Capítulo 2: Prioridades

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Por Riku

La cueva es estrecha, tiene poco espacio pero podemos refugiarnos tranquilamente.

-Parece que te traigo mala suerte, princesa. Primero no pudimos llegar a donde se encuentran las mariposas, después quedamos atrapados y ahora estás empapada por la lluvia - Le digo mientras la ayudo a quitarse la prenda blanca que lleva encima y se queda con la blusa seca.

-O tal vez yo te traigo mala suerte a ti - Me responde tímidamente

-Hoy me siento mas afortunado que nunca por estar a tu lado.

Observo sus mejillas arder y baja la mirada, me parece que no quiere que la vea sonrojarse.

-Ya cesó la lluvia, ¡Vamos! - Le expreso tomando su mochila del suelo, la coloco en mi espalda, tomo su mano y la guío hacia la salida. Me parece que he tomado su mano demasiado el día de hoy, tal vez sería mejor soltarla.

-¡Salió el sol! - Exclama la señorita Towa con entusiasmo.

Seguimos caminando y todo parece ser exactamente igual, al menos hay un par de charcos que dejó la lluvia para variar el ambiente.

-Si seguimos así nunca vamos a salir - Dice suspirando resignada - Al menos estamos juntos - Pronunció suavemente

Finjo no haber escuchado lo último, ya fue suficiente de esas tonterías, yo no voy a sentirá nada por ella ni por nadie. Lo único que desearía es...

Mis pensamientos se ven interrumpidos por un monstruo que salió de la tierra, parece un ogro hecho de roca pero no percibo su energía demoníaca.

El monstruo golpea a Towa justo en la cabeza, ella se desvaneció de inmediato, estuvo a punto de caer pero logré sostenerla. La coloco con delicadeza en el suelo mientras esquivo los golpes.

-¿Cómo te atreves a tocarla? ¡No eres mas que un ser inferior! - Le reclamo mientras lo pulverizo fácilmente.

Ahora observo a la señorita Towa, me coloco de rodillas frente a ella y acerco mi mano a su ojo, estoy dispuesto a quitarle la perla plateada, después de todo puedo culpar a ese monstruo, así no sospechara de mí y puedo buscar las perlas dorada y roja sin problema.

Pero me detengo un momento, ¿Qué haría ella sin la perla? Con el poco entrenamiento que ha recibido realmente la necesita, lo mejor será esperar, mi plan original es dejarla para el final, no lo hago por otra cosa, no me importa, ni me preocupa lo que pueda pasarle, ¡Mi prioridad son las perlas arcoíris!

-Princesa, despierta- Le pido mientras sostengo su cabeza con una mano y con la otra acaricio su rostro, desde luego lo hago solo para despertarla - Despierta, princesa - Le hablo una más

-¿Cómo la bella durmiente? - Me responde somnolienta mientras abre lentamente los ojos.

-¿Estas delirando princesa?

-¿Y el monstruo? - Grita poniéndose rápidamente de pie

-No era nada poderoso, simplemente estabas distraída y te derribó.

-Parece que constantemente cometo errores - Pronuncia con tristeza

-¿A qué te refieres? Te tomó por sorpresa.

-Me refiero a un error que tuve cuando Moroha estuvo a punto de atacar a Totetsu y por mis expresiones faciales se dio cuenta. Puse en peligro a Moroha - Me explica cabizbaja - ¡Ese día te abandoné! - Exclama preocupada

-Tenías una misión y tu deber era cumplirla, además a mi no me iba a pasar nada por quedarme atrás - Le respondo y se tranquiliza, una vez más me sonríe dulcemente.

-Ya está atardeciendo, pronto va a llegar el anochecer. Lo más probable es que Setsuna y Moroha vengan a buscarnos - Me dice con esa alegría que la caracteriza - Si vienen con Takechiyo o con Kirara nos van a encontrar desde arriba.

**********


Por Setsuna

Por fin llegamos al pie de la montaña donde se quedó Towa, aunque no era necesario, me acompaña Moroha volando con Hisui encima de Takechiyo, mientras Kohaku y yo vamos sobre Kirara.

-¡No sigan avanzando! Vamos al suelo - Grita Moroha y descendemos para escucharla.

-¿Qué pasa? - La cuestiono

-Puedo ver una barrera espiritual, no sabemos que encontrar del otro lado, lo mejor será investigar primero - Explica mientras fija su mirada hacia un punto donde no veo nada, pero al parecer ella sí.

-¡Bombardeo de flechas celestiales! - Grita lanzando su ataque y para nuestra sorpresa sale corriendo una mujer mayor de cabello azul claro a la altura de los hombros, usa un kimono blanco con detalles de flores azul brillante.

-¡No soy una bruja peligrosa! - Dice con las manos en alto al ver que nos colocamos en posición de ataque.

-No percibo energía oscura en ti - Le dice Moroha

-¿Has visto a un par de inútiles por aquí? Una chica de cabello plateado y un tipo pelirrojo - Le pregunto

-Sí los he visto, están justo ahí - Responde señalando al pie de la montaña, donde Moroha dice que hay una barrera

-¿Qué hay en ese lugar? - Pregunta Kohaku

-Un laberinto - Responde tranquilamente con una sonrisa

-¡Voy a entrar! - Les aviso apresurado el paso hacia adelante

-Primero asegúrate de que tu deseo por encontrarlos sea mayor a su deseo por estar a solas - Dice la bruja dejándome confundida así que me detengo para escucharla.

-¿Quieres decir que ellos están ahí voluntariamente? - Pregunta Moroha con curiosidad mostrando una enorme y pícara sonrisa.

**********


Por Riku

La señorita Towa decidió que lo mejor era detenernos y hacer una fogata. Ella personalmente buscó ramas secas y las colocó en el suelo, yo le ayudé a encender el fuego. Nos sentamos encima de la manta que siempre lleva en su mochila.

-¿Qué es eso princesa? - Le pregunto por la bolsa que sostiene en sus manos.

-Son malvaviscos y son delicioso si los asamos - Me explica sonriente tomando un par de ramas, poniendo los esponjosos malvaviscos en ellas y pasándolos por el fuego.

-¡Sí son deliciosos! Gracias por compartirlos conmigo.

-Me alegra que te gusten

-Dime algo señorita Towa, cuando despertaste mencionaste algo de despertar como la bella durmiente, ¿Cómo despertó ella?

-E-ella despertó con un malvavisco, por eso recordé que los traía - Me respondió evitando hacer contacto visual conmigo.

-Creo que me estas mintiendo

-¡Mira! El atardecer se encuentra en su máximo esplendor- Pronuncia Towa.

Cambia el tema y fija su vista al horizonte, hago lo mismo y me doy cuenta que hace tantos años que no apreciaba un atardecer y ahora estoy aquí sentado a su lado, observando los tonos amarillos, anaranjados y rojizos que se mezclan. Mi favorito es el rojo, el color de la manzana que me ofreció cuando la conocí y el color de sus ojos.

**********


Por Towa

Estamos sentados viendo el atardecer, no se porque me alegra tanto estar aquí perdida. Ya no me encuentro preocupada porque confío en que Setsuna y Moroha están en camino.


Observo a Riku, tiene la mirada puesta en el horizonte. Me acuerdo del incidente de la bella durmiente y me causa gracia. No se porque no le respondí con la verdad, después de todo solo estaba delirando por el desmayo.

-Riku- Digo su nombre casi en un susurro

-Dime

-A la bella durmiente la despertaron con un beso.

-Vaya, debí saberlo antes - Me responde acercando su rostro al mío y sonríe.

Hasta su sonrisa es misteriosa, hace que me pierda en sus ojos. Hago lo mismo que él y me acerco un poco más. ¿No pensara besarme? ¿O sí?. Me sonrojo solo de pensarlo, en la primera vez en mi corta vida que pienso en algo así.

¡No! , no es lo que yo quiero, yo estoy aquí para encontrar a la mariposa y devolverle a Setsuna sus recuerdos y sus sueños. No puedo distraerme, no puedo perder tiempo, además nunca he besado a nadie, no puedo perder de vista la razón por la me encuentro aquí. ¡Mi prioridad es Setsuna!

Riku se detiene, giro la vista y me doy cuenta que se acercan a nosotros unas mariposas enormes de color negro, de inmediato me paro frente a él y con mi espada las enfrento. Por fortuna no tuve que esforzarme mucho y las vencí fácilmente.

Regresamos la vista a la fogata y seguimos asando malvaviscos, ¡Parece que va a ser una larga noche!


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