¿TE LO EXPLICO CON ORGASMOS?

II: Venganza

- Ya te lo dije Minho, haremos mucho dinero así.

- Ya conoces mi respuesta ante eso Siwon.

- ¡Vamos! Te prometo que no nos meteremos en problemas.

- Eso es lo de menos Siwon, mi ética profesional no me permite hacer esa clase de cosas.

- Nadie se tiene por qué enterar.

- No.

- Hermano.

- ¡NO!

- Bien, veamos si en un año cambias de opinión.

- ¿Entonces qué hermanito? ¿Ya te unirás a mi negocio? Imagina todo el dinero que podemos hacer si los dos trabajamos juntos.

- Ya sabes mi respuesta, ¿Es necesario que cada año sigas preguntando lo mismo?

- Bueno, tengo la esperanza de que en alguno de mis cumpleaños me des la alegría y aceptes trabajar conmigo.

- Siwon, ya han pasado tres años desde aquel día, y así pasen cien, la respuesta seguirá siendo la misma.

- Tan terco.

- Y tú tan poco profesional.

Mi hermano soltó una sonora carcajada. Seguía sin entenderlo, se supone que tu hermano mayor debe de ser un ejemplo a seguir, y aunque he de admitir que mi carrera y mi especialidad fueron con el único objetivo de seguir sus pasos, cuando supe la idea que tenía de un "negocio prometedor" todo deseo de ser como él se derrumbó totalmente.

Como cada cumpleaños mi hermano y yo nos reuníamos a jugar billar y beber mientras nos poníamos al día con cada una de nuestras vidas, aunque nos veíamos en otras fechas del año, este ritual de cada año lo hacíamos desde que Siwon cumplió 18.

Estábamos inmersos en el juego cuando una hermosa joven, delgada pero voluptuosa, golpeó la puerta semiabierta del despacho.

- Sr. Siwon, alguien lo está buscando, dice que viene por el trabajo de recolector.

- Al fin llegó, dile, dile que pase. Ofrécele algo de tomar y de comer.

- Si señor.

- ¿Es en serio Siwon? Es tu cumpleaños, me invitaste para pasar un rato juntos y tú ¿Te pones a trabajar en esa tontería?

- No es ninguna tontería Minho; además a este niño lo acabo de encontrar hace unas semanas. Él es mi ganso de los huevos de oro.

- Estás loco, mejor me voy.

- No Minho, no te vayas, es mi cumpleaños, espera un poco no tardaré.

- Bien.

Deje el taco de billar a un lado, tomé mi cerveza y me fui a sentar en uno de los sillones que mi hermano tenía al fondo de su despacho, la luz era tenue por lo que el futuro "ganso" no me vería ni me asociaría con mi idiota, ambicioso y terco hermano.