Desde la antigüedad, el océano siempre ha sido un lugar misterioso y desconocido para los navegantes. Los mitos sobre la eternidad, la muerte, las criaturas sagradas y terribles son parte del imaginario colectivo.
Norman Minerva es un renombrado c...
Advertencia: Posibles faltas de ortografía, posibilidad de que los personajes salgan de su personalidad. Referencias a la depresión y disociación cognitiva. Comportamiento salvaje. Rehabilitación. Lesiones leves y violencia menor.
Shipp: Rayemma. Unilateral Noremma.
N/A: Después de un tiempo, reaparecí. Aquí les presento una Historia Corta que me anime a profundizar, ¡espero y la disfruten!
Créditos: La ilustración utilizada como portada pertenece a @Nanacroosy_ (Twitter). Todo sus respectivos créditos y derechos a ella por crear tan bonito arte.
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Familia
Emma sonrió complacida con la vista de su familia disfrutando la estancia en las aguas tropicales de la Selva del Mar. Extenso, colorido y vivo arrecife que proporciona naturalmente seguridad para su gran diversidad de especies tanto nativas como migrantes. La imagen de los cachorros jugando la sumergió en un ensueño de júbilo. Aunque es poco lo que logra recordar, era solo una cachorra para aquel momento, incluso si estaba dotada naturalmente de una excelente memoria.
El reflejo de los cachorros explorando entre los corales con curiosidad, juveniles y adolescentes apartados del grupo para perfeccionar su destreza en la caza, adultos asistiendo en los deberes importantes de la manada, siempre será un aspecto algo risueño. Demasiados eran los peligros dentro del océano en los días vigentes, por lo que conservar una familia de gran número de individuos era un símbolo de éxito que muy pocos monarcas logran alcanzar.
Debería estar instruyendo a los juveniles en tácticas de emboscada y en como coordinar sus movimientos para cacerías en grupo pero, en su lugar, se encuentra acurrucada en un espacio tranquilo entre los corales acicalando sus escamas esmeraldas para entretenerse. Las obligaciones rutinarias de Emma quedaron a segundo plano desde que su pareja supo que iba a ser padre. Causando que se tornara en un ser protector intenso.
Al principio fue encantador ver ese comportamiento atento y cariñoso, pero cuanto más avanzaba su gestación, ese lindo rasgo se volvió un verdadero dolor de cabeza. Ella tuvo que utilizar todos sus métodos de persuasión para hacerlo ceder de venir al jardín de su pasado tras años de superar los días de Gran Tristeza.
Emma realmente espera no irse pronto de este arrecife. El tiempo lo hizo un paraíso más vivo, radiante y magno de lo que fugazmente recuerda. Hay más cuevas o laberintos de roca, hermosas flores y coral de tonalidades suaves o brillantes lo suficientemente grandes para ocultarse en caso, aunque no probable, de peligro.
-No quiero dejarte. –Emma levanto la vista, ronroneando agudamente desde su garganta al sentir las manos de su pareja acariciar con cuidado su aleta dorsal. –No estoy cómodo con dejarlos a todos en este lugar sin el apoyo de los cazadores. –
Ray golpeo suavemente su cabeza con la suya, sus rostros encontrándose, sus narices rozando suavemente las mejillas y la línea de la mandíbula. El animoso vínculo entre ellos pulso en presencia con agradables sensaciones de gran afecto.
