San Valentín

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14 de febrero de 2010

Mamá tenía un armario repleto de cartulinas de colores, listones de todas las telas, brillantina, pegamento, tijeras para hacer diferentes cortes y mucho papel de regalo. Las manualidades no eran algo que se nos dieran bien, pero Agnes lo necesitaba para sus trabajos escolares.

Adoraba hacer tarjetas de regalo para mis amigas, en especial para San Valentín, pues era la ocasión perfecta para ser cursi. Busqué la lapicera que contenía todos los plumones de colores y busqué hojas de color pastel:

Una hoja para Elisa, una para Hazel, para Beth y otra para Midge (no era que la quisiera mucho, pero se sentiría mal si no le daba algo). Les daría las cartas a la mañana siguiente que las viera en clase.

En medio de mi ataque creativo, recibí un mensaje de Cole pidiéndome la tarea, de seguro no había tenido tiempo de hacerla durante el fin de semana y por eso la pedía tan tarde. Me preguntaba si él era el que hacía todas las escenas de The Suite Life on Deck desde que Dylan se fue, o si lo habían despedido de Meltdown por haber faltado tanto.

Noté que había agarrado una hoja de más. No quería desperdiciarla, haría una carta más, ¿pero a quién se la daría?

"De seguro, Cole pasó hoy todo el día con su novia" me dije a mí misma mientras miraba la hoja blanca extra. "Pobrecito, le han de llegar muchísimos regalos de sus fans hoy, ¿aun así debería escribirle una carta?", realmente no tenía a nadie más en el salón a quien considerara un amigo como para hacerle una carta.

Noté que en la lapicera que había tomado, estaban un par de letras de un viejo Scrabble que Will había dejado, sonreí al ver que estaban justo las que necesitaba.

"Sí, Cole se merece una carta de mi parte".



La mañana del lunes me aseguré de que no me hubiera olvidado de alguna de mis cartas, conté los 5 sobres incluso antes de entrar al salón. Mis amigas y yo intercambiamos nuestras cartas entre risas y sentimientos encontrados:

Elisa casi se pone a llorar cuando descubrió que le había escrito su carta en francés y la había decorado con un dibujo de nosotras dos. Hazel estaba fascinada con el dibujo que le hice sobre un anime yaoi que le gustaba, Beth me abrazó cuando terminó de leer mi carta y Midge la leyó con una sonrisa, ella no le había dado una carta a nadie y parecía sentirse culpable.

Leí las 3 cartas que me habían regalado una y otra vez antes de guardarlas, mis amigas eran mi mayor tesoro sin lugar a dudas.

De repente, Cole abrió la puerta de un golpe seco, tenía alzada su mirada triunfalmente, se hizo a un lado y se inclinó para que Dylan pasara.

― ¡Me extrañaron? ―exclamó el mayor de los Sprouse mientras alzaba sus brazos ostentosamente, tenía una sonrisa de oreja a oreja y su hermano lo seguía detrás riendo. Mientras que el grupo de "las estúpidas" se acercaba para abrazar y adular a Dylan. Después de tanto tiempo, me sorprendí de que en verdad los gemelos se vieran tan diferentes incluso cuando estaba uno del lado del otro.

Miré a mi mochila en donde estaba la carta de Cole, tal vez no se la podría dar, empecé a avergonzarme. La maestra entró al salón y nos sentó a todos, la clase transcurrió como siempre, pero yo no podía concentrarme por estar planeando la manera menos vergonzosa de entregar mi carta.

Pasaron 3 clases y aún no se me ocurría nada, ¿esperar a la salida? No, Dylan me vería dársela. ¿Dejarla en su mochila? Cole de seguro ni siquiera la limpiaba, jamás se daría cuenta de que se la di, alguien podría verme y podría confundir las cosas. ¿Dejarla en su casillero? Para nada, de seguro se mezclaría con las cartas de sus fans y jamás la leería.

✨ Both of You ✨ Cole & Dylan SprouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora