encontraba vacía y limpia, finalmente Tsukishima y Yamaguchi pudieron tener lo mas preciado para ellos en ese momento. Una habitación donde pudieran resguardarse del frio gélido y la humedad que estaban sintiendo.

Al entrar en su pequeño nuevo lugar, no pudieron evitar sentirse aliviados. Dejando las mochilas a los costados de la cama y no dudaron en comenzar a arreglarse para su comodidad.

Para su buena suerte, llevaban la ropa que Akaashi les había regalado, ya que no esperaban volverlo a ver. Pero eso logro que para esa tarde, ambos muchachos se encontraran ligeramente calentitos y refugiados del frio.

Aunque no estaban cien por ciento protegidos como se debería en un clima así, era suficiente para todo lo que habían pasado, como quitar los pies del agua y colocarse los tibios zapatos. Pero aun así, para rematar, estaban preparados para el calor y no para un viaje de larguísimas horas de recorrido, perdidos y mojados por la lluvia.

Lluvia, la cual muchas veces les impidió la visión por las gotas en la cara y la humedad que se crispaba en sus calcetines y la espalda. Podían estar seguros de el resfriado que ahora vendría, aunque eso en ese momento era lo ultimo en sus prioridades del futuro.

Por eso, luego de todas esas bajas temperaturas, se sentían tan a gusto.

Aunque cierto ruido los despertó de su dulce sueño de calor.

-¿Tienes hambre, Tsukki?-consulto el peliverde preocupado, acariciándose los tobillos con sus manos, mirándole con unos ojos angustiosos a un rostro adusto.-

-Si.-

-¡Entonces vayamos a comer!-exclamo este, saltando de su cama y poniéndose de pie.-

El rubio estaba exhausto y le abrumaba la renovada energía que tenia su amigo. Se preguntaba, donde había guardado ese humor en el camino de ida, cuando se pasaba quejando de sus dolencias.

Pero prefirió guardarse su comentario y al mismo tiempo hacer una broma sarcástica, ya que en su cabeza procuro ser lo mas "amable" que pudiera, teniendo en mente el rango de "amabilidad" de el mismo (si es que tenia).

En eso habían quedado y dentro de las prioridades de Tsukishima, estaba mantener a el peliverde de amigo, así que estaba dentro de sus términos y condiciones.

-No tenemos dinero, Yamaguchi.-

La mueca de el peliverde volvió a la anterior de angustia total.

-Y que podemos hacer. Yo también tengo hambre Tsukki.- este estaba triste. Y el rubio mientras le analizaba, recordaba todos los episodios emocionales que había tenido solo por que este estaba hambriento. Para el, aquellos momentos eran desagradables para los dos, por lo que de inmediato busco alguna manera de resolverlo.-

La mafia de Tsukishima Kei (shots varios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora