Capitulo 6

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20 de Julio del 2018

Fue un dia emocionante como jodido, no sabria con que empezar a plantear lo ocurrido, pero podria contar las cosas por el principio.

Vi a Antonio en la escuela y despues de recibir un poco de animo por parte de los amigos de mi hermano, propuse a Antonio ir en una cita conmigo a la convención medieval, esa que se celebra en aquella plazita de la cual nunca recuerdo su nombre, pero bueno, eso no es relevante.

En fin. Nos fuimos a casa de Antonio, era la primera vez que iba y lo pareciera de verdad pues el bastardo español estaba muy hiperactivo y diría nervioso, como si Feli no hubiese visitado nunca su casa o visto su cuarto... ¡¿que jodida cosa se estaria él ima...!? Oh, oh joder acabo de pensar en que cosa podría ser y tengo un sentimiento encontrado entre panico, vergüenza y celos... osea, si no queda claro ¡Antonio se queria echar a mi hermano en su cuarto! O al menos lo penso... o yo soy un pervertido... dios ahora tengo imagenes sucias en mi imaginación... ¿una despedida hubiera estado bien no? 

Ok ya, basta de eso. Enfocate.

Saliamos de su casa, no sin antes toparnos con la mama de Antonio que por dios ¡Es su viva imagen! Ella nos invito-obligo comer antes de irnos, me miro muy a lo "mmh~ pareces ser el chico que le gusta" ¡¿que carajo!? ¡¿Antonio le conto de Feli!? dios mio estaba taaaaaaaaaaaan nervioso.

Cuando por fin pudimos escapar de las garras de su madre, es entonces cuando fuimos a tomar el camión, estaba casi vacío y yo tome la iniciativa de irme hasta atrás con él. Nos pegamos hombro con hombro, pierna con pierna y ahi fue cuando yo si me puse con los pelos de punta, además había un jodido silencio incomodo que gracias a dios el sociable de Antonio supo terminar. Antonio, me encanta eso de él, de alguna manera siempre tenemos algo de que hablar, siempre dice una cosa boba que me hace reir, siento como si fuera perfecto.

Ojala pudiera ser asi siempre.

En la convención la pasamos genial; vimos una representación de una batalla de espadas, había un juglar muy parlanchín componiendo sobre nosotros, había una maqueta de un castillo bastante elaborada y el bastardo me compro un bonito llavero de un yelmo al cual podías levantarle la escotillita. No lo queria aceptar pero me insistio muchisimo.

Salimos de ahi con un algodón de azúcar que por cierto no va de la fecha pero vendían.

Todo estaba bien, se sentía de ensueño y realmente pareciamos pareja... pero entonces nos sentamos en una banca a mirar como lelos la poca luna que se veia y pum, lo arruinó, corto el rollo con un "¿Quieres ser mi novio?" y yo como que casi me muero porque se me fue chueco el dulce del algodón, se me salieron hasta los mocos, que horror.

Me hubiera gustado decirle que si, que me moria de ganas por ser su novio, que me encantaba, que me parecía perfecto, que desde que lo conocí algo dentro de mi se removió y esa sensación me gusta, todo lo que me ha hecho sentir estos dias (quitanto el dolor claro), se sintio genial, hermoso y lindo... 

Lo rechace.

Tú, estupido libro sabes de sobra todo lo sabido y por saber de mis sentimiento por Antonio,  mis inicios, como pase de curioso a mirarlo con tanto cariño... "¿Quieres ser mi novio?" preguntó... no, no de esta forma ni enterandome de todo lo que se...  él no sabe quien soy, no le intereso, estos sentimientos fueron llevados en mí todo este tiempo, no es justo que los regale en otra persona, ¡son mios! ¡me pertenecen!. 

Parece que con mi rechazo lo deje con el corazon roto, él me dijo que no entendía y yo no tuve el valor de enfrentarlo, sinceramente. SOY UN COBARDE.

¡CAMBIEMOS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora