𝐄𝐬𝐩𝐨𝐬𝐨 𝐈𝐧𝐟𝐢𝐞𝐥 - 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧 [𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞] EDITANDO

"𝟎𝟏"

Pocas veces la vida le sonríe al omega rubio y el simple hecho que lograra llevar a sus cachorros a la cama sin pelear era considerado una enorme ganancia.

Cuando el teléfono comenzó a sonar no pudo evitar caminar hasta el con cierta rabia, temiendo que esto afectara con el sueño de su cachorro más pequeño, contesto la llamada horrorizado al verse en el espejo de la estancia, notando lo cansado y desaliñado de su aspecto, lo que alguna vez fue su presumible cabellera rubia ahora se asemejaban a los garabatos que los mellizos dibujaban en el prescolar, sus raíces castañas ya estaban bastante notables, su ropa de alguna prestigiosa marca estaba húmeda debido al baño de sus tres amados hijos, el lugar apestaba a sus feromonas y a pesar de eso el más pequeño de sus hijos no pensaba darla tregua mientras intentaba desabrochar uno de los botones de la camisa de su madre.

—Basta Soo —. Dijo dulcemente separando sus manitas de la ropa y contestando al fin la llamada —"¿Quién es?".

"entonces llevo quince minutos hablando solo" la voz al otro lado de la línea parecía algo molesta, lo usual teniendo en cuenta de quien se trataba.

—"SeokJin" —. Se sorprendió al escuchar la voz de su amigo y aun más teniendo en cuenta la hora en la que le llamaba, ya casi iba a dar media noche y HyungSoo apenas caía rendido en sus brazos —Cariño, ten más cuidado —. Respondió como si el pequeño cachorro entendiera lo que su madre quería decir.

—Aún no se duermen tus crías? —. Jin no sentía necesidad de ocultar su odio por los niños, los detestaba y se lo hacía saber cada que tenía oportunidad, a JiMin esto le dolía, ¿a que madre no?, sus hijos estaban siendo odiados de manera injusta, pero ya había pasado tanto tiempo que él y su lobo ya se habían acostumbrado a esto, hasta se habían convencido de que en el fondo SeokJin daría la vida por esos "pequeños monstruos chupa juventud", como en ocasiones se refería a ellos.

—Dos de ellos lo están —. Dijo orgullosamente —y el otro está en proceso.

—YoonGi ya regreso a casa?? —. JiMin noto como el tono en la voz del mayor cambio cuando el nombre de su esposo salió de sus labios, pero decidió pasarlo por alto.

—No, SeokJin, YoonGi no está en casa, siéntete libre de hablar mal de él, no te puede escuchar.

—valla —. El rubio sentía que algo no estaba bien, un instinto en él sentía que algo malo iba a suceder, casi podía escuchar la voz del mayor reprochándole. —Yo no confiaría en él si fuera tú —. Ambos omegas se mantuvieron en silencio, JiMin en su mente estaba tratando de comprender las palabras de su amigo, ¿Por qué no debería de confiar en su marido?

—No entiendo.

—JiMin, es simple, ¿Por qué estaría trabajando tan tarde, cuando pudiera estar con su hermosa familia que siempre espera por él con una rica y caliente cena? —. Aquella pregunta retumbaba en su cabeza, ¿Qué era lo que el castaño tras la línea estaba insinuando?, sus preguntas no tenían sentido, el pálido trabajaba tanto exactamente para su familia.

—Tiene un puesto muy importante en la empresa —. El menor quiso continuar, pero se vio obligado a callar cuando el mayor lo interrumpió.

—A si?, ¿Cuál?

JiMin se sintió estúpido, sabía que su alfa tenía un puesto importante en alguna compañía igual de importante, pero no sabía con exactitud cuál.

—Sabes, estoy muy ocupado, tengo que cuidar de mis cachorros.

—Nunca has pensado en la posibilidad de que YoonGi te este engañando? —. JiMin no contesto esa pregunta no pensaba caer en las provocaciones de nadie, en cambio, con todo la calma del mundo subió a la alcoba de su pequeño para dejarlo descansar cómodamente —Minnie, sabes que no me gusta hablar solo por hacerlo, no quería contarte esto por teléfono, pero lo vi en un restaurante, demasiado informal para ser una reunión de negocios.

—Jin, sé que te preocupas por mí, pero Yoonie no es así —. Contesto bastante cansado, su día fue un completo alboroto con los niños, estaba completamente agotado como para discutir con una persona tan negativa y a las tantas de la noche.

—Lo dejo a tu criterio —. a pesar de que la llamada no había acabado, ninguno de los dos decía nada, JiMin trataba de recordar cada noche en la que su esposo llegaba tarde a casa con la perfecta excusa de estar trabajando, su lobo se estaba volviendo inquieto, pues encontraba el sentido en las palabras del castaño, ¿Por qué Jin, siendo su amigo de toda la vida le mentiría?, ¿Qué ganaba él con eso?; Soo dormía la mayor parte de la noche, nunca despertaban con mal humor por la falta de sueño, cuando YoonGi llegaba estresado era por culpa de su trabajo, JiMin confiaba en su alfa, sabía que no haría nada para lastimarle.

—En serio me tengo que ir, no puedo seguir escuchando las cosas que dices que sabes o crees saber —. El rubio finalizo la llamada sin dejar que el mayor dijera alguna otra palabra que le hiciera dudar de la fidelidad de su marido.

Confiaba ciegamente en su alfa como para creer una mentira tan grande como esa, pero al mismo tiempo los detalles tan específicos e imperfectos le hacían dudar, aunque fuera en una mínima cantidad, ¿Cuándo fue la última vez que compartieron la cama de una manera sexual?, ¿Cuándo fue la ultima vez que su alfa sintió el deseo de domarle?, recordaba resentidamente todas las veces que el pálido prefería dormir en su estudio antes de pasar más de una hora con él, recordaba lo molesto que era para YoonGi el tener que ir a la escuela con sus hijos, se dio cuenta que era muy poco el tiempo que pasaban no solo como αlfa y Ωmega, sino que también como familia, no tomaban más de un dos almuerzos juntos en la semana, y pronto la venda que cubría sus ojos cayó, cayó de la misma manera en la que su matrimonio cayó en mil pedazos; sintió asco por Min YoonGi, pero también de sí mismo, ¿Cuándo se permitió que esto pasara?, ¿en que momento la marca que pintaba en su cuello ya no tenía un sentido para el azabache?.

Estaba comenzado a creer en las palabras de SeokJin, estaba decepcionado de él, debía confiar en YoonGi, a pesar de que en esto sonara como una afirmación, en su mente no era más que una pregunta, una pegunta complicada de responder.