CALIOPE; WINX CLUB | BLOOM (CANCELADA)

𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 𝘿𝙊𝙎 !🦋

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" 𝚜𝚘𝚢 𝚞𝚗 𝚑𝚊𝚍𝚊 "

—Llegamos, Cali—le informó su padre.

—Lo sé—respondió mordiendo su labio.

—¿Estas nerviosa?—preguntó confundido.

—Un poco—contestó—, no convivo con muchos chicos de mi edad desde...—pauso.

—No deberías estarlo—interrumpió a su hija, no quería que se sintiera mal en su primer día—. Mira, ahí está Musa.

Musa estaba a un costado del auto esperando a que su mejor amiga bajará.

—Calíope, vamos, como es que unos simples chicos te hacen sentir insegura, eres una princesa, ellos deberían sentirse así cuando te vean—dijo su hermana menor, Galatea.

—¿Dónde quedó la chica fuerte y segura que crié?—soltó su padre.

—En casa—se encogió de hombros.

—Pensé que te emocionaba venir a Alfea—dijo Galatea.

—Y así es, aquí hay más princesas y príncipes pero las demás hadas y especialistas los tratan como sus iguales y esa idea me gusta, sólo...—pauso un momento—, solamente creo que todo el mundo sabe del insidente y siento que me evitarán.

—No lo harán—aseguró la menor.

—Lo hacen con Stella—miró fijamente a su hermana.

—Tú no eres Stella, eres mucho mejor—animó su padre.

El celular de Calíope sonó, era un mensaje de Musa.

"¿Saldrás ya?"

—Musa está desesperandose—informó sin dejar de ver el mensaje.

—Anda ya—le sonrió su hermana.

—cualquier cosa, me llamas y vendré, ¿esta bien?—dijo su padre.

A lo que Calíope solo asintió.

—Los voy a extrañar—abrazo a su hermana y luego a su padre.

—Nosotros a ti—respondió Galatea.

Calíope salió del automóvil topandose por fin con su mejor amiga.

—Diablos, pensé que tardarias más—dijo Musa abrazando a Calíope—. Te extrañé tanto.

—Yo también, pero enserio necesitaba tiempo para mí, para pensar y esa clase de cosas—dijo una vez que rompieron el abrazo.

Calíope examinó todo el lugar, era realmente bonito pero su felicidad se esfumó al ver como algunas miradas curiosas se fijaban en ella.

—¿Podemos ir a nuestra habitación?—rogó.

—No debes dejarte intimidar por imbéciles, Calíope—dijo musa.

—Es fácil decirlo, a ti no es a la que miran mal—dijo caminando con la cabeza agachada.

—Mierda—exclamaron ambas chicas al chocar.

—¿Podrías fijarte?—habló molesta, Calíope.

—Yo no soy la inútil que va con la cabeza agachada—dijo la pelirroja frente a ella.

—Si me viste debiste evitarme—dijo obvia alzando su cabeza para mirar a la chica frente a ella.

Que bonitos ojos, pensó Calíope.

—Y tú no deberías caminar con la cabeza agachada—la miró con seriedad.

—Si fuera tú, yo no haría enojar a la princesa, puede ser peligroso—le dijo Riven a la ojiazul, haciendo que Calíope saliera del trance en que el estaba por los ojos tan bonitos de la pelirroja.

—Cállate, Riven—le respondió Musa.

—Es la verdad—dijo el chico encogiéndose de hombros.

—Me lo llevaré de aquí, lamento las molestias, chicas, bienvenidas por cierto—dijo Sky con una sonrisa amable—. Te veo en un rato Calíope, es bueno verte de nuevo—decía mientras se alejaba con Riven.

—¿Eres una princesa?—dijo la Ojiazul con asombró.

—Sí, ¿tú?—interrogó—. ¿Hada, princesa, especialista?

—Hasta hace unos meses, pensé que era una simple mortal—río.

—¿Mortal?—preguntaron ambas chicas con confusión.

—Sí, mortal, pero hace poco me enteré de que soy un hada—dijo la pelirroja aún sin poder creerlo.

—Vaya—exclamó musa.

—Bien señorita soy un hada—dijo jugando—, ¿cómo te llamas?—interrogó la princesa.

—Bloom, ¿ustedes?—dijo regalándoles una sonrisa tímida.

—Ella es Musa y yo soy Calíope.

—No es por ser grosera, pero me iré a la habitación, no soporto todo el ruido de aquí—le dijo Musa a Calíope para luego ponerse sus audífonos y comenzó a caminar hasta la entrada principal de la escuela.

Calíope sabía a lo que su mejor amiga se refería.

—Supongo que buscas a Stella—le dijo Calíope. Bloom asintió—. Ven, es por aquí.

Ambas chicas caminaron en silenció hasta la entrada principal, donde ya estaba una desesperada rubia esperando a Bloom.

—Vaya, ya era hora—suspiró con frustración—. Ah, hola Calíope—saludo sin mirarla, solo lo hizo por cortesía.

—Hola—rodó los ojos—. Fue un gusto, Bloom, nos vemos luego—se despidió dándole una sonrisa amable.

—Gracias, por cierto —dijo Bloom.

Calíope se fue dejando a ambas chicas solas. Pará nadie era secreto que a Calíope le desagradables Stella, pero era un sentimiento mutuo.