CALIOPE; WINX CLUB | BLOOM (CANCELADA)

𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 𝙎𝙀𝙄𝙎 !🦋

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Dowling junto a las cuatro chicas corrieron por el bosque cada una cuidando de la otra por si algún quemado hacia acto de presencia que para su suerte, no sucedió.

—Quédense aquí, ¿okay?—les ordeno Farah y justo en ese momento se escucho un grito dentro, haciendo que Farah se diera vuelta enseguida y entrara.

—Bloom—murmuro Calíope y se dispuso a correr detrás de la directora pero Musa la tomó del brazo deteniéndola.

—Ni siquiera lo pienses—la reprendió su mejor amiga.

—No dejare que le hagan daño—gruño la pelirroja—, debemos ir.

—La señorita Dowling se hará cargo—aseguro Terra.

De pronto la puerta se abrió de golpe mostrando a una Bloom asustada y agitada, corriendo hacia ellas, eso hizo que Calíope abriera sus brazos para que su amiga viniera corriendo hasta ella y así fue, la ojiazul corrió hasta ella, abrazándose.

—Tranquila, Bloom, ya estas bien—susurro acariciando su espalda—, ya no estas en peligro.

La menor se separo levemente, sin romper el abrazo, quedando una a centímetros la una de la otra, Calíope podía sentir la respiración agitada de Bloom—esto hizo que la heredera se ruborizara—, la pobre estaba tan asustada que temblaba en sus brazos.

Las tres chicas solo las miraban, esperando a que Bloom les dijera algo, pero Musa pudo sentir como su futura reina se ponía sumamente nerviosa.  

—¿Estas bien?—preguntaron al unísono la peliazul y la hada mental.

Bloom se separo por completo de Calíope asintiendo frenéticamente sin poder articular palabra por el miedo que tenia, luego de algunos segundos de afirmar con la cabeza, soltó:—sí, lo estoy, eso creo—¿Qué era eso?—chillo.

—Creo que era un quemado—hablo Flora agitada, apareciendo detrás de un gran árbol ganándose la mirada de desconcierto de las cinco chicas.

—¿Qué rayos haces aquí?—cuestiono la pelirroja mayor con molestia y confusión.

—Las vi saliendo con Dowling —respondió intentando normalizar su respiración—. Por Dios, debo volver a hacer ejercicio estoy en pésima condición—susurró para si misma—. Siguiendo con tu pregunta, quería asegurarme de que estuvieras bien—miro fijamente a la pelirroja mayor.

—No necesito que me cuides, Flora—contesto indignada—, ya te lo había dicho.

—Un gracias hubiera sido mejor, su majestad—dijo lo ultimo con burla.

Un silencio incomodo se hizo presente entre las chicas por varios segundos hasta que Bloom lo rompió.

—Un momento, ¿y Stella?

—En la escuela, ¿por qué?—respondió Aisha.

—Esa cosa tiene su anillo—afirmó tragando saliva.

—A eso yo lo llamo karma—se burló Calíope ganándose una risita por parte de Flora.

La señorita Farah salió de aquel lugar, estaba muy agitada por el encuentro entre el quemado y ella.

—¿Esta bien?—preguntó Aisha.

—Sí señoritas, ahora, regresen a la escuela, yo me encargaré de esto—respondió restándole importancia.

Nadie dijo ni una palabra más, Calíope abrazo a Bloom de la cintura y Bloom la abrazo por los hombros ganándose una mirada de recelo de parte de Flora y Musa al ver esta acción de la morena, sonrió, podía sentir la molestia y los celos en Flora.

( 🦋 )

Las seis chicas llegaron hasta el dormitorio.

—¿Podemos hablar?—le preguntó Flora a Calíope.

—Bueno, fue un día duro, nos vemos adentró—habló Bloom soltando a la pelirroja.

—Eh sí, nosotras nos vamos también—comentó Terra—, Adiós prima.

Todas las chicas entraron a la habitación a excepción de Calíope.

—Flora, estoy cansada, mucho, no quiero hablar ahora—afirmó la heredera.

—Sólo será un minuto, por favor—rogó.

—No, Flora, no tenemos nada de que hablar, lo que hiciste hecho esta—solto con desdén y sin dejarla responder, se dio la vuelta entrando a la habitación, cerrandole la puerta en la cara.

—¿Todo bien?—cuestionó Musa recibiendo un asentimiento de parte de Calíope.

La pelinegra sabía que le mentía, podía sentirlo.

—Me iré a la cama—les informo a las chicas para luego soltar un suspiró de frustración.

Camino hasta la habitación que tenía para ella sola, entró, se quito los zapatos y se acostó en su cama, aún dolía lo que Flora le había hecho, ya habían pasado meses, pero aún dolía como aquel día.

Cuando estaba por quedarse dormida, llamaron a su puerta.

—Adelante—dijo.

La puerta se abrió mostrando a una pelirroja con su pijama, cansada y sin maquillaje, Calíope sonrió, se veía adorable.

—Buenas noches, princesa—le regalo una pequeña sonrisa.

—Dime Calíope o Cali, solo olvida mi título, por favor.

—Entiendo—asintió—, Buenas noches.

—Buenas noches, chica, soy un hada—le guiño un ojo ganándose una risita adorable de parte de Bloom haciendo que algo en su estómago se removiera de nuevo.

—Y gracias, Cali—sonrió tímida.

Aquel apodo saliendo de los labios de Bloom hizo que su corazón se emocionara y sus manos sudaran, eso no le empezaba a gustar a Calíope.

—Yo no hice nada, Bloom—afirmó.

—Estuviste ahí, te lo agradezco, al igual que a las demás—comentó para luego cerrar la puerta detrás de ella dejando a la princesa con la palabra en la boca, sintiéndose miserable por lo que estaba empezando a sentir por ella.