Por Towa
Se que estoy soñando, pero aún así soy muy feliz. Me encuentro en un parque cerca de mi casa, está nevando y hay una gruesa capa de nieve cubriendo el suelo, ¡Es un escenario perfecto! A unos árboles de distancia están papá Sota, mamá Moe, la abuela, el abuelo y mi hermanita Mei haciendo un muñeco de nieve. A lo lejos está Sesshomaru con una mujer, creo que es mi mamá Rin, se parece a mí en las noches de luna nueva y junto a ellos están el señor Inuyasha y la señora Kagome, a ellos los vi en las fotografías que tiene la abuela, están haciendo otro muñeco de nieve.
Yo estaba sola hace un momento, pero ahora están Setsuna y Moroha conmigo y empiezan a formar bolas de nieve, Moroha lanza una bola, volteo y le ha caído a Hisui que viene con Kohaku, todos empiezan una divertida guerra de nieve. Ahora cae algo de un árbol, volteo a ver y es una manzana roja, giro la vista hacia arriba y del árbol baja Riku, con esa sonrisa cautivadora, sus ojos verde esmeralda tan profundos y su misteriosa actitud que me fascina.
-Princesa, quiero ser parte de tu sueño - Me dice sonriendo, extiende su mano y yo la tomo alegremente.
*
Por Riku
La señorita Towa lleva un rato dormida, se ve tan tranquila y angelical y más ahora que tiene una sonrisa en el rostro.
-Espero que tengas dulces sueños princesa – Le susurro
Fijo la vista hacia el cielo, las estrellas están especialmente brillantes esta noche. Siento que la brisa se vuelve más fría y empieza a nevar ligeramente. Tal parece que este laberinto es más extraño de lo que pensé. La señorita Towa abre los ojos y queda sorprendida.
-¿Nieve? Justo lo que estaba soñando
-¡Que curioso! Creo que de alguna extraña forma, el laberinto sabe lo que queremos y lo cumple
-No lo creo, buscamos la salida y no la encontramos
-¿Realmente querías salir? Porque yo no
-Vamos a desear encontrar la salida y verás que te equivocas
-Está bien
-Quiero salir de este laberinto – Dice Towa cerrando los ojos, como si fuera un pozo de los deseos.
-Quiero salir de este laberinto – Digo con simpleza
-Ya lo ves, no sucedió nada
-Princesa, deseo estar más cerca de ti, que no haya escapatoria para volver a abrazarte – Musito con voz firme, desde lo profundo de mi alma, si es que tengo una.
-También quiero abrazarte y no tener que soltarte otra vez – Agrega ella
Nos miramos fijamente, como si nuestros pensamientos estuvieran unidos, como si nuestras almas se hubieran encontrado y el universo prestara atención a nuestra existencia. Los enormes muros de roca que conforman el laberinto empezaron a cerrarse. La señorita Towa parece desconcertada, pero tengo la certeza de que nada nos va a pasar.
-No te muevas – Le pido con tranquilidad y con esa confianza que tiene en mí, se queda quieta.
Los muros se cerraron hasta permitirnos quedar uno frente a otro. Por primera vez en mi larga existencia, no quiero manipular a nadie y no quiero cumplir mis deseos egoístas.
-Creo que si cumple lo que deseamos – Dice con una sonrisa
-Eso parece – Le respondo
Ella toma la iniciativa y me abraza por encima de los hombros, yo la abrazo por la cintura. Nos miramos fijamente, se lo que ella siente, su corazón se encuentra palpitando a toda velocidad y es por mí. En esta ocasión no soy un espectador de lo que los sentimientos les provocan a los demás, ahora soy yo quién está en medio de la escena.
Ella se ha enamorado de mí, o se ha enamorado de quién cree que soy, suspiro, en ese momento dejo de sonreír. No he sido honesto con ella y no puedo besarla, ni aspirar a que me quiera sin haberle confesado al menos una de las verdades que he callado.
-Señorita Towa, necesitamos hablar – Pronuncio con seriedad.
El laberinto también me ha escuchado y los muros se separan. A pesar de todo, mi corazón se encuentra estable, ahora hay césped verde en el suelo y algunas flores. Nos sentamos sobre la manta y puedo ver los ojos llenos de ilusión de mi princesa, a quién estoy a punto de revelarle un gran secreto.
-¿De qué quieres hablar? – Pregunta sonriente, con ilusión en la mirada
-Primero quiero hablarte de mis sentimientos hacia ti – Suspiro- Me tienes completamente cautivado, por tu calidez, por tu dulzura, por tu sencillez, por la forma en la que proteges a tus seres queridos, porque no te importa ser una hanyo, eres completamente única y todo eso me ha enamorado.
-Riku, yo también…
-Déjame terminar por favor – La interrumpo – No todo es miel sobre hojuelas. Si vas a corresponderme tienes que saber quién soy en realidad.
-Me estás poniendo nerviosa. Ya se que eres un pirata, pero me aseguraste que no robas a mujeres, niños, ni pobres. También se que fue tu petición derrotar a los cuatro peligros y eres patrocinador de Jyubei. No tengo ningún problema con eso – Me responde.
No puedo seguir escuchándola, cada palabra suya me hace sentir como la basura que soy, así que me apresuro a hablar.
-Soy un subordinado de Kirinmaru, y mi deber es matar a las princesas mitad demonio. Tengo una agenda oculta que es recolectar las perlas arcoíris para Zero, pero jamás se las entregaría, las quiero para mí incluyendo las perlas plateada, dorada y roja. Esa fue mi intención contigo al principio, pero ahora todo ha cambiado, ¡Estoy enamorado de ti!– Le confieso mientras trato de tomar su mano.
Towa se aleja, sus ojos reflejan decepción, miedo, rencor y tal vez odio. Su dulce mirada se ha transformada en una mirada dura, sin piedad, digna de una hija del señor Sesshomaru.
-No permitas que tu sangre demoníaca te domine, no quiero que pierdas el corazón – Le digo preocupado
-Un ser sin sentimientos como tu, no puede preocuparse, ¡No seas hipócrita! Setsuna y Moroha tienen razón, soy demasiado ingenua. Debes estar divirtiéndote mucho ahora, enamorar a la niña tonta para que ella y su familia bajen la guardia y cumplir tu propósito. Eso estás pensando, ¿Cierto? – Me reclama mientras se coloca en posición de ataque con su espada de energía demoníaca.
-Tuve muchas oportunidades para hacerlo y no les hice daño, excepto por aquella ocasión cuando las envié directamente a la trampa de Konton y Totetsu – Hable bajando la mirada
-¡Te odio! – Me respondió lanzando un soryuha que pude esquivar.
Me siguió con la espada, me atacó en cada oportunidad que tuvo, pero ahora no me atrevería a lastimarla, simplemente la esquivo, pero no peleo.
-No puedes conmigo, y no vas a poder contra Kirinmaru o Zero. ¡Déjame ayudarte!
-Has mencionado ese nombre varias veces, ¿Quién es Zero? ¡Habla! – Me ordena
-Es la hermana mayor de Kirinmaru, es quién detesta a los humanos y a los hanyo, es quien ordenó el incendio donde te separaste de tu hermana.
-Es para quien trabajas, es por quién nos quieres muertas – Agrega furiosa - ¡Ya no quiero verte! ¡Quiero que desaparezcas! – Grita desesperada.
El suelo se queda sin césped, las flores se marchitan, la tierra empieza a temblar, bajo mis pies se abre una grieta, empezamos a correr porque mas grietas se abren por doquier. En un momento ya no tengo a donde huir.
-¡Te quiero, princesa! – Grito mientras caigo en la profundidad de la tierra.
-¡Riku! ¡Riku! – Grita ella y alcanzo a ver que estira la mano para sostenerme, pero no me alcanza
ESTÁS LEYENDO
Laberinto
FanfictionDespués de una larga espera, Riku va a buscar las perlas arcoíris de las princesas, pero él y Towa quedan atrapados en un misterioso laberinto que parece no tener salida. Descubre los sentimientos y pensamientos que guarda éste enigmático personaje...