Capitulo I "Lluvia carmesí"

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Caminando solo por la ciudad, bajo una noche tormentosa, los edificios parecen gigantes observando mis pasos largos e imponentes en las calles de la ciudad de México, sólo con mi gabardina oscura como la noche misma, empapada de tanto caminar, una bufanda de un color rojo brillante rodeaba mi cuello, tejida por mi abuela, era como un símbolo muy importante para mi, fue un obsequio por sacar buenas notas en el colegio, y por pertener al cuadro de honor de la preparatoria, ahora ya estaba completamente mojada, una sensación de incomodidad surcaba mi cuerpo, el aíre se siente pesado, las gotas de lluvia parecen regresarme a mi fria y dura realidad con su frialdad, las solitarias calles parecen aclamar mi figura andante, los pocos autos que pasan alado mio me recuerdan a mi niñez, cuando solia ir sobre la carretera con mis padres, viajando hacia aventuras increibles y experiencias inolvidables, alado de los seres que más amaba, tiempos que nunca más han de volver.

Sigo llevando mis lentos pasos sobre esta infinita calle, recordando lo que alguna vez fuí, hasta que senti algo que vibraba en mi gabardina, era mi celular con una llamada entrante de mi amigo Ricardo, nos habiamos conocido ya hace 6 años en la secundaria, cuando solía ser el callado de la clase y el que siempre sacaba buenas notas, un chico brillante amante de los puzzles y juegos de estratégias, el tipico chico que solo tenia un solo amigo en el receso de la escuela, y el que a la mayoria de gente le parecia "raro", conocí a Ricardo en tercero de la secundaria, lo que comenzó con una ayuda con las tareas se convirtió en un amigo de confianza, en el que he depositado la mayoria de secretos de mi dia a dia, sin lugar a dudas era el tipo de amigo que no te abandonaria al esconder un cuerpo, -¿Hola?, dijo Ricardo, -Hey ¿Qué pasó Richard?- respondí con un tono de cordialidad, -Nada, estaba en mi casa viendo un nuevo anime, y pensé en ti, ya que el protagonista comparte similitudes contigo, jajajajaja, ¿Que te parecen unas cervezas en mi casa?, Alejandra no esta y me siento solo, ¿vienes o que?- al escuchar sus palabras una sonrisa se remarco en mi cara, -Claro, porque no, estoy a diez minutos de tu casa asi que no me sera problema llegar, manten a esas bellezas frias, voy para allá-, terminando de trazar el plan, guardé mi teléfono y me dispuse a ir a su casa.

Al llegar a su casa toque la puerta con un código en el que solo él y yo podiamos reconocer, lo creamos como medio de estratégia contra secuestradores o ladrones, era el primer opening de Attack on titans, un anime de culto para cualquier persona, recuerdo que lo habia visto completamente con él, y se habia convertido en un anime que los dos disfrutamos hasta su final, -¿Que paso Eugeo, pasale, las cervezas estan frias, y estan esperando a ser bebidas, jajajaja- agregó Ricardo con una gran carcajada, respondiendo con una risa desenfrenada me dispuse a pasar a su habitación de soltero, la alfombra era de un color carmesí, parecia como si su piso habia sido una escena del crimen, sus paredes lucían desgastadas por el tiempo sin pintar, los muebles eran nuevos, y relucientes, comprados por internet sin lugar a dudas, su departamento era el típico recinto de un universitario, por lo que era algo pequeño, enseguida de entrar se encontraba su televisor de 45" junto con algunas frituras en una mesa de centro de cristal, Ricardo era aquel tipo de personas que adoran las luces led, y se encontraba decorada con luces que cambiaban de color, pero la mayoria del tiempo eran de color moradas, dandole un toque relajante al ambiente, su sala era algo increible de ver, pues sus sillones eran de un color marrón oscuro que parecian de chocolate, se encomtraba lleno de comida chatarra, debido a que estaba holgazaneando en el sofá.

-Veo que tu limpieza sigue siendo detestable-, agregue con disgusto mientras me quitaba mi gabardina y mi bufanda, -Ohhh vamos, acabo de limpiar esta mañana,- Alegó mi amigo, -Hazlo de nuevo, es mejor descansar en un lugar limpio, levantate y limpia de nuevo-, -Vale, vale, ya voy, no te pongas asi-, con movimientos lentos caminó hacia la cocina en busca de un trapo y bolsas para la basura, tomé el trapo que habia traido y me puse a limpiar con él, -¿Vez?, que tanto te costaba limpiar un poco antes de ver un poco de anime-, -Claro mamá, como tu digas-, -Como quieras, puede que tengamos la misma edad pero soy más maduro que tu-, -Si, si, como digas, veamos el anime del que te hablé-, Al terminar de argumentar reprodujo un anime de detectives, nuestri género favorito después del género de fantasia, -Este es el anime que encontré, apuesto a que te gustara, en este capítulo el detective Regmar encontró un cuerpo en la estación del metro, con una puñalada en la costilla derecha y encontraron el arma homicída en un vagón y...-, -¿Y porque el asesino no se deshizo del arma?, solo les esta dando pistas a la policia para encontrarlo, solo deben de revisar las camaras de seguridad de todo el subterráneo y dar con él, ¿acaso no piensa?, es otro típico sociópata-, -calmate, es solo un anime, no es real-, -Bueno, tienes razón, es solo un programa, pero...que tal si...fueramos nosotros los que estuvieramos ahí, que habriamos hecho nosotros...- Me pregunte a mi mismo, ¿Qué habria hecho yo?, según los programas de televisión, peliculas y casos reales de crimenes que resultan ser fallidos, que no son más que intentos hechos por simples fanáticos, planes que les faltán estrategias para lograr salirse con la suya.

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