i. después del tiroteo

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OO1

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OO1. ¿acaso no me has
escuchado? no puedo morir.

-¡N-No te preocupes, te llevaremos a la enfermería y sanarás!

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-¡N-No te preocupes, te llevaremos a la enfermería y sanarás!

Gritó cada vez más tenso el chico. La chica no dijo nada, pues no tenía ganas ni fuerzas como para darle conversación a un completo desconocido.

Los dos chicos que estaban junto con el de cabellos blancos aparecieron de pronto tras haber llevado a los causantes del tiroteo ante la policía.

El rubio de gafas vió la desesperación del menor al no poder detener la sangre, así que se agachó y envolvió el torso de ella con una venda.

Mientras que el castaño miraba, el rubio y el peliblanco ayudaron a poner en pie a la chica. Ella, en cambio, se estaba comenzando a cansar de tanta atención.

En un ágil movimiento se deshizo de los brazos de los chicos y se fué por el camino contrario a paso indiferente.

-¿Pero qué-

-¡Eh! ¿A dónde vas?-Gritó el menor mientras corría tras ella.

El peliblanco se giró solo un momento, solo uno, para mirar al de gafas, y al volver a perseguir a la chica fue cuando se dió cuenta de que la había perdido de vista.

-¿Por qué se ha ido?

Preguntó al viento Atsushi Nakajima, quien se quedó mirando a la calle por la cual había desaparecido la de cabellos castaños. Kunikida Doppo se acercó al menor y colocó su mano en el hombro del contrario.

-A veces hay personas que no quieren ayuda.-Formuló Kunikida con un tono apagado mientras trataba de evitar mirar al más bajo.

Confundido, Atsushi volvió a la Agencia junto con el castaño y el rubio. Kyoka, el miembro más reciente, les recibió e invitó a ir a la cafetería, pues quería un chocolate caliente.

Kunikida rechazó la oferta amablemente ya que tenía trabajo que hacer, pero naturalmente no estaba de humor después de haber dejado ir a una chica que estaba al borde de la muerte, pues esa herida no tenía buena pinta.

𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐈𝐍𝐌𝐎𝐑𝐓𝐀𝐋, dazai osamuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora