Capítulo 8

952 150 177
                                    

─ ¡¿Tú qué haces aquí, Yaku?! ─ dijo kuroo mientras seguía sosteniendo las llaves de la camioneta en sus manos.

─ Nekomata dijo que los llevara al aeropuerto ─ dijo mientras le daba una sonrisa burlona y ponía las manos en el volante. ─ Dame las llaves, rápido.

Kuroo gruñó al ver cómo este le sacaba su dedo medio, sabía que lo estaba provocando. El pelinegro imitó su acción y le lanzó las llaves con fuerza, algo que Yaku pudo atrapar sin dificultad alguna.

Kuroo abrió sus ojos y se giró en dirección a Kageyama, quien lo miraba con burla, algo que hizo a Kuroo abrir su boca con indignación.

─ Te estabas burlando de mí ─ dijo señalándole de manera acusadora.

─ Eso es obvio ─ dijo para luego caminar hasta la parte trasera y subir su maleta. Kuroo miró al chico con los ojos abiertos y escuchó la risa de Yaku.

─ Cállate ─ dijo Kuroo mientras repetía la acción de Kageyama y dejaba su equipaje en el maletero de la camioneta. Luego se subió a regañadientes en el asiento del copiloto.

En poco tiempo se encontraban de camino al aeropuerto, todo estaba en silencio, Kuroo veía por la ventana, Yaku veía el camino frente a él y Kageyama luchaba por no dormirse en el asiento trasero.

─ Puedes dormir si quieres ─ dijo Yaku mirando al ojiazul por el retrovisor.

Kageyama asintió con los ojos entrecerrados y se durmió en un segundo.

─ Recuérdame tomarle una fotografía después ─ dijo Kuroo con una sonrisa burlona mientras veía al menor dormir en el asiento trasero.

Yaku le dio una mirada de desaprobación y siguió mirando el solitario camino.

─ ¿En cuánto crees que volverás? ─dijo el de cabello castaño.

─ Creo que será un mes ─ dijo mientras dirigía su mirada hacia adelante, una sonrisa burlona y pícara apareció en su rostro y habló de nuevo ─ ¿Por qué? ¿Me extrañarás?

Yaku rió de manera sarcástica y miró a Kuroo con burla.

─ Contaré los días que tendré de paz y tranquilidad ─dijo con una sonrisa socarrona y burlona.

Ambos rieron y Kuroo pareció recordar algo importante.

─ Por cierto, ¿cuándo volviste? No te vi en el entrenamiento ─ dijo mirando el perfil de Yaku, quien le sonrió de la manera que hacía resaltar sus enormes ojos.

─ Regresé ayer, pero me quedé dormido ─ dijo mientras se carcajeaba con ganas.

Kuroo también rió a carcajadas junto a su amigo.

─ Ahora solo falta Kai ─ dijo Yaku con una pequeña sonrisa.

─ Sí ─ dijo Kuroo al recordar a su amigo.

El resto del camino fue silencioso, pero no de manera incómoda. Lo único que llenaba el ambiente eran los suaves ronquidos de Kageyama, quien seguía durmiendo en la parte de atrás.

Mientras Yaku no despegaba la vista de la carretera vacía, Kuroo tarareaba una canción que se había colado entre sus pensamientos al ver el camino solitario.

Una de esas canciones en inglés que había escuchado en una de sus tantas misiones, aquella que le había causado una enorme presión en el pecho el día que la escuchó.

My shadow's the only one that walks beside me

My shallow heart's the only thing that's beating

The Mission NK19 / Kuroken Donde viven las historias. Descúbrelo ahora