Los aplausos resonaban en el gran y elegante salón. Mientras las parejas bailaban pegadas unas a otras. Sumidas en el fantasioso mundo del amor, gentileza pero atrevido baile.
Aunque había un chico de cabellos blancos ordenados por su propia pareja que se encontraba ansiosa a su costado.
Ansiosa por correr al gran baile, con aquella orquesta de fondo y lucir el hermoso vestido rojo, cual había sido guardado minuciosamente para ese día. Vestido, cual hacía juego con la corbata de su acompañante.
Suga al final cedió por la inquietud y por la apariencia, con una sonrisa alegre, dio unos pasos para dejar la copa de champán sobre la mesa y así sostener su cintura.
Con esa misma mano, sujeto la fina ceda del vestido que con exquisitez probo. Pronto con cortesía y cuidado se arriesgo a tomar la mano enguantada de su compañera.
Así eran las fiestas de su familia, finas y clichés para su gusto. Disfrutaba de las aventuras que esta le prohibía, aventuras que no eran pocas.
Quizás por eso, un chico tan atrevido y con una agudeza abrumante. Le llamaba la rudeza y lo censurado.
Disfrutaba de calmada respiración de su pareja contra su cuello, quien devota descansaba su mejilla. Regocijados en la música, olvidando por un pequeño momento el vacío vil en su pecho.
Su familia efusiva sacaba fotos desde la gran mesa, felices por la presentación que daban al público. Cual alababa la propuesta anterior que el peliblanco había creado.
La orquesta de violines, guitarras trompetas y demás instrumentos creaban el ambiente apropiado para olvidar un segundo la homofobia en su familia.
-¿Sugawara?-la voz de su prometida y su aliento contra su cuello le despertó. Dándole a entender que algo en su posición había llamado su atención. -
Le dedico una sonrisa y en silencio se separó de ella, encaminado a su copa de champán.
Al sorber de ella, pidió al alcohol que borrara aquellas estúpidas palabras que no se atrevió a litigar.
Pronto se había terminado la copa entera sin darse cuenta, tal veneno que con una suavidad caliente quemaba su garganta.
Se giró hacia su abuela, que a causa de un accidente de coche quedó huérfano y ella era su único pariente directo. Lamentaba que lo fuese, solo que eso jamás lo admitiría en voz alta, no tenia la osadía y los pocos modales para hacerlo.
Un mesero de casualidad paso por su costado, cual reflejo agarró una copa de forma rápido y la llevó a sus labios.
Fijo su vista en la señora mayor nuevamente, que rápidamente se había rodeado de unos hombres. Seguramente para hablar sobre su sucio juego.
Su nombre había sido manchado por la homofobia y el racismo. Y eso provocó el silencio esa noche, uno abrumante.
Las ventanas explotaron por la fuerza de un impacto seco, junto los gatillos efusivos y el impacto de las balas contra algún alma codiciosa rota, como la del rubio que inmóvil esperaba.
La orquesta se detuvo y el griterío se hizo presente. El movimiento y ajetreo también, especialmente para aquellos adinerados.
Sugawara Koushi disfrutó del ruido y la rebeldía que hundió el cuarto. Como si estuviese parado sobre el fuego y la corriente.
La guerra en el gran salón se desató, solo que era una solitaria. Nadie para defender, habían quedado completamente expuestos, podría llamarse victoria, pero en realidad nadie conocía el propósito.
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La mafia de Tsukishima Kei (shots varios)
Teen FictionTsukishima Kei era el Capo de una importante Mafia, le da una importante misión a su régimen para demostrar la venganza contra Bokuto Koutarou de Fukurodani. No contaba con la inocua presencia de Yamaguchi Tadashi. CAPITULOS EXTRAS, DISTINTOS SHOTS ...