Capítulo III
- Es un ave amor -Escucho a un hombre a mi lado- ¿Estás bien?
- La llevaré con Granmare para que nos ayude a entender lo que ocurre, quédate con los niños y cuídalos bien -Respondió una mujer.
- No importa lo diferente que luzca ella, es nuestra hija -Dice él acariciando mi cabeza.
Hablan de un ave y creo que también es sobre mi, no entiendo lo que ocurre. Mi cabeza comienza a girar como hace un instante, al punto de doler ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy experimentando?
- Granmare ¿Por qué solo una? -La mujer de antes preguntaba preocupada, por cambio de ambiente reconozco que estoy en un lugar distinto al de hace segundos- Sus hermanos lucen normales, como personas ¿Por qué ella no?.
- Es la única femenina de la familia y la primera que nace con el apellido en una década, por eso es diferente y más fuerte, cuando crezca será líder de los Capri's. Estará bien si logra sobrevivir el primer mes, al cumplir los 4 años va a transformarse para lucir "normal", cuando eso comience a ocurrir debe alejar a todos de ella ¿Lo entiende? -Hablaba una mujer mayor de notables conocimientos.
- Entiendo Granmare -Ahora que pienso, está mujer preocupada es la señora Daurat.
Puedo sentir las manos de la señora Daurat sosteniéndome durante toda la revisión con Granmare ¿Soy el ave de quién hablan? ¿Están jugando con mi mente?
- Solo cuando comience a cambiar -Fue lo último que dijo aquella señora de mayor edad antes de que comenzaran a sonar piedras cayendo.
Unas vez más, comienzo a dar vueltas dentro de mi sin poder controlarlo, cada vez que esto ocurre aparezco en alguna situación distinta ¿Por qué? ¿Es una clase de sueño?. Sigo ahogándome con cada respiro, no había podido abrir los ojos, ni caminar, he estado apareciendo en distintos instantes.
- ¡Hola Clarisse! ¿Quieres jugar? -Es un niño quien me habla con otros dos a su lado, ahora puedo ver todo con claridad.
Escaneo el lugar y me encuentro en el marco de un ventanal dentro de la blanca habitación de una niña, es la habitación dónde Isaac me había dejado cuando estaba sedada. Miro a los tres pequeños reflejados y el ave bebé, solo reconozco a Isaac como un niño ¿Yo soy ese pichón? Lógicamente es algo impensable, pero hasta ahora todo lo que he vivido se ha basado en mostrarme este hecho, aunque el resto de la familia luzcan como personas normales yo luzco como un pequeño cuervo de pocas plumas.
Pasaron días o tal vez semanas, no volví a perder el control y acepté los hechos como me fueron presentados, una antigua yo se conectaba dentro de mi y revivía todo lo que ahora yo estaba viviendo. Nos divertíamos, jugábamos horas y horas, vivíamos, los amo y siento que ellos me aman a mí como miembro de su familia, ellos no se cansaban de mi ni yo de ellos. Me encantaba cada segundo con mis hermanos los cuales no quiero que terminen.
Este no es el presente. Todo fue gracias a la señora Daurat y sus uñas enterrándose en mis ojos, fue lo que ocurrió cuando escuché a Isaac gritar e inició está travesía ¡Por Dios esto es lo que ocasiona! Ella está haciendo que recuerde todo ¿Cómo pude olvidar a mi familia? ¿Dónde están Fleim, Vent y Cel en el presente real? ¿Cuando nace Ateş? Tengo preguntas para las que necesito respuestas.
Y así, vuelvo a uno de os bucle que hace tiempo no aparecían, hay frío en el lugar, siento el suelo mojado y oigo sollozos alejados que acrecientan mis ganas de saber dónde estoy ¿Qué estoy recordando? Pero también siento el estómago pesado y un intenso dolor por todo mi cuerpo, estoy sentada recostada de algo aún aturdida por la transición, ni siquiera he abierto los ojos, me permito descansar de lo que sea que haya sucedido antes.
- ¡CLARISSE! -La voz de la señora Daurat me hace despertar exaltada, se escucha desesperada, abro mis ojos de golpe.
¿Qué fue lo que ocurrió aquí? ¿Cómo pude dormir en este lugar sin percatarme? La escena frente a mis ojos sencillamente no tiene explicación. Quiero moverme he investigar todo lo que me sea posible, saber quiénes murieron tan horriblemente en este lugar y si es posible también saber quién lo hizo. Hay sangre por todas partes, hasta el techo deja caer gotas del líquido rojo sobre el lugar, ya no queda demasiado de lo que parece que antes eran niños, puedo ver extremidades rasguñadas en distintos espacios de la habitación y ropa desgarrada impregnada por completo en sangre, las paredes están salpicadas como en la más terrorífica escena del crimen.
El increíblemente fuerte dolor de antes hace nuevamente acto de presencia, y a penas me permite moverme, bajo la mirada y me doy cuenta de lo que ha ocurrido conmigo, no sé como no lo noté de inmediato sin embargo es ahora cuando percibo que soy nuevamente una persona, una niña.
Mi cuerpo está desnudo cubierto de sangre, tiemblo por completo del dolor y aún así hago mi mayor esfuerzo para llegar al espejo de la habitación. Detallando mi reflejo un hambre voraz se aloja de golpe en mi estómago, nunca antes sentí tanta hambre como ahora mismo, puedo sentir la bestialidad y desesperación hacer a un lado el dolor físico.
Giro la cabeza intentando encontrar algo que pueda devorar, al hacerlo fijo mi vista en dónde antes había recostado mi espalda... Fleim.
Horror y pánico se apoderaron de todo mi ser, mi hermano estaba allí, la mitad superior de él sin lengua, ni brazos, cubierto de sangre con los ojos enteramente blancos, no podía respirar al mirar así a mi hermano. Comencé a pensar que tal vez el resto de mis hermanos se encontraban esparcidos en este lugar, los restos humanos que vi al despertar.
Una parte de mi, la chica joven que visualizaba recuerdos, no podía creer lo que estaba mirando. Asustada y dolorosamente impactada recorría la habitación con mis ojos, me encontraba en la casa, la habitación de Isaac, recordar que él está bien en el presente real me reconfortó. La otra mitad, la pequeña que apenas comenzaba a crecer, estaba hambrienta. Toda ésta situación la asustaba pero no la controlaba ni la detenía en lo absoluto.
Necesitaba saciar este apetito.
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Cuervo Dorado
FantasyEra notable el pánico en sus ojos, no se habían percatado hasta ese momento. Sin una no podría vivir la otra, porque eramos una misma.