Desde la antigüedad, el océano siempre ha sido un lugar misterioso y desconocido para los navegantes. Los mitos sobre la eternidad, la muerte, las criaturas sagradas y terribles son parte del imaginario colectivo.
Norman Minerva es un renombrado c...
[¡Advertencia! Este capitulo contiene comportamiento salvaje, instintos animales, violencia mayor, sangre y lesiones, disociación cognitiva, negligencia profesional y angustia.]
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Discordia
En el transcurso de la semana ambas instalaciones se prepararon para el traslado y el ingreso de la Leera Esmeralda y su bebé. El Aquarium de Japón habilito dos acuarios anexados pero separados entre sí, en el caso de que la reunión no proceda según lo esperado; por otro lado, en C.I.C.S.E. se concentraron en preparar el camión con todos equipos necesarios para garantizar la seguridad y salud de ambas criaturas. Además de acondicionarlas psicológicamente con los procedimientos que se llevarían a cabo en la fecha fijada para evitar estresarlas demasiado.
Para cuando el Aquarium de Japón termino sus propios arreglos, en especial el monitoreo conductual del Ébano Real, comenzó la primera parte del plan: la cual, nunca va de acuerdo como se acordó objetivamente.
Norman tardo dos horas en convencer a la Leera Esmeralda para que subiera a la camilla dentro del agua, obviamente recelosa de que todos en el personal estuvieran juntos y constantemente vigilándola (más de lo necesario). En fin, fue una cuestión paciencia y perseverancia que rindió sus frutos cuando finalmente, finalmente, Emma subió a la camilla con buena voluntad; refunfuñando bajamente cuando la movieron por la instalación. Norman se encargó de coger a Isabella en brazos y llevarla, permaneciendo siempre a la vista de la Reina para no alterarla. En cuestión de minutos, las dos hembras estaban dentro del acuario preparado dentro del camión, y tras un rápido repaso se dirigieron al otro lado de la ciudad rumbo al Aquarium de Japón.
El joven peliblanco se quedó dentro, monitoreando a las Sirenias mientras que al otro lado Vicent controlaba los equipos de oxígeno y temperatura. Emma maullaba ocasionalmente irritada e incómoda por tanto movimiento dentro del acuario. Isabella fue acomodada entre fuertes brazos, con el gran cuerpo esmeralda acurrucado a su alrededor. Su madre estaba demasiado nerviosa ante el nuevo y agitado entorno como para permitir que su bebé se alejara demasiado.
Norman acaricio suavemente bajo el agua el cabello pelirrojo, sonriendo tranquilo cuando los ojos viridianos lo miraron con profunda intensidad. -Llegaremos pronto, paciencia. –
La Reina, por supuesto, le bufo con obstinación en la cara. Descontenta. El peliblanco solo pudo reír nerviosamente y ver su reloj de muñeca, (3:47PM)... Llegaran tarde al acuario.
Llegaron al atardecer, con el sol reflejando vivos colores naranjas, rojos y amarillos en el cielo; la suave iluminación permitiendo que miles de tímidas estrellas comenzaban a lucir su brillo. Todo iba excelente, Emma estuvo cooperando con el equipo especializado a pesar de sus toscos retumbos pero, en un momento a otro, tuvieron que alejarse y... Solo darle su espacio.
