bigotes

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te quiero.

Desconectarme de todo y de todos por un tiempo, era diferente.

Estar todos los días junto a 12 chicos con sus diferentes habilidades, gritos, defectos y su amor. Me había acostumbrado mucho a esa sensación. 

Por el momento, me encontraba perdido en un hotel algo vacío a las afueras de la ciudad. La mayoría de la población eran ancianos o pequeños niños que acompañaban a sus abuelos, era muy tranquilo. En las noches, por la falta de edificios, se podía ver claramente las estrellas brillar mas que nunca. A veces, era gracioso notar como algunos saltamontes de mi habitación me hacían compañía en mi soledad. 

Había pasado menos de 4 días allí y poco a poco, empezaba a asimilar todo lo que me había ocurrido en estos meses. 

Me gustaba llorar en ese lugar, nadie me veía, sin embargo, me sentía cálido. Podía notar como el rio me acompañaba en el silencio y el sol me daba un pequeño abrazo de consuelo.

Entre todas las "actividades" que empecé a realizar en mi descanso, destacaba salir al campo a caminar o pescar algo. No era muy divertido o emocionante, pero me sanaba.

Los pobladores de allí empezaron a saludarme sin verguenza y una que otra vez, me ofrecieron un poco de Soju. Aunque de todos, destacaba a una pequeña niña, no tendría mas que 7 años, pero siempre que podía me seguía a escondidas.

En un momento a otro, ella se me acerco a  mí y con sus mejillas rosadas me hablo.

" ¿Por que estas aquí oppa?"

Rei por la verguenza de sus palabras y le respondí con la primera sonrisa sincera.

" Porque oppa necesita descansar."

Ella se quedo callada y quise volver a caminar. Pero la pequeña no quería aun dejarme.

" ¿Entonces oppa tiene tiempo para jugar?"

" Creo que oppa sí tiene tiempo para jugar." 

Ambos sonreímos y con sus pequeñas manos, me guio a través de las pampas verdes. No supe en que momento, ambos empezamos a correr mientras reíamos. No necesitábamos muchas palabras, solo nos seguíamos la corriente. Me sentía feliz, ella me recordaba a mi pequeña hermana.

Después de llegar a una casa de manera algo grande y bien arreglada, espere por petición de ella, a que sacara sus juguetes. Parecía que el lugar estaba vacío que me dedique a caminar un poco para investigar, pero entre todas las coas que esperaba encontrar nunca pensé ver a un joven de mi edad manchado de lodo.

"¡Oye, quién eres!"

Mi timidez llego y no sabia que responderle, mi contrario se veía impotente frente a mí, era musculoso y hasta más alto que yo. Me quede mudo.

" ¿Oppa dónde estás? Ya traje mi juego de té y a la señorita Didi para jugar a las princesas."

La voz de la pequeña niña rompió el tenso ambiente que se sintió y llego a mí para tomarme de la mano.

" Hermanito, ¿Qué estás haciendo con mi príncipe?"

" ¿Tu príncipe?"

Me miro con reproche el mas alto y con mucho esfuerzo, le hable lo menos tímido posible.

"Soy Jeonghan, yo estoy de hospedado por aquí y tu hermanita me había ofrecido para que la acompañe a jugar."

"¿Eso es verdad Sunhee?"

"Sí, oppa. Él es el chico bonito que te dije que parecía perdido."

El chico dejo su faceta de "rudo" para mostrarme una sonrisa y reír, relajando cualquier tensión que se pudo formar. Yo también le sonreí y él me habló.

" Soy Lee Minhyuk, ella es mi hermanita Sunhee. Espero que la puedas acompañar a la fiesta de te que su hermanito tiene que darse una ducha." 

Después de eso, el tal Minhyuk me dejo junto al jardín con Sunhee. Así que, me resigne a jugar y ponerme una corona para alegrar a mi nueva amiga.

Fue divertido tener que fingir expresiones para la cena que me  estuvo preparando ella. Además que luego, la pequeña quiso probar los tutoriales de maquillajes que había visto en mi cara, sorprendentemente, no quedé tan mal, hasta los bigotes que me había dibujado en mis mejillas se veían graciosos. No medí bien mi tiempo que en lo que menos me esperaba, salió Minhyuk al jardín, y esta vez, estaba sin ningún rastro de lodo y bien vestido frente a nosotros.

" Hermanito, oppa  y yo estuvimos maquillándonos, ¿ qué te parece?"

En mi vida, nunca me había sentido tan avergonzado por estar desarreglado frente a alguien. Pero es que Minhyuk cuando estaba bien bañado y vestido, al parecer era muy bien parecido.

" ¡Sunhee, qué lindos! Creo que tienes talento para esto, aunque, creo que a tu oppa se te ha escapado unos bigotes."

Me sonroje e intente defenderme.

" Para tu información, estos bigotes son para mostrar que yo soy el príncipe gato."

Tanto Minhyuk como Sunhee empezaron a reírse de mí y yo me sonrojaba cada vez más, estaba empezándome a arrepentirme dejarme los bigotes. Hasta que vi la mano de Minhyuk apoyarse en la mía.

"Bueno príncipe gato, ¿tienes tiempo para cenar con nosotros?"

"¡SÌ SÌ SÌ! OPPA, POR FAVOR, CENA CON NOSOTROS, ¿SIIIIIII?"

Me sorprendí por la propuesta y de manera tímida asentí. Creo que estar con un poco de compañía, no me haría daño.






te quiero .- JIHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora