Capítulo 1

1.3K 94 95
                                    

Bajé del avión casi corriendo, no me importó las horas de vuelo con mi pánico a tener un accidente que casi hace que vomite el sándwich que me había comido a toda prisa en el aeropuerto, mi compañero de vuelo vió mi cara de niña del exorcista y pidió otro sitio seguramente por miedo a que mis fluidos intestinales acabaran en su traje...lo que hubiese sido lo más probable, tampoco me importaba el niño que tenía atrás que no me paraba de dar patadas en el asiento (menuda mierda de vuelvo de bisness) y al que casi tiro por la ventana del avión, ni siquiera el hecho de que las grandes turbulencias del avión me hicieran pensar que iba a morir ahí mismo y apesar de que la azafata me decía que solo eran unas leves turbulencias por el viento, yo ya me estaba poniendo la mascarilla de oxígeno y escribiendo mi testamento.

Todo eso se vió compensado en cuanto aterricé y conseguí decirme a mi mismo que había sobrevivido y no había acabado en una isla desierta, por fin había llegado el día en el que los exámenes y trabajos me daban un respiro y podía ir a ver a Hyukjae.

La universidad me estaba gustando, aunque los primeros días los pasara a lo niña del pozo, deambulando, llorando y diciendo el nombre de Hyukjae por las esquinas (Soy un chico fuerte e independiente y esto no es muy digno, pero por favor un poco de comprensión). Heechul y Leteeuk estaban en Londres conmigo, Heechul estudiando publicidad y relaciones públicas y Leeteuk marketing.

Yo en cambio había decidido estudiar empresariales, desde pequeño me veía en un gran despacho dirigiendo, en reuniones con directivos internacionales, tomando el control de la empresa de mis padres...

Aunque al principio decidí llevar una vida solitaria y oscura, no tardé en ser arrastrado por el mundo universitario de las fiestas y hermandades. Conocimos a Megan y Harper, poco a poco me fui adaptando hasta el punto actual en el que adoro la universidad.

Pero la mejor parte de mis días es después de comer, cuando exactamente a la misma hora Hyukjae me llama y nos quedamos hablando hasta que me obliga a colgar para que estudie, es bastante probable que si el no dijera nada me pasaría hablando horas y luego me esperaría una larga cola de suspensos.

Pero volvieron al tiempo real, corrí como el correcaminos por todo el aeropuerto, me perdí unas cinco veces, atropelle a algunas abuelitas con la maleta hasta que por fin conseguí salir de ese barullo de gente hablando en un idioma desconocido pero tremendamente bonito. Lo vi a lo lejos y comencé a echar una carrera en plan Usain Bolt hasta que llegué a su lado, le salté encima y le empecé a llenar la cara de besos.

— ¡Te he echado tanto de menos! —

Sonrió, me revolvió el pelo cariñoso y me dio otro beso pero no deje que fuera corto y lo seguí introduciendo mi lengua.

— Espera a casa pequeño gatito no sabes lo que necesito estar entre tus piernas, pero en Seúl lejos de lo que puedas pensar no está bien visto eso en público — Dijo desviandose de mi boca hasta mi oreja, mordisquiando levemente el lóbulo.

— Echaba de menos tus ironías— Respondí riendo.

Me dio un beso en la mejilla y cogió mi equipaje.

— Mi chófer esta aparcado allí, de aquí a casa se tardan unos veinte minutos te podré ir explicando algo de la ciudad. —

Yo ya he estando en Seúl pero supongo que me gusta verle ilusionado con la idea de que me iba a enseñar al lugar.

Me llevó al aparcamiento y distinguí a su chófer y su limusina entre todos los coches. El chófer me dedicó una mirada de arriba a abajo y cogió mis maletas.

— Creo que no le caigo muy bien — Susuré mientras me ponía el cinturón.

— Tiene un carácter peculiar, tenlo en cuenta. —

El coche arrancó y Hyukjae comenzó a explicar cada detalle que podíamos ver por la ventana.

— ¿Cómo es que estas haciendo derecho y no historia de artes? — Bromee

— Muy gracioso, simplemente me gusta la ciudad, mira ahí por ejemplo, es un edificio que data el sigo XVI y... — Me incline para verlo y me di cuenta de que se había quedado quieto mirando mi cuello que al moverme había quedado ante el.

— ¿Eres el hermano de algún vampiro perdido o porque me estás mirando el cuello como si te fueras a lanzar por...— No pude acabar la frase por que posó su boca en el y comenzó a besarlo y morderlo.

— He intentado contenerme, de verdad que sí, pero necesito hacerte mio — Dijo entre besos y a la vez una de sus manos viajaba por ir a la parte baja de mi abdomen.

— Hyuk...aquí no...Esta tu chófer y....

— Llevo tres meses en abstinencia absoluta y tu eres extremadamente apetecible. Dime que tu no tienes ganas y paro. —

Decir que no quería era mentira, yo también llevaba tres meses sin el y bueno, el sexo es una parte importante de las parejas, no soy un ninfómano pero tengo dieciocho años, además técnicamente en el coche no nos vería nadie así que supongo que no pasa nada.

Mi silencio fue una respuesta.

Metió su mano dentro de mis vaqueros y comenzó a rozar esta sobre mi bóxer.

—Voy a explotar— me susurró al oído, parecía que de verdad esos pantalones iban a reventar por la erección que tenía

Me quité el cinturón y fui hasta su asiento y me puse encima de él, atrapé su labio inferior entre mis dientes y los estiré levemente.

— El niño inocente que conocí el primer día de clases parece que se lo ha tratado la tierra y ha aparecido esta versión feroz—

— Supongo que con Lee Hyukjae es imposible mantenerse inocente —

Sonrió, se quito el cinturón y me recostó sobre los asientos. Volvió a mi cuello y comenzó a subcionar en nada tendré un chupetón que tendré que tapar con kilos de maquillaje pero me da igual porque la sensación es maravillosa.

A la vez hizo ademán de apartar mi bóxer pero el coche frenó de golpe y los dos caímos.

— Ya hemos llegado — Dijo el chófer.

Me levanté, rozando la parte de la espalda en la que me había hecho daño. — Lo ha hecho a propósito, estoy seguro— Le susurré a Hyukjae, que me ayudó a incorporarme.

— Que mal pensado eres — Abrió la puerta y al salir pude ver una gran casa, del estilo de la que tenía en Nueva York.

— ¡Donghae! — Yerin salió a abrazarme — No sabes lo contenta que estoy de que estés aquí y tranquilo, Hyuk me lo ha contado, no voy a decirles nada a tus padres.

— Aunque creo ya va siendo hora de que les cuentes lo nuestro— Siguió Hyuk mientras me guiaba por el jardín hasta la encontrada de la casa.

— A la vuelta te prometo que se los contaré, pero ahora no quiero pensar en eso—

Sonrió y abrió la puerta principal. — Me encanta ser quien te dé la bienvenida a mi casa— Dijo con gesto teatral.

Entré y no pude hacer otra cosa que abrir la boca. La casa estaba decorada de manera exquisita, en un estilo clásico, pero sin lugar a dudas por alguien con un gusto impecable

— Es preciosa —

— La he decorado yo, se me ha olvidado preguntar por el vuelo espero que no haya habido demasiado movimientos y que hayas podido...

— Ya le preguntaras todo lo que quieras en un rato pero ahora le voy a enseñar mi habitación para... — Se quedó pensando unos segundos— que pueda deshacer su molesta.

Me cogió suavemente del brazo y me llevó escaleras arriba.

— Ahora si que si vamos a inaugurar tus vacaciones de invierno.

Puse los ojos en blanco y le seguí.

Holaa,,espero se encuentren muy bien<3 lo prometido es deuda. Como ya les había dicho al final de los capítulos siempre habrá una preguntita para ustedes. Así que, aquí va;

¿De qué país son?

los estaré leyendo ❤️
no vemos el próximo jueves

Ese Virgen Fue Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora